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Grand place / OPINIÓN

África en la memoria, Tánger en el corazón

20/06/2017 - 

Casablanca se rodó en Tánger…, a excepción de la mítica escena en el Rick’s Café. Así como la última aventura de James Bond, Spectre. Con su último amor, el agente 007 pasea de la mano desde la Rue de la Liberté hacia el mercado, pasando por delante del restaurante Saveur du Poisson, y hasta llegar a la kasbah tras cruzar la bella puerta de Bab el Asma. Un amigo me envía desde Tánger una foto de la puerta de entrada a la kasbah. También de salida. Porque de donde se entra, se sale…, como en todo en la vida.

Y esto es Tánger. Puerta de entrada y salida de África, de Europa. Hace casi un año me encontraba allí, subiendo y bajando por sus calles empedradas, llenas de escaleras, y sus callejones sin salida. Tomaba un té en el terrado de un restaurante bajo la luz de la media luna,mientras preparábamos la MedCop 21 que se celebraría en Marrakech seis meses después. Se trataba de la ceremonia de ratificación de los acuerdos de París sobre el cambio climático. Los mismos de los que el presidente Donald Trump abomina ahora, desmarcándose de este acuerdo mundial y dejando al resto del planeta en otro callejón sin salida, como el de Tánger, como los de África.

O tal vez sí que haya salida. No están llegando los ecos de la primavera marroquí, ésta que ya se acaba, como lo hicieron el resto de primaveras árabes. Y eso que tienen sabor español. El Rif despierta. La atroz muerte en las Alhucemas de un pescador el pasado octubre, triturado por el camión de la basura cuando intentaba recuperar su mercancía confiscada por la policía, fue el detonante. Mohcen Fikri no había pagado la mordida habitual de 500 dirhams —unos 50 euros al cambio—, a la salidadel puerto. Desde entonces, el pueblo no ha dejado de salir a las calles desde Tánger hasta Nador y los activistas siguen entrando en prisión. Todo lo que entra, sale.

Lo que llora el Rif… Podría ser el título de una película de la nouvelle vague francesa, pero es sólo el lamento de un movimiento que ha echado a andar desde su diáspora y que esperemos que entre con fuerza en el alma del pueblo marroquí. Emigrantes marroquíes del Rif se han organizado en varias ciudades españolas y europeas, y ya han conseguido el apoyo institucional del Ayuntamiento de Barcelona. 

Hace un mes, rifeños de toda Europa se reunieron en los locales de la CNT en Madrid, para internacionalizar el Movimiento Popular Rifeño (MPR) o para organizar desde aquí los altercados deAlhucemas, según sospecha la policía marroquí. ¿La de los 500 dirhams? Poco después, su líder, Nasser Zafzafi, era detenido y encarcelado junto a cuatro activistas. Todo lo que sale, entra.

El MPR ha echado a andar. Cuarenta detenciones más y disturbios en las calles no les van a parar. La represión se ha extendido hasta atacar la misma libertad de expresión, con periodistas y fotógrafos detenidos. Reporteros Sin Fronteras apoyó las manifestaciones de solidaridad del resto de la prensa marroquí, que coincidieron con la visita del flamante presidente francés Emmanuel Macron a este país. 

Marruecos pretende abortar la gran movilización y una huelga que se está preparando para el 20 de julio, coincidiendo con el 59 aniversario de la Batalla de El Annual, cuando los rifeños derrotaron a los militares españoles con Abd El-Krim a la cabeza. La fotografía del militar rifeño que acabó con el protectorado español y francés presidía los discursos grabados por el líder del MPR. Esta apreciación la hizo el que fuera primer alcalde socialista de Valencia, Ricard Pérez Casado, durante la presentación de su libro La Unión europea. Historia de un éxito tras las catástrofes del siglo XX. Sólo es una señal, un mensaje críptico que viene del pasado, el espectro de una esperanza que entra en África con fuerza. Como el Spectre que llevó a Bond a su última misión…

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