PEKÍN (EFE). El Gobierno español pretende situar a las empresas del país en una posición privilegiada para optar a proyectos que plantea China para el desarrollo de la nueva Ruta de la Seda y que podrían llegar a suponer 500.000 millones de dólares en cinco años. Con ese objetivo participan en el foro económico y comercial inaugurado hoy en Pekín sobre la Ruta de la Seda tanto el presidente del Gobierno español, Mariano Rajoy, como su ministro de Fomento, Íñigo de la Serna.
Fue De la Serna quien, en declaraciones a los periodistas tras la sesión inaugural de este evento a cargo del presidente chino, Xi Jinping, destacó la trascendencia que España otorga a los planes de China para la iniciativa que pretende mejorar su conexión y su comercio con el resto de Asia, Europa y África. Una Ruta de la Seda que el ministro señaló que Rajoy considera como "el proyecto del siglo".
A España le interesa estar presente tanto para mejorar la situación del comercio con China, como para participar en el despliegue de infraestructuras en ese país y en terceros, y para mejorar cifras en ámbitos como el del turismo. El ministro precisó que aún es pronto para determinar la inversión que se pondrá en marcha, pero recordó que ya hay un fondo específico para la Nueva Ruta de la Seda por valor de 40.000 millones de dólares, así como que el Banco Asiático de Inversiones e Infraestructuras destinará otros 100.000 millones para la financiación de muchos de los proyectos.
El desarrollo de todo ello puede generar "cifras astronómicas" como los 500.000 millones de dólares que, según De la Serna, podrían suponer proyectos tanto en China como en otros países. "España necesariamente tiene que estar ahí", resaltó el ministro, que dijo que debe hacerlo tanto por los estrechos lazos comerciales desde hace siglos con China como por los proyectos de colaboración que ya existen y los que puede haber en el futuro entre empresas de los dos países.
En concreto, explicó que ya se está trabajando en la presencia conjunta en el Reino Unido para líneas de alta velocidad y para ello se está hablando con la empresa de ferrocarriles de Hong-Kong y con la China Railway Corporation. Todo ello cree que permite crear lazos para colaboraciones futuras en la Nueva Ruta de la Seda, como podrían ser actuaciones conjuntas en Pakistán. Para el ministro, las empresas españolas tienen muchas oportunidades de negocio en materia de infraestructuras tras haber demostrado su calidad y experiencia en proyectos repartidos por todo el mundo.
La prioridad es el ferrocarril, ya que China prevé duplicar, hasta los 40.000 kilómetros en 2035, la líneas de alta velocidad que tiene en la actualidad. También ve oportunidades en la extensión de la red de metro o en la construcción de autopistas. Y en el sector portuario explicó que hay buenas relaciones con puertos españoles como el de València o Algeciras y pueden mejorarse.
Respecto al ámbito comercial, señaló que España desea reducir el déficit que tiene en sus relaciones con China, y para ello defendió la eliminación de trabas proteccionistas en sectores como el agroalimentario. Como ejemplo de productos con un gran potencial citó los del sector cárnico (objetivo a corto plazo es que se autorice la importación de productos con hueso derivados del cerdo) o el sector frutícola.
Para favorecer el intercambio comercial destacó la importancia del ferrocarril ya existente entre la ciudad china de Yiwu y Madrid (la línea de tren más larga del mundo, con 13.000 kilómetros). El ministro se refirió igualmente al interés de España por recibir más turistas chinos (el año pasado fueron casi 400.000) y a la importancia que para ello tiene el aumento de las líneas de conexión aérea. Por ello defendió que sigan incrementándose y confió que próximamente, después del interés de algunas líneas aéreas y de las negociaciones que está realizando Aena, pueda haber un enlace entre España y la ciudad china de Cantón.
