efectos del auto que frena la purga del callejero

El 'Negre Lloma' y el 'Tio Cuc', al rincón de pensar

13/01/2017 - 

ALICANTE. El auto judicial que suspende la actualización del callejero de Alicante y lo ajusta a la Ley de Memoria Histórica debe tener, a priori, un evidente efecto más o menos inmediato: la lista de los 46 nuevos nombres propuestos dejan de tener validez. Quedan borrados como si nunca hubiesen existido, al menos hasta que la titular del juzgado de lo Contencioso número 4 decida si su aprobación se ajustó o no al procedimiento legal requerido (el fondo del asunto del recurso presentado por el PP). 

La gran mayoría de esos nuevos nombres ya están en la calle, colocados en las fachadas de los edificios justo en los mismos lugares que antes ocupaban denominaciones con referencias franquistas o vinculados a la Guerra Civil. Como publicó este diario, el proceso de sustitución se había dado prácticamente por completado, sin esperar a los recursos de PP y C's, el pasado 30 de diciembre, con el descubrimiento de la placa dedicada a Miquel Graucuando se organizó un acto simbólico para homenajear al joven alicantino que falleció tras recibir el impacto de un ladrillo lanzado por un militante de Fuerza Nueva mientras participaba en un acto reivindicativo sobre el Estatuto de Autonomía.

Hasta ese momento, el edil de Estadística, Dani Simón (Guanyar), detalló que sólo faltaba por sustituir las placas correspondientes a tres calles: las dedicadas a Adrián López (antes Luis Bellido), a Angelita Rodríguez (antes pasaje Teniente Luciáñez) y la Plaza Feminario (la glorieta ubicada frente a la antigua estación de Benalúa). Este jueves, añadió que podrían faltar por colocarse los nuevos nombres de al menos otras cuatro calles más, que se debían instalar mediante postes. En principio, todo apunta a que no llegarán a colocarse.

La comisión analizó qué calles incluían referencias franquistas que debían eliminarse, como la Plaza de la Divisón Azul, por ejemplo, y planteó nombres alternativos

La lista de 46 nuevos nombres se acordó tras un proceso de estudio y de recogida de propuestas en el seno de una comisión específica de pleno creada en abril con el respaldo de todos los grupos políticos municipales. Esa comisión estaba formada por todos los partidos presentes en el Ayuntamiento, por colectivos vecinales, asociaciones culturales y por representantes de la Universidad de Alicante (UA). La comisión analizó qué calles incluían referencias franquistas que debían eliminarse, como la Plaza de la Divisón Azul, por ejemplo, y planteó nombres alternativos. En ese caso concreto, Plaza de la Igualdad, aunque llegó a proponerse el nombre de Plaza del Pueblo Gitano.

El proceso de selección y redenominación suscitó cierta controversia vecinal e incluso llegaron a plantearse protestas puntuales. Hubo hasta recogida de firmas para mantener nombres como el de la plaza Calvo Sotelo, rebautizada como Plaza de la Puerta de San Francisco. Con todo, la propuesta de renomenclatura se sometió a alegaciones y se incorporaron algunas de las nuevas sugerencias. Después, la lista quedó aprobada en el seno de esa comisión de pleno con el respaldo de todos sus integrantes, salvo el de PP y C's, que rechazaron los criterios que se habían seguido para decidir esos nuevos nombres (el PP habló de sectarismo, de revanchismo y de reescritura de la historia) y reclamaron que el acuerdo definitivo se elevase a pleno. No era una petición baladí: en ese foro, el tripartito no disponía de mayoría y podían dejarla sin efecto. Con todo, PSOE, Guanyar y Compromís arguyeron que no era necesario, ya que la ordenanza municipal que regula el proceso de denominación de calles atribuye la competencia a la Junta de Gobierno.

Ahora, tras el auto conocido este jueves, nuevos nombres como el de Negre Lloma (Capitán Meca), Tío Cuc (Teniente Álvarez Soto), Maestras de La República (Fernando Madroñal) o el que dio inicio al proceso, Las 27 Constituyentes (Adolfo Muñoz Alonso), tendrán que esperar. Todo apunta a que los rótulos nuevos (que, según el tripartito, han supuesto un gasto de 12.000 euros) deberán ser guardados en un almacén hasta que se dilucide su futuro.            

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