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El mundo rural valenciano exige una mesa de negociación y avisa que el 36% de tierras está en peligro por fauna salvaje

22/05/2018 - 

VALÈNCIA. El mundo rural valenciano ha alertado este martes que sufre una "extraordinaria regresión" y ha exigido la creación de una mesa de negociación que aborde las reivindicaciones de las organizaciones vinculadas al campo para hacer frente a cuestiones como el déficit de infraestructuras, la pérdida de rentabilidad de los campos, los daños que provoca la fauna salvaje --que pone en peligro el 36% de las tierras-- o la "criminalización" de los cazadores.

Tras un año de reuniones con el ex secretario autonómico de Medio Ambiente Julià Álvaro, en las que se comprometió a estudiar sus peticiones aunque sin llegar a ningún acuerdo, el nuevo titular en el cargo, Fran Quesada, les dijo en su último encuentro que "no sabía nada" y que "allí no había ningún papel" sobre sus reivindicaciones.

Así lo han desvelado en rueda de prensa el presidente de AVA-ASAJA, Cristóbal Aguado; el secretario general de La Unió de Llauradors i Ramaders, Ramón Mampel; y el presidente de la Federación de Caza de la Comunitat Valenciana, Vicente Seguí, quienes han señalado que ante la "nula voluntad de negociación" de Conselleria, "no tenemos más remedio" que convocar manifestación, el próximo 26 de mayo, a las 11.00 horas en la Plaza San Agustín de València #Perunmónruralviu.

Los motivos se reflejan en el informe 'Coyuntura del Medio Rural y su Impacto en la Economía de la Comunitat Valenciana', un documento que analiza los problemas que arrastra este entorno desde hace más de 30 años y que se ha dado a conocer este martes.

El documento señala que el mundo rural -- agricultores, ganaderos, cooperativas, cazadores, pescadores y silvicultores-- ocupa el 70% del territorio de la Comunitat. Sin embargo, desde 1985, las tierras de cultivo han sufrido una merma del 30%, pasando de 933.400 hectáreas a 685.400, de modo que se han abandonado o dejado de cultivar unas 164.000 hectáreas "por falta de rentabilidad".

Esto ha provocado una "importante involución" en la superficie de los principales cultivos: el naranjo (-26%), la viña (-51%), patata (-81%), cebolla (-77%), alcachofa (-63%), melón (-66%), pimiento (-66%), almendra (-26%), limonero (-54%) y tomate (-81%). También el empleo agrario ha descendido en 96.600 personas (-62,7%), de 153.900 personas en 1985 hasta 57.300 en 2017.

El informe alerta además que 842.565 hectáreas de la Comunitat están "en riesgo elevado de sufrir daños por sobrepoblación de la fauna salvaje". Si la superficie total de tierra --de cultivo, prados y pastizales, terreno forestal y otras superficies-- de la Comunitat es 2,3 millones de hectáreas, el 36% está en peligro.

Esto coincide con la caída de las licencias de caza, que de 2000 a 2016 han disminuido un 48%. En este período, las poblaciones de jabalíes se han incrementado un 150%. Por su parte, el aumento de especies como el ciervo, el corzo, el conejo y la cabra montesa en los últimos tres años ha sido del 112%.

La acción depredadora de estas especies silvestres sobre los cultivos y las infraestructuras agrarias se ha traducido, solo en 2017, en pérdidas directas de unos 26 millones de euros.

Ante esta situación, el presidente de AVA-ASAJA, Cristóbal Aguado, ha advertido del "daño" en los campos por el crecimiento de población de la fauna salvaje y ha defendido que se permita a los cazadores "contribuir al equilibrio rural".

También el presidente de la Federación de Caza de la Comunitat Valenciana, Vicente Seguí, ha exigido que en lugar de "prohibir" lo que hay que hacer es "potenciar la caza" para lograr un "equilibrio" en el mundo rural. "Las políticas de no intervención que defienden que el medio ambiente se autorregula son una utopía", ha remarcado.

Además, ha resaltado la contribución de los cazadores valencianos al ecosistema, que han gastado de su propio bolsillo 33 millones de euros en comederos, bebederos, siembras y desbroces entre 2016-2017 y ha tachado de "intolerable" las "agresiones" a los cazadores.

Por su parte, el secretario general de La Unió, Ramón Mampel, ha hecho un llamamiento al "sentido común, a la racionalidad y a escuchar" a estas entidades para "convivir" entre todos y ha resaltado el papel de los cazadores cuando hay superpoblación de fauna salvaje para "ayudar a regular" el mundo rural.

Asimismo, Ramón Mampel ha criticado cómo la dilatación de las Declaraciones de Impacto Ambiental "condicionan mucho" la creación de granjas y la llegada de jóvenes al mundo rural, ha lamentado la falta de "financiación para políticas agrarias", tanto por parte de Conselleria como del Gobierno central, y ha reclamado "proteger" a las personas que viven en el mundo rural.

Los sectores primarios junto a la industria agroalimentaria de la Comunitat son "impulsores" de la economía valenciana, en la que generan 14.623 millones de euros, el 14% del PIB de la región. Sin embargo, "los precios son similares a los de hace 30 años", ha advertido Cristóbal Aguado, quien ha manifestado que en el mundo rural cuenta con peores infraestructuras y servicios que la ciudad se sienten "ninguneados, discriminados y abandonados".

Aguado, que ha destacado la contribución de los agentes del mundo rural al "mantenimiento del paisaje, del patrimonio y para preservar las costumbres, tradiciones y la cultura autóctona, ha reclamado "respeto y apoyo" por parte de las Administraciones y "no ser criminalizados".

En este sentido, ha pedido a la "clase política" que "facilite la vida en el mundo rural" en lugar de "mirar hacia otro lado" y tratar a la población rural como "paletos".

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