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piden la suspensión cautelar

Cosas que puede hacer el Ayuntamiento para salvar el Metropol

Foto: EVA MÁÑEZ.
6/06/2017 - 

VALÈNCIA. #SalvemElMetropol. De manera natural, sin mediación de nadie, un movimiento cultural espontáneo ha salido a la palestra en defensa del histórico cine valenciano para evitar que sea demolido. No sólo en las redes sociales: ilustraciones, carteles, comunicados…

Este movimiento de protesta ha tenido por el momento ya una plasmación a nivel institucional: un escrito del Círculo para la Defensa y Difusión del Patrimonio Cultural elevado ante el Síndic de Greuges en el que se insta al Ayuntamiento de València a que declare el cine Bien de Relevancia Local.

El escrito, al que ha tenido acceso Valencia Plaza, recuerda la importancia histórica del inmueble. Pero el consistorio no lo tiene precisamente fácil ya que el propietario, explicó este lunes el concejal de Urbanismo, Vicent Sarrià, “tiene unos derechos adquiridos”.

Y es que, por sorprendente que parezca, el edificio del Metropol no se hallaba incluido ni en el catálogo de 1988 ni en el del Plan Especial de 2004. Así pues, pese a su relevancia social e histórica, no tiene ningún tipo de protección, ni tan siquiera de fachada, como sí pasaba por ejemplo con otro cine histórico de València, el Capitol.

En esa disyuntiva, las vías para encontrar una solución son en su mayor parte complejas y algunas de ellas podrían acabar en los tribunales.

1. Negociar con la propiedad

La opción más sencilla y la que seguramente se efectúe. El Ayuntamiento de València en principio puede parecer que tiene la sartén por el mango, ya que para la demolición se precisarían de una de serie de permisos que conceden los servicios municipales, pero esto no sirve de mucho porque igualmente tiene las manos atadas.

A sabiendas de que sería una concesión de los legítimos propietarios, Sarrià aboga por negociar con la propiedad para que mantengan la fachada. Para ello sería necesario que desde el Govern de la Nau se pusieran en contacto con los dueños del inmueble de cara a comprobar si tuvieran esa sensibilidad y, si no, convencerles.

Las opciones aquí son varias, explican fuentes municipales. Por poner un ejemplo, explicaron que se le podría conceder toda la edificabilidad que permite el plan especial, con lo que el sobrecoste que conllevaría la conservación de la fachada estaría compensado.

2. Declararlo Bien de Relevancia Local

Desde la entidad cívica Círculo para la Defensa del Patrimonio han reclamado que se inicie lo antes posible el trámite de declaración como Bien de Relevancia Local para así incluirlo dentro del mentado catálogo, ése en el que nunca ha estado. Un hecho que visto hoy sorprende, porque “desde 1988 nadie pidió nunca protección para el edificio, ni tampoco en 2004”, recuerdan fuentes municipales.

Con ello se garantizaría su protección y conservación, algo que desde Círculo estiman como perentorio “puesto que se trata de un inmueble con elementos decorativos, ornamentales y estructurales de gran singularidad y únicos en la ciudad de València”.

En concreto, el presidente de esta entidad, César Guardeño, que visitó este lunes tarde el cine, recordaba que las letras de Metropol sólo son parangonables con las del Jerusalem Cinema. “Nuestra asociación considera que en la fachada del Metropol existen motivos ornamentales y tipográficos Art Decó singulares, únicos e irrepetibles y en perfecto estado de conservación, y que son similares a los rótulos de Refugio, y a otros detalles decorativos de otros edificios protegidos legalmente, por lo cual ya constituye suficiente motivo para que sean protegidos por la Administración, dado que tienen una enorme relevancia histórico artística y cultural”, comentaba.

Su propuesta, que apoyan de numerosas personalidades del mundo cultural valenciano, es una opción empero no exenta de problemas. De entrada, es a posteriori. En este punto Sarrià advierte que el propietario podría presentar alegaciones. Y, si al final se declarara Bien de Relevancia Local, “el propietario podría exigir como mínimo el pago de la edificabilidad perdida”. Sarrià, que justificó la actuación de los funcionarios porque dieron la autorización, dice, cumpliendo estrictamente con la legalidad vigente, quiso incidir en que el problema no es tanto ésta licencia, sino el hecho de que se pudiera conceder. Ahora el Ayuntamiento va por detrás.

3. Revisar el plan, declararlo para servicio público y expropiar

La opción más complicada y, por lo tanto, la que prácticamente se da por descartada, pasaría por revisar el plan general para establecer que el inmueble fuera de servicio público. Tras ello, el Ayuntamiento debería expropiarlo en unas cantidades que, atendiendo a la zona, se podrían ir a varios millones de euros.

Asimismo conllevaría un problema posterior, que sería qué hacer con el cine, ya que habría que dotarlo de contenido. El coste de la operación en la actual coyuntura económica es prácticamente inviable.

Igualmente, recuerdan desde el consistorio, cualquier ciudadano podría demandar al Ayuntamiento de València al entender que se estaba beneficiando al propietario de manera irregular, por lo que esta solución sería, además, muy problemática legalmente hablando.

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