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entrevista a maría josé ferrer san segundo, diputada del pp

"El TC no habría tratado igual a los catalanes o vascos sobre el derecho civil"

14/05/2016 - 

VALENCIA. María José Ferrer de San Segundo (Valencia, 1962) iba para violinista, pianista o periodista, pero acabó siendo abogada, aunque probó en la política a mediados de los 80 en el Partido Reformista Democrático (PRD). En la pasada campaña de las elecciones autonómicas decidió aceptar la oferta del PPCV para incorporarse como independiente en la candidatura popular. Dejó su despacho y otras actividades para dedicarse "en cuerpo y alma" a su labor como diputada en Les Corts: ahora, se ha convertido en una de las parlamentarias más incisivas de la bancada popular. Se le ha visto poner en apuros a la consellera de Justicia, Gabriela Bravo, o defender con ahínco la posición de su grupo sobre el derecho civil valenciano, en el que es una experta.

"El Tribunal Constitucional no habría hecho a los catalanes o vascos una sentencia sobre el derecho civil como la que ha decidido sobre el valenciano", manifiesta durante el encuentro la parlamentaria, quien recientemente ha decidido dejar su condición independiente para afiliarse al PP. "Es un momento importante para colaborar y manifestar compromiso y este partido es la opción a mi juicio más sólida para defender los intereses de los valencianos", explica, si bien admite que son necesarias reformas en la formación popular

-¿Cómo ha vivido estos diez meses de debate parlamentario? ¿Está disfrutando la experiencia?
-Es apasionante. Lo he dejado todo por esto, aunque sea algo temporal, y estoy contentísima por mi decisión. Estoy aprendiendo en Les Corts porque al fin y al cabo soy novata pero poco a poco voy cogiéndome, conociendo mejor el funcionamiento, el reglamento... Por otro lado, me gusta también el contacto con los colectivos y también la relación con los medios de comunicación, que son fundamentales para transmitir las cosas que hacemos.

-Ha tenido algunos enganchones con Enric Morera...
-No, no. El trato del presidente de Les Corts siempre ha sido exquisito. Es cierto que alguna vez tienes algún rifirrafe con los tiempos o cosas similares, pero Morera ha sido muy correcto en todo momento, dentro y fuera del hemiciclo.

-¿Se siente el PP sólo en Les Corts? ¿Cómo está viendo el papel de Ciudadanos?
-La verdad es que en ocasiones tengo la sensación de que estamos, no frente a un tripartito, sino a un cuatripartito, porque C's trata de diferenciarse tanto a veces que no nos apoyan iniciativas que creo que sí podrían respaldar. Les veo un poco de Síndrome de Estocolmo en ocasiones. Tenemos que romper esa dinámica en la cámara de que todo lo que propone el PP deba generar rechazo. Por ejemplo, estoy trabajando ahora en una propuesta para acortar los tiempos de los juzgados de familia: no puede ser que un divorcio se pueda sustanciar en 15 días en Valencia y si sales de la capital uno deba esperar meses con los problemas personales que se producen en esos temas. A ver si hay colaboración con esa iniciativa. 

-¿Qué otras propuestas ha presentado que le hayan generado satisfacción?
-Presenté un decálogo sobre la violencia psicológica meses atrás y llamó una mujer al Grupo Parlamentario Popular que había leído la proposición y quería hablar con alguien porque había visto reflejada su realidad. Tienes una sensación de 'cómo me gusta este trabajo'.

-Con quien tuvo un gran rifirrafe fue con la consellera Gabriela Bravo. ¿Ha hablado con ella después de eso?
-Sí, sí, además le tengo un gran respeto. Más que una discusión es que me quedé estupefacta porque no hubiera ninguna mujer en la comisión de la reforma de la Función Pública y por sus explicaciones. Me pareció un error gravísimo, y que me dijera que la presencia de la mujer en ese campo es escaso e irrelevante... En fin, fue lamentable la decisión y la respuesta, porque hay especialistas en ello de sobra. 

-¿Cómo gestiona alguien que viene de fuera una situación en la que los principales ataques al PP vienen de su etapa en gobiernos anteriores?
-Una vez aceptas entrar en esa candidatura hay que asumirlo. Es casi aquello de en lo bueno y en lo malo, en la salud y en la enfermedad... Ahora bien, es cierto que los primeros meses llegaba a mi casa y me decía: "No sé si voy a soportar esto". Es normal si tienes algo de sensibilidad. Las cuestiones en las que haya habido errores hay que aceptarlas y pedir perdón cuando toque y también hay que rectificar las cosas que se puedan mejorar. El grupo está votando cosas distintas que en anteriores legislaturas porque hay que entender también que hay circunstancias que han cambiado. Lo que no se puede utilizar es al PP constantemente para no gestionar. El otro día por ejemplo cuestionaba el vídeo del orgullo valenciano y me respondieron: "Vosotros no estáis legitimados para hablar del audiovisual". De eso nada, estamos aquí para decir lo que pensamos.

-Usted está en la comisión de la reforma del Estatuto y la ley electoral. ¿Cuál es la posición del PP respecto al listón electoral? ¿Ha cambiado en algo su rechazo?
-La reforma del sistema electoral debe abarcar todo el sistema. Hay un apartado que está en la Ley de Régimen Electoral y otro en el propio Estatuto. Lo que decimos es que si no hay unos comicios autonómicos a la vista, proponemos un estudio serio para abordar la reforma de todo el sistema. Nosotros en el PP estamos trabajando en estudios sobre primarias, sistemas abiertos, listas desbloqueadas... Hemos estudiado, por ejemplo, que esa barrera electoral del 5% sea autonómica y no provincial. Al final, no hay que legislar en caliente y la sensación es que la izquierda parece pensar solo en este punto en una posible entrada de Esquerra Unida. Esto hay que plantearlo de una forma más profunda y a largo plazo. Por otro lado, si hablamos de la apertura de listas, hay que estudiar si primamos la estabilidad o la proporcionalidad.

-¿El sistema de Camps lo ha estudiado?
-No lo conozco en profundidad, pero sé que planteaba un sistema mayoritario aunque con una parte de comarcalización. Ya que se abre el tema, hay que estudiarlo todo.

-Usted está muy encima del derecho civil valenciano. ¿Qué le ha parecido la sentencia del Constitucional que anula la Ley de Régimen Económico Matrimonial Valenciano?
-Muy decepcionante. Es enormemente restrictiva y me parece que esta sentencia no se la habrían hecho a una ley catalana, vasca o navarra. Es una falta de respeto y me duele además de no haber visto referencias en medios nacionales. No quiero ni pensar lo que habría pasado si esta decisión hubiera sido sobre las autonomías que he citado.

-¿Ha faltado unidad en esto en los valencianos? Es curioso porque aquí compartían criterio PP y Compromís...
-Sí. En cuanto a Les Corts, Ciudadanos ni está ni se le espera: votó en contra, al igual que sobre la deuda histórica o sobre las inversiones de la reforma estatutaria. Podemos llevó una actitud de 'sí pero no' y al final una abstención, y el presidente de la Generalitat, Ximo Puig, envió in extremis una cartita, perdón que lo diga así, pero es que es una cartita diciendo: "Oiga por favor retire esos recursos", pero se le olvidó decir que los dos primeros recursos, el de la sentencia incluido, lo interpuso el Gobierno de Rodríguez Zapatero. En resumen, el mal no sólo viene de Almansa. Se ha hecho mucha doctrina de que el caso valenciano es único: efectivamente es único porque los demás pudieron recuperar los fueros y nosotros no. Por argumentos históricos, nosotros tuvimos derecho y lo perdimos injustamente.

-Hay un voto particular de uno de los magistrados que habla de que se anularon artículos recurridos fuera de plazo...
-Es que esto no tiene precedentes. El Gobierno de Zapatero cuando se reúne la comisión bilateral solo cuestiona algunos artículos, no cuestiona la competencia. No cuestiona que el régimen matrimonial sea la separación de bienes. Los que vivieron esa negociación dicen que fue humillante y, finalmente, cuando se cierra el plazo, presentan el recurso pero a toda la ley, cuando no lo habían hecho en tiempo, y cuestionan entonces la competencia, cosa que no habían hecho antes. El Tribunal Constitucional, en una actuación casi sin precedentes hace lo mismo, declara nulos los artículos que se recurrieron en tiempo y, por conexión, todos lo demás. Desde el PPCV y el grupo parlamentario estamos planteando nuestra hoja de ruta sobre lo que está pasando y estamos actuando sobre ello. Para empezar, Puig debería haber solicitado la convocatoria de la comisión bilateral para tratar de que los fallos quedaran en suspenso. No se están apurando los mecanismos legales por parte del Consell para frenar esta situación.

-Sin embargo, fue un gobierno del PP que interpuso el tercer recurso y los ha mantenido durante el mandato de Rajoy...
-Isabel Bonig lo ha intentado y sigue haciéndolo, pero es que el Consell, en estos diez meses, no ha utilizado ninguno de los mecanismos legales para frenar esto. Hablamos con el ministro personalmente y recordaba que existían informes contra el derecho civil valenciano: esta es una tendencia científica en Madrid muy difícil de destruir pero ante la que hay que pelear. Yo vi al ministro muy abierto a que se pudiera convocar esa comisión bilateral. Lo que no se puede pedir a un Gobierno con informes técnicos de su lado que motu proprio, con una cartita, reaccione. Es un tema difícil y de hecho hasta a diez magistrados les está costando entenderlo. 

-Los medios nacionales lo han ignorado y tampoco se ha transmitido demasiado desde los valencianos la importancia de poder legislar en derecho civil. 
-Es cierto que es un asunto que habría merecido una amplia cobertura y desde más lejos, tal y como precisamente se ha hecho en Valencia Plaza. El problema es que al final se traslada a la sociedad que es un asunto no demasiado importante. Estamos en el siglo XXI y no entiendo que unas autonomías puedan legislar y otras no, y tampoco es comprensible que ningún gobierno de España, por ejemplo, haya legislado sobre uniones de hecho y a nosotros no nos lo quieran permitir. Qué pasa si la pareja se rompe, qué pasa si fallece uno de los dos... Debemos hablar, como digo, del derecho civil autonómico del siglo XXI y eso se ha hecho en otras comunidades autónomas no bordeando, sino haciendo volteretas sobre la Constitución. El derecho civil debería estudiarse en los colegios porque es lo que le pasa a la gente desde que nace hasta que muere, es lo más próximo a los ciudadanos. 

-Como experta en derecho civil, el hecho que durante ocho años haya estado en vigor una ley de Régimen Económico Matrimonial, ¿cómo puede afectar jurídicamente a las familias?
-Esto es fuente de litigio. La sentencia dice que este régimen no vale, pero mantiene la separación de bienes para los que se casaron sin capitulaciones entre 2008 y la sentencia. Y digo yo: ¿qué régimen de separación de bienes?, ¿el del Código Civil o el de esa ley anulada? Porque en caso de ruptura, por ejemplo, son diferentes. Es sólo una muestra de problemas que puede haber y creo que puede haber más aún en la custodia compartida. Para una cuestión tan compleja, la sentencia es demasiado simple. Yo la llamo la sentencia del cuarto de hora.

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