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Dónde y por qué puede haber más mociones de censura en municipios de la provincia de Valencia

3/12/2023 - 

VALÈNCIA. La moción de censura de Montserrat ha sido la primera del actual mandato. La de Loriguilla, en junio de 2022, cerró el ciclo del pasado. En los cuatro años de gestión municipal este tipo de maniobra constituye la manera más habitual de provocar –de vez en cuando hay casos históricos como los de Torrent o Turís en los que fracasa por un cambio de voto a última hora en el pleno- una variación en la alcaldía.

Los contextos habituales en los que se produce son principalmente tres:

-Inicia el mandato un equipo de gobierno en minoría. El caso de Monserrat resulta bastante paradigmático. El ejecutivo local lo formaban seis ediles frente a los siete de la oposición. El del partido local AIGUA prefirió no entrar en gobierno del socialista Josep María Mas y en noviembre se ha sumado a PP y Vox para presentarle moción de censura.

-Ruptura de relaciones entre socios de gobierno. Esta situación podría generarse en Albaida. El PSPV rompió semanas atrás su pacto con Compromís, con quien tenía un acuerdo de alternancia en la vara de mando, y renunció a sus delegaciones. El PP fue la formación más votada y no dirige el consistorio debido a ese pacto que se truncó y que configuró una mayoría absoluta que se ha confirmado como inestable. 

Las hostilidades entre socialistas y compromisarios, lejos de atenuarse, se incrementan. Mientras, comienzan las aproximaciones entre posibles firmantes de moción de censura, aunque desde el PSPV matizan que "de momento" y "todavía" no han iniciado negociación alguna con los populares.

Alejandro Quilis, de Compromís, dirige con una precaria minoría Albaida.

Rocafort, Godelleta...

En el pasado mandato se produjo una situación similar en Rocafort, donde Ciudadanos empezó gobernando con el PP; no obstante, en enero de 2022 sus dos concejales abandonaron sus delegaciones y un par de meses después ya presentaban una moción de censura junto al PSPV.

El caso de la complicada políticamente Loriguilla en el mismo año también resulta asimilable. Igualmente se trataba de dos ediles socialistas que renunciaron a sus cargos en un ejecutivo dirigido por Cs y pactaron, previo abandono de militancia de sus respectivos partidos de todos los implicados, con tres concejales del PP.

O Godelleta, de la misma forma con el casi extinto Ciudadanos interviniendo, aunque expulsado su concejal, donde conveniaron con Compromís y PSPV una moción de censura en 2021 para sacar de la alcaldía al PP.

El motivo más habitual

-Motivos personales que llevan a rupturas en partidos. Suele ser una de las causas más habituales y no tiene una explicación ideológica. En Cortes de Pallás, por ejemplo, derivó en 2020 en la marcha de dos concejales de Compromís de la disciplina de su formación para pactar con el PP una alcaldía alterna entre dos ediles de nombre David: Herrera (Compromís) y Gras (PP).

En este mandato comienza a haber movimientos al respecto, como el desmarque de tres concejales del propio PP de su alcalde esta misma semana en la localidad de Torres Torres, Javier Peris, en la comarca de Camp de Morvedre, al no votar a favor una medida de gasto que proponía. El enfrentamiento ya llevaba semanas larvándose.

El epítome de esta situación ocurrió en el municipio de Albalat dels Sorells, en l´Horta Nord, en abril de 2008. Aquel mes seis concejales del PP presentaron una moción de censura contra su propio alcalde, el histórico Vicent Almenar. Sobre un pleno total de 11, un sexteto suponía ya la mayoría absoluta. No necesitaban ni a los ediles de Compromís ni a los de PSPV. Y la moción que dio la vara de mando a José Rafael Tamarit salió adelante.

Cuáles vendrán

Sobre esta base, ¿cuáles pueden ser las próximas mociones de censura? Con un mapa de 266 municipios en la provincia y tres entidades locales resulta complicado señalar. No obstante, no hace falta ser el mítico adivino ciego Tiresias para observar las citadas poblaciones de Albaida y Torres Torres o ir a otras donde se ha gestado un difícil pacto de última hora. De estas últimas existen numerosos ejemplos, empezando por San Antonio de Benagéber, en Camp de Túria.

En esta población la actual alcaldesa, Eva Tejedor, de UCIN, partido con un edil sobre 13, recibió los votos inesperados de dos concejales del PP, dos de Compromís y dos de Vox para que no repitiera el anterior primer edil, Enrique Santafosta, de la agrupación local Aisab.

No obstante, un concejal popular, Enrique Celda, siguiendo las directrices provinciales de su formación, no respaldó el pacto que dio luz verde a un ejecutivo compuesto únicamente por Tejedor y los dos ediles que le apoyaron del PP. Sobre estos últimos pende un expediente informativo.

Tavernes, Loriguilla, Marines...

Pacto de casi última hora también fue el de Tavernes de la Valldigna, donde Compromís decidió la víspera del pleno de investidura que sus tres votos emitirían el nombre de la candidata del PSPV, Lara Romero, que también sumó el de EU. Solo con esos nueve logró superar los ocho del PP de Eva Palomares. En el pasado quedó una campaña electoral de rifirrafes entre socialistas y compromisarios que dilató el acuerdo y podría pasar factura.

Montse Cervera fue investida alcaldesa de Loriguilla con los votos del PSPV.

Pudo su aversión al enemigo ideológico, mientras que en Loriguilla vencieron –en este nuevo mandato también complejo en la localidad- los lazos familiares a las directrices de partido. Javier Cervera, único concejal de Vox –expulsado por esa decisión- votó a la alcaldesa de UCIN, Montse Cervera, que, ante todo, es su hermana. También los dos ediles del PSPV  lo hicieron.

Entre todos sumieron a los cinco del PP en la oposición. El grupo popular lo lidera Sergio Alfaro, alcalde por Ciudadanos en el primer tramo del pasado mandato hasta que fue desalojado en la moción de censura antes referida.

También en Marines y Manises hubo pactos de última hora entre PSPV y Compromís, con acuerdos in extremis que han desembocado en tres años de alcaldía para la primera formación y uno –el último- para la segunda. Como del mismo modo sucedió en Gátova, con un llamativo apoyo de la concejal socialista al PP para evitar que mandara la formación Contigo.

En cualquier caso, el más reseñable, por la magnitud de la población y por la complejidad, fue el suscrito en Alzira entre Compromís, PSPV –que ya llevaban varios mandatos en coalición- y la nueva formación UCIN, compuesta sobre todo, en el caso de la capital de la Ribera Alta, por ex del PP.

Alfons Domínguez ha ganado la alcaldía de Alzira con votos de ex del PP.

Los dos concejales de este último partido decantaban la balanza, y lo hicieron -tal como adelantó en exclusiva Valencia Plaza- por el lado contrario al del candidato que presentó su antigua formación, José Luis Palacios, que fue quien ganó las elecciones aunque empatado a concejales con el aspirante compromisario Alfons Domínguez. Esa animadversión recíproca entre ambos bandos contribuye a asentar un pacto de gobierno que, hasta la fecha, se mantiene estable.

De todos modos, en Alzira existe una mayoría absoluta de gobierno, mientras que Quatretonda, un municipio de casi 2.500 habitantes de la Vall d´Albaida, gestiona el consistorio el PP en minoría. Compromís y PSPV, al contrario que en el pasado, no se pusieron de acuerdo para impedirlo. Como tampoco lo hicieron en Font de la Figuera, en la misma comarca, también con alcaldía popular por ganar las elecciones aunque por escaso margen.

A estas situaciones más previsibles de derivar en una moción de censura se sumarán, a lo largo del mandato, aquellas imprevisibles que surjan por discusiones, enfrentamientos personales y abandono de concejales de sus grupos municipales y paso al de no adscrito. Esto eleva la dificultad de las cábalas. Y quedan tres años y medio de mandato por delante.

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