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cambios y tradiciones

Aciertos y errores: balance de la Gran Fira de València de 2016

2/08/2016 - 

VALENCIA. Final de trayecto. La Gran Fira de València finiquitó el pasado domingo su edición de 2016, la del 125 aniversario de la batalla de flores y, también, la de los cambios aplicados por la concejalía de Cultura Festiva, liderada por el edil de Compromís Pere Fuset. El evento no ha fallado a su cita anual con la ciudad aunque, eso sí, con una imagen renovada a cargo de estudio Yinsen y un programa de descentralizado y con un mayor volumen de actividades, mientras  tanto los problemas en torno a la confección del cartel de los conciertos de Viveros o el tira y afloja vecinal han sido la cruz de una feria que resulta en un work in progress

Imagen renovada

Si bien la cartelería asociada a la Gran Fira de València ha sido históricamente símbolo de la tradición local, la imagen de la edición de 2016, como ya pasara con el trabajo de Ibán Ramón para Fallas, llegó renovada y poniendo fin al maltratado diseño institucional. El estudio Yinsen, integrado por María Pradera y Lorena Sayavera, tomaron el testigo de cartelistas de renombre como Josep Renau, aunque con su propio twist en la historia. El 125 aniversario de la batalla de flores centró la serie de tres carteles, en los que se presentaban flores diferentes creadas con papel en tonos como el mar, azul oscuro en referencia a las noches de verano y con el rojo y amarillo propio del fuego y la pirotecnia. Por su parte, el elemento de conexión con el cartel creado por Yinsen para los conciertos de Viveros, una imagen independiente, es la tipografía. 

Seco agosto

La intención de Compromís antes de llegar al gobierno, plasmada en su programa electoral, era la de "reconvertir la Feria de Julio en un Festival de Verano (que duraría julio y agosto), adoptando el nombre de Feria de Verano de Valencia, promocionándose como marca propia". Sin embargo las intenciones no se han cumplido y agosto vuelve a cerrar por vacaciones, tal y como denunció ayer la concejala de Ciudadanos (C´s) de Valencia Amparo Picó. "No debemos consentir que se pierda la oportunidad de tener una mayor rentabilidad social, cultural y económica de la ciudad de Valencia", criticó la edil. De igual manera, la delegada de Cultura de C's indicó que pedirá explicaciones sobre el gasto “porque creemos que de lo previsto inicialmente a lo definitivo existe una diferencia notable y, eso, se debe explicar a los ciudadanos por simple transparencia”.

Más pirotecnia 

La Ciudad de las Artes y las Ciencias se convirtió en el marco perfecto para Ricardo Caballer, cuyo equipo hizo estallar 900 kilos de pólvora en el primer castillo piromusical de la Gran Fira en los últimos 30 años. La Nit del Foc congregó a miles de personas durante los 19 minutos que duró el espectáculo, en el que sonaron populares canciones de Nino Bravo o Seguridad Social. La oferta pirotécnica de la Gran Fira amplió el tradicional programa de cuatro castillos de fuegos artificiales, que se realizaban cada uno de los sábados del mes de julio, y todos ellos similares, para pasar a siete espectáculos diversos, diferenciados y en distintos emplazamientos. Traca corrida, mascletà de color, exhibición de peces de 'cordà i focs' de Patern, mascletà en miniatura o correfoc fueron algunas de las apuestas para mostrar la rica cultura pirtotécnica. 

Polémicos conciertos de Viveros

La confección del cartel de los conciertos de Viveros resultó el primer pulso entre el nuevo gobierno local y la organización heredada del Partido Popular de Rita Barberá. Con la mayor parte de los esfuerzos de la concejalía de Cultura Festiva centrados en las Fallas y la posible catalogación de la fiesta como Patrimonio Inmaterial de la Humanidad por la Unesco, los promotores de los conciertos afearon al Ayuntamiento un retraso en la toma de decisiones que estaba repercutiendo en las negociaciones con los artistas. Así pues, la Asociación de Promotores Musicales de la Comunidad Valenciana (MUSICAPRO CV) criticaron que "buena parte de los artistas internacionales que habían sido propuestos ya no podrán venir a Valencia, porque no se han podido cerrar las fechas a tiempo", un tira y afloja que, finalmente, resultó en la replica del modelo de años anteriores. Los conciertos de Viveros cerraron cartel aunque sin aplicar algunos de los deseos verbalizados por el concejal de Cultura Festiva semanas antes. 

Multitudinaria batalla de flores

La batalla de flores "más multitudinaria y participativa de las últimas décadas", con una afluencia de alrededor de 4.500 personas, culminó el pasado domingo con los actos programados en la Gran Fira de València. Y es que esta edición no era una más, sino que suponía el 125 aniversario desde su creación. Más de un millón de clavelones fueron lanzados en el paseo de la Alameda cubriendo la ciudad con un manto de flores, una popular tradición cuya historia ha quedado reflejada este año en una exposición  organizada por el Gremio de Artistas Falleros.

Foto: Eva Máñez.

Caótica venta de entradas

Aunque el resultado ha sido un éxito, el acceso no ha sido sin problemas. La adquisición de entradas para el 125 aniversario de la batalla de flores resultó caótica generando confusión entre los muchos valencianos que no querían perderse desde el palco la guinda de la feria. Un error informático en la venta online obligó a la empresa Spain Tastic a asumir la ampliación del recorrido en 120 metros con casi mil plazas adicionales para subsanar los problemas de distribución. "Obviamente, desde el Ayuntamiento de Valencia entendemos que eso supone una vulneración del acuerdo entre el consistorio y la empresa, que por tanto en el Ayuntamiento habíamos sido víctimas involuntarias de ese error, y sobre todo que los compradores que querían comprar esas plazas en la segunda tanda tal y como se había anunciado, habían sido por tanto también víctimas involuntarias de ese error. Un error que asume la empresa", explicó Fuset en una rueda de prensa para aclarar l'embolic.  

Una feria descentralizada

A todo pasado, Fuset destacó ayer de la edición de 2016, la primera marca 100% tripartito, que ha supuesto una feria "resurgida y descentralizada para incluir todo tipo de actividades y espectáculos, que ha llegado a todos los rincones de la ciudad y a todos los públicos". En números: de los 127 actos programados el año pasado en 18 lugares se pasa a las 150 actividades en 50 ubicaciones distintas. Además de la histórica colaboración con la Diputación, este año el Ayuntamiento ha tendido la mano a la Generalitat para incluir la oferta cultural veraniega de la ciudad en el programa de la feria con el fin de generar una marca paraguas interinstitucional. Entre los eventos 'absorbidos' por la Fira se encuentra Serenates, el festival musical propio de la Universitat de València coorganizado con el Institut Valencià de la Cultura.

Molestas atracciones

La Asociación de Vecinos del Tramo 9 del río Turia criticó duramente que el gobierno municipal no pusiera solución a los problemas generados por la feria ubicada en torno al cauce del río. “Si los dirigentes de esta ciudad no lo remedian, y no parece que tengan interés, cuando finalice la Feria de Julio los vecinos y ciudadanos residentes en esta zona habremos estado más de 50 días seguidos sin el derecho al descanso que cualquier persona se merece. Desde la asociación no estamos en contra de que se celebren dichos actos, pero si de que no se respeten unas mínimas normas de convivencia, lo que nos ha obligado a tener que realizar continuas denuncias para que se ponga remedio”, aseguró Rosa Arlandis, presidenta de la asociación.

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