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Comer bien cerca de la estación de Atocha

Una decena de propuestas gastronómicas madrileñas con las que es difícil fallar. Tanto si  quieres quedar bien con alguien como pegarte un homenaje en solitario, estos son los restaurantes que has de tener en cuenta

| 03/11/2017 | 4 min, 8 seg

Las inmediaciones de la estación de Atocha (en las que incluimos el Barrio de las Letras, al que se llega a pie en un pispás, y la zona del Retiro, situada apenas a 10 minutos en taxi) son idóneas para tomar el pulso gastronómico a la capital. Este pequeño cuadrante de la ciudad es un continuo cruce de caminos entre clasicismo y modernidad; entre tótems inamovibles de la hostelería madrileña y locales que son pura tendencia. Hay mucho que rascar, pero hay que saber dónde.

 El pasado mes de septiembre ya avanzábamos en Guía hedonista uno de los destinos a tener en cuenta. Hablábamos entonces del chef Carlos del Portillo y del más que recomendable menú de 28 euros de Bistronómika. Esta semana reanudamos este recorrido en la misma calle Santa María. Allí se han hecho fuertes tres jóvenes chefs-empresarios con mucha visión: Javier Goya, David Alfonso y Javier Mayor (formado, entre otros restaurantes, en la primera sede de La Sucursal, en València). Son los ideólogos de Triciclo, Tándem y Taberna La Elisa, tres establecimientos con una oferta muy diferenciada pero una fórmula de éxito común: cartas con buenas ideas y locales con diseño cuidado, informal y acogedor. Un paraíso de los instagramers

La apertura de Triciclo en 2013 fue una especie de revolución; conseguir mesa en este local de “cocina de mercado elaborada” se convirtió en una yincana. El éxito llevó a elevar los precios (precio medio por persona 40-50 euros), pero a cambio al año siguiente abrió en la misma calle el segundo restaurante del grupo, éste con un concepto más informal y económico (20-30 euros). Con horario continuado desde la mañana a la noche, la especialidad de Tándem es el “picoteo frío gourmet”, y también les va de miedo. La nota discordante de este prometedor grupo empresarial la ha puesto Taberna La Elisa: cocina castiza ligeramente modernizada y local con barra de madera, azulejos y lámparas.

Si las vueltas de campana del moderneo no son lo tuyo; si andas en busca de casas acogedoras y discretas, donde se coma bien sin buscarle tres pies al gato y te agasajen con una excelente carta de vinos, entonces dirígete hacia Vinoteca Moratín (Calle de Moratín, 36) o a cualquiera de los dos establecimientos de los hermanos Pedro y Luis García de la Navarra (Vinoteca García de la Navarra y Taberna de Pedro), ambos situados al inicio de la calle Montalbán, a 15-20 minutos andando (o 10 en taxi) de la estación de Atocha.

En las inmediaciones del Retiro encontramos también varios buques insignia de la gastronomía madrileña; clásicos de mesa y mantel que ponen el contexto adecuado para cerrar negocios importantes. Ya saben: Alabaster (Montalbán, 9), Marcano (Doctor Castelo, 31), Laredo (Doctor Castelo, 30) y Viridiana (Juan de Mena, 14), con el mítico chef Abraham García al frente desde hace cuarenta años.


Florida Retiro, un espacio para cada ocasión

Claro está que no todo el mundo puede o quiere dejarse 100 euros por persona de una sentada. Florida Retiro es una opción fantástica para disfrutar de la comida en un entorno privilegiado, y además por un precio módico. Este multiespacio gastronómico, cuya dirección creativa recae en el chef Joaquín Felipe, abrió sus puertas hace poco más de un año tras una radical rehabilitación a cargo del arquitecto Guillermo García-Hoz y el interiorista Pascua Ortega. Está concebido para satisfacer necesidades muy distintas.

La zona de Los Kioskos, con mesas altas y zona cubierta y al aire libre, es ideal para tomarse unas cañas y un tapeo informal (hamburguesas, focaccias, mejillones fritos en aceite de oliva). En un espacio semi abierto que da al parque, La Galería es un “tapas-bar” para encuentros casuales, dotada con una carta de raciones y tapas que asume el reto de dar una vuelta de tuerca al recetario tradicional de Madrid. También es una buena alternativa para tomar una copa o para comer en solitario mientras se trabaja con el ordenador portátil.

La propuesta más “vestida” de Florida Retiro es El Pabellón, un alegre y luminoso restaurante en el que se pueden degustar platos muy logrados con productos de muy buena calidad. No te vayas sin probar la tortilla glaseada con boletus y tuétano en su hueso y la armonía de atún rojo con cinco cortes del ronqueo.

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