VALÈNCIA. La empresa Bbuho anunció hace unos meses que desplegaría su red de patinetes eléctricos en València en el mes julio, sin embargo decidió posponer la puesta en marcha del servicio al no estar todavía aprobada la normativa que regula la circulación de patinetes en la ciudad. Ahora, ha decidido lanzar un nuevo proyecto relacionado con los scooters: una plataforma internacional de alquiler de vehículos de movilidad personal.
La plataforma, que se lanza este miércoles, tiene un sistema parecido a Airbnb, donde tanto empresas como particulares pueden alquilar a terceros sus propios patinetes eléctricos de forma gratuita, dándolos de alta en la plataforma. En ésta se puede cribar por fechas, horas y puntos de las ciudades donde es posible realizar los alquileres, además de realizar reservas grupales o para empresa. Por último existirá un apartado específico para Tours guiados con Patinete Eléctrico.
"Bbuho lleva al límite el concepto de economía colaborativa permitiendo fijar fechas de disponibilidad con el fin de que se alquile según convenga al propietario", explica Gustavo Santana, uno de sus fundadores. Además, la plataforma Renting bbuho ofrece a los propietarios un panel de administración para gestionar reservas y disponibilidades.
Sobre su despliegue en la ciudad, desde la compañía aseguran que siguen interesados en poner en marcha su red de patinetes eléctricos, pero siguen a la espera de que el Ayuntamiento de València deje clara las reglas del juego. La intención de Bbuho era la de desplegar 100 patinetes eléctricos en su lanzamiento repartidos por toda la ciudad de València que podrán alquilarse por minutos, pudiendo dejarse en uno de los puntos bbuho que ellos marcarían en zonas privadas.
Sin embargo, prefirieron no arriesgarse al no existir todavía normativa de circulación. Entre las dudas de la compañía está que aparezcan novedades en la regulación que no tenían contempladas, como ocurrió en Barcelona. Entre ellas la obligación de que, en el caso de que los patinetes eléctricos dependan de empresas de ocio o de turismo, tengan que usar de forma obligatoria el casco, algo que no ocurre con las bicis, por ejemplo.
