GRUPO PLAZA

EL PEOR DE LOS TIEMPOS / OPINIÓN

Después del Brexit

Tanto el Reino Unido como el resto de la UE seremos más pequeños, en todos los sentidos, después del Brexit

4/12/2016 - 

No hace mucho un compañero me recordó aquel episodio de “Yes, Minister” en el que el inolvidable subsecretario le explicaba al ministro la verdadera estrategia (diplomática) del Reino Unido respecto a la entonces Comunidad Económica Europea. En resumidas cuentas, se habían hecho miembros de la CEE para poder destruirla desde dentro y conseguir que todos pelearan contra todos.

Bromas aparte, a pesar de lo que los propios británicos pensaran en el momento del referéndum, las repercusiones negativas de su salida de la UE serán importantes sobre los restantes 27 miembros de la UE pero, en especial, sobre propio Reino Unido. En el informe de otoño sobre el presupuesto, el ministro de Economía, Philip Hammond, anunció cambios en las previsiones de deuda y crecimiento como resultado del Brexit. En concreto, en 2020 se habría acumulado una deuda adicional de 122.000 millones de libras (algo más de 140.000 millones de euros) durante los próximos cinco años, al acabar las finanzas públicas en déficit frente al superávit previsto anteriormente.

Con anterioridad al referéndum del Brexit un trabajo de Nauro Campos, Frabrizio Coricelli y Luigi Moretti, utilizando simulaciones, comparaban los beneficios de formar parte de la UE para los países miembros y, en particular, Gran Bretaña. Estos autores utilizan el llamado método contrafactual (también denominado anti-mundo) que consiste, en este caso, en simular lo que hubiera ocurrido de mantenerse las condiciones previas a la incorporación a la UE y compararlas con lo efectivamente ocurrido. En el primer gráfico la línea negra continua muestra la evolución de la renta per cápita y de la productividad, mientras que la simulación es la línea discontinua roja. Lo más destacable de la comparación es que, gracias a la pertenencia a la UE el Reino Unido habría superado mucho mejor las crisis económicas, tanto en los 70 como en los 80 y (probablemente) también la más reciente. La mayor competencia y el acceso a un mercado del tamaño del europeo habría permitido mantener los niveles de renta y productividad.

Resulta muy interesante concentrarse en otros dos aspectos que muestran la importancia de los beneficios que la pertenencia a la UE le han reportado al RU. En primer lugar, la Inversión Extranjera Directa, que se muestra en el segundo de los gráficos. Lo más sorprendente de esta variable es que las simulaciones y la realidad son semejantes, incluso cuando se produce la libre circulación de capitales en 1991, pero cuando realmente difieren es tras la Unión Monetaria de la que el RU no formó parte. Por supuesto, en los primeros años la inversión extranjera se retrajo, pero a mediados de la década de los 2000 pesó más la pertenencia del RU a un mercado de bienes y servicios de 500 millones de habitantes que el hecho de que su moneda no fuera el euro. En segundo lugar, pero también relacionado con este último hecho, el Gráfico 3 muestra las ganancias por operaciones en moneda extranjera de diversos países en los últimos 25 años. Aunque éste es sólo un indicador de los diversos que podrían mostrarse, el sistema financiero británico ha sido uno de los más beneficiados por la creación del euro, ante la necesidad de diversificación de compañías de seguros, fondos de inversión y otros agentes financieros.

Inversión Extranjera Directa y simulada sin pertenencia a la UE Fuente: Campos et al (2014)Beneficios por operaciones en moneda extranjera

Por todo ello uno de los aspectos más delicados de la negociación sobre las condiciones del Brexit para Gran Bretaña son las referidas a la libre circulación de factores productivos. Porque, afortunadamente, pertenecer la Mercado Interior supone aceptar, en las dos direcciones y simultáneamente, la libre circulación de capitales, de personas y el libre establecimiento y prestación de servicios. Si Gran Bretaña desea mantener el denominado “pasaporte” bancario para poder operar en la Europa continental ello irá también vinculado a la admisión de ciertas ventajas a la inmigración de ciudadanos de la UE.

Lo más probable es que el RU tenga que hacer ciertas concesiones. En concreto, que los ciudadanos del resto de la UE que son ahora residentes mantengan permisos de residencia permanente. Asimismo no parece probable que se pida visado de entrada a los ciudadanos del Espacio Económico Europeo, aunque sí para trabajar aunque menos estricto que a ciudadanos de países terceros. Finalmente, es también probable que se restrinja cuantitativamente el acceso a los servicios sociales.

Desde el punto de vista de la UE, el Brexit supondrá perder a su segunda mayor economía y al tercer país más poblado (casi un 13% de la población total de la UE). Como bloque comercial, la UE dejará de ser el mayor del mundo tanto en exportaciones como importaciones y su contribución al presupuesto de la UE (unos 11.000 millones de euros) deberá repartirse entre los otros 27, con un aumento probable de la contribución de España de alrededor del 0.6% del PIB. Desde el punto de vista político, el equilibrio de votos en el Consejo de Ministros se verá también modificado, probablemente en beneficio de España, Polonia y Francia. Asimismo, el balance de poder en Europa favorecerá a Francia y Alemania, puesto que el RU era un importante contrapeso y una fuerza liberalizadora.

A pesar de la pretendida o cierta incomodidad que algunas de las políticas europeas causaban en el RU y también a pesar de todos los obstáculos que Gran Bretaña ha puesto al proceso de integración, tanto ellos como los restantes 27 seremos más pequeños, en todos los sentidos, después del Brexit.

Noticias relacionadas

next

Conecta con nosotros

Valencia Plaza, desde cualquier medio

Suscríbete al boletín VP

Todos los días a primera hora en tu email


Quiero suscribirme

Acceso accionistas

 


Accionistas