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DISEÑO PARA EL PENSAMIENTO

2016 y el diseño: cambios, consolidaciones y retos

Con el nuevo año a la vuelta de la esquina, ¿cómo se plantea el panorama para el diseño en 2016?

28/12/2015 - 

VALENCIA. Reflexionar acerca del futuro del diseño en España y publicar las conclusiones el Día de los Inocentes es, cuanto menos, sarcástico. Con el Premio Nacional de Diseño del año pasado desconvocado, en un momento histórico en el que parece que España haya renunciado a tener una política de promoción del diseño y con la incertidumbre de no saber quién gobernará el país tras las elecciones generales, tras esta crueldad inicial está, lejos de ridiculizar, la esperanza por un tiempo de cambio azotado desde pequeñas corrientes como la valenciana.

Es difícil vaticinar qué rumbo tomarán las políticas de diseño en un incierto futuro gobierno, pero no es del todo complicado hacerse una idea de qué partidos han mostrado mayor o menor tino en este sentido. Podría decirse que hasta ahora la partida del diseño jugada en el derbi PP-PSOE la ganó el PSOE por gol en propia puerta del PP. Siendo justos, los socialistas encabezaron las mayores apuestas estatales por la promoción del diseño español, pero el rechazo del Partido Popular a estas políticas ha sido tal que hace brillar al diseño por su ausencia. Por otro lado, inmersos en la era de los políticos de diseño (utilizado aquí el término con toda esa frivolidad de la que nos quejamos siempre los diseñadores cuando otros se refieren a nuestra profesión), donde sus campañas parecen salir de un laboratorio más que desde la calle, hay que tener en cuenta los movimientos más frescos ya articulados como organizaciones políticas, que están colaborando a aportar algo tan extravagante como el sentido común a sus planes de gobierno. Y con ello, una nueva forma de hacer, también en cuanto a diseño.

Detalles como escuchar a Manuela Carmena la noche del 24M felicitando a su equipo de diseñadores, o el nuevo gobierno municipal de Barcelona incorporando a un diseñador profesional como asesor de la Dirección de Comunicación, han derivado ya en acciones que a corto plano han mejorado la comunicación con los ciudadanos. En la Comunitat Valenciana, los dos partidos que apostaban por el diseño tanto en sus campañas como en sus programas electorales, Compromís y PSPV, gobiernan ahora y ponen el foco institucional en el diseño valenciano. Tanto es así, que en su último editorial, la revista especializada Visual ha destacado como modelo a seguir la nueva fórmula ejemplar de contratación valenciana. Nuevos tiempos que hacen que en términos cinéfilos podría definirse 2016 como una nueva esperanza para el diseño, porque el futuro del diseño dependerá de las políticas que hagan los gobernantes.

El caso valenciano: algo que está cambiando

Apenas un par de meses después de las elecciones autonómicas, tanto el nuevo gobierno local de Valencia como la Generalitat Valenciana habían puesto ya en marcha sus engranajes para revertir la grave situación que había denostado por completo el diseño institucional valenciano. Esto está suponiendo un proceso de cambio en la manera de hacer y de contratar, abandonando los concursos especulativos de diseño y apostando por la profesionalización de sus campañas. Esto último no sin algún que otro patinazo por falta tal vez de asesoramiento, pero vista la buena intención por las alternativas respetuosas y aproximación a los colectivos profesionales de diseñadores e ilustradores parece que son errores de puesta en marcha de estos nuevos sistemas que parece que harán de 2015 y 2016 los años de la vuelta del buen diseño a las instituciones valencianas.

Y para muestra un botón, o dos. El cartel conmemorativo del pasado 9 d’Octubre (día de la Comunitat Valenciana) diseñado por Gallén+Ibáñez y la imagen para promocionar desde el Ayuntamiento de Valencia el Día Internacional para Combatir la Violencia contra las Mujeres realizado por Lina Vila, ambos resultado de un proceso que se iniciaba con la fórmula ‘Llamada a proyecto’ a propuesta de la Asociación de Diseñadores de la Comunidad Valenciana que rápidamente contagió a la Asociación Profesional de Ilustradores Valencianos, haciendo un tándem fundamental para implantar este sistema en diferentes concejalías y organismos públicos (Generalitat Valenciana, Concejalía de Igualdad, Concejalía de Cultura Festiva, Concejalía de Juventud, Centro de Artesanía de la Comunidad Valenciana…).

 Vuelven los fondos blancos, desaparece el horror vacui


Esta nueva política para gestionar los encargos de diseño desde las instituciones, rápidamente captó la atención de los medios, y junto a la aprobación unánime de los colectivos profesionales en cuanto a la calidad de los resultados obtenidos, la noticia que se lanzó fue la buena praxis, el éxito de contratar diseño y la calidad del diseño valenciano.

En pocas semanas se presentará el esperado cartel de las Fallas 2016, que también ha roto con su convocatoria de concurso especulativo para ser escogido ahora a partir de una ‘Llamada a proyecto’ o concurso de portafolios, y el encargado de diseñarlo es Ibán Ramón, quién además obtuvo en la pasada entrega de los Premios ADCV a la excelencia del diseño valenciano el galardón al Mejor Cartel. Y es que no es casualidad que cuando se persigue la profesionalidad y la excelencia, puedan llegarse a las mismas conclusiones por vías distintas. Pero si no existe la intención de hacer las cosas bien, apaga y vámonos.

Lo de Valencia ha sido un arranque fuerte, un esfuerzo que ya ve sus frutos habiendo mejorado sustancialmente la cartelería valenciana, y con ello la comunicación entre consistorio y ciudadanos. Desterrar la imagen anterior costará, pero como dijo Pepe Mujica, “el cambio cultural es el que lleva más tiempo”.

Premio nacional 2016

A propósito de Valencia, barriendo para casa y con el objetivo de hacer justicia, es precisamente un valenciano a quien deberíamos postular a Premio Nacional de Diseño 2016: Pepe Gimeno. El Ministerio de Economía y Competitividad (del gobierno que esté por venir) debería tener muy en cuenta a uno de los ases del diseño valenciano, el profesional que ha construido algunas de nuestras marcas e identidades más reconocibles, que ha impulsado la cultura del diseño desde el asociacionismo, las aulas y sus exposiciones, siendo ejemplo para todos los que comenzábamos durante sus más de cuatro décadas profesionales a sus espaldas.

Desde su creación en 1987, sólo tres diseñadores valencianos han obtenido el Premio Nacional en la categoría de profesionales: Daniel Nebot (1995), Javier Mariscal (1999) y Nacho Lavernia (2012). Por su aportación al diseño español desde una aproximación al diseño valenciano, por su ejemplar trayectoria y ser pieza clave al hablar del diseño en Valencia, ya va siendo hora de que Pepe Gimeno complete esta formidable plantilla.

A tenor de este artículo parece que pasa por Valencia el futuro del diseño a nivel nacional. Y no cabe duda de que tendrá un gran peso, no sólo por las prácticas modélicas de contratación sino por el nivel de calidad que supone haber sido cantera de algunas de las más destacables promociones de diseñadores. 

Retos para 2016

Conocíamos hace unos días la noticia del lanzamiento para el próximo mes de la revista Gràffica en papel, un medio especializado en diseño con sede valenciana que da el salto desde el digital para  sorprendernos con un nuevo formato y enfoque en formato revista. Ansiosos estamos. Y además de las publicaciones especializadas, ha sido un placer ver cómo las páginas sobre diseño han crecido este último año en medios de ámbito general.

Tanto de fronteras hacia adentro como internacionalmente, España tiene respecto al diseño el gran reto de poner en valor el aspecto cultural de esta disciplina, siempre desde una política estatal de diseño que hoy en día no existe. Sin organismos nacionales públicos que gestionen las competencias del diseño habrá poco que hacer. La gran esperanza parte de un gobierno que sepa evaluar y apostar por el diseño como uno de los engranajes de eso que llaman ‘motor de la recuperación’, como por ejemplo hizo Churchill en el Reino Unido tras la Segunda Guerra Mundial, creando el Design Council que, setenta años después, ayudó al país a recuperarse y a día de hoy ha conseguido normalizar el diseño siendo reconocido como parte de la sociedad. 

En el ámbito del asociacionismo recaerá la gran tarea de abrirse de una vez de forma pública, fuera de nuestro círculo endogámico, tratando así de trascender más allá de colectivos muy específicos que no son percibidos por el público general (los ciudadanos de a pie y usuarios finales del diseño). Las asociaciones de diseñadores, y la propia Red Española de Asociaciones de Diseño, tendrán que evaluar hasta dónde la administración podrá hacer por ellas y a partir de dónde es un freno. 

Y desde la Asociación de Diseñadores de la Comunidad Valenciana, que en 2016 celebrará su 31 cumpleaños, ya se han anunciado las fechas para la 7ª edición de la Valencia Disseny Week, que tendrá lugar del 1 al 5 de febrero coincidiendo una vez más en fechas con Nos vemos en Valencia (certamen que aglutina las ferias de mueble, cerámica, iluminación, textil y decoración). Además, para verano de 2016 tocará una 7ª edición (aún no anunciada) del bianual Congreso Internacional de Tipografía de Valencia, congreso que desde 2004 ha logrado convertirse en una referencia dentro del panorama tipográfico español y latinoamericano.

Sin apoyos institucionales, el diseño valenciano gozaba de buena salud gracias a sus excelentes profesionales. Ahora, con un incipiente y novedoso apoyo público, resulta motivador saber de qué seremos capaces entre unos y otros. Parece que 2016 será el año en el que se afianzará la profesionalización del diseño de la imagen de la ciudad de Valencia y de la Comunitat Valenciana. Buenos tiempos para todos.


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