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condicionan el apoyo a la ley de la sindicatura de comptes si el pp también participa

El viraje de Ciudadanos: alineado con el PP y más crítico con el Consell

26/10/2017 - 

VALÈNCIA. Cuando la dirección nacional confirmó el destierro de los diputados críticos de Ciudadanos, ahora en la bancada de los no adscritos, se especuló sobre un posible viraje hacía la derecha, hacía postulados más próximos con el PP. Pese a que desde la formación naranja se indicó que mantendría la misma política, la intención de ser mucho más críticos con el Consell que en la etapa anterior hacía ver una posible aproximación a las tesis de los populares.

Aunque en los primeros meses solo se apuntaron algunos detalles que podían augurar una posible comunión de críticas entre ambos partidos, no fue hasta la llegada del Debate de Política General cuando Ciudadanos mostró un perfil más agresivo con el Consell y, sin ir de la mano con el PP, más próximo a las posturas de los de Isabel Bonig en la Comunitat Valenciana. El recurso de Cataluña, de sacar a la luz el supuesto catalanismo del bipartito, fue una estrategia que también utilizaron los populares. De hecho, el pleno extraordinario para validar el plurilingüismo en las aulas de niños de dos años fue el anticipo de una coincidencia de argumentos críticos contra la gestión del Ejecutivo valenciano.

Isabel Bonig. Foto: KIKE TABERNER

Con el desafío independentista del gobierno de Carles Puigdemont en plena ebullición, ambos partidos también se han manifestado en contra del supuesto "adoctrinamiento" en los colegios valencianos y que podría derivar en la situación de la enseñanza catalana a juicio de naranjas y populares. Aún así, los roces en el pasado Debate de Política General, provocados porque Ciudadanos aplicó el veto a las más de mil propuestas de resolución del PP al entender que se estaba obstruyendo las sesiones, fueron el único distanciamiento entre los partidos.

La demostración que Ciudadanos y PP tienen una mejor relación se evidenció este miércoles con las negociaciones para aprobar la reforma de la Sindicatura de Comptes, que se votará 24 horas después de lo previsto en un principio -este jueves- con la unanimidad de todos los grupos. Eso sí, la fumata blanca ha costado. Dicha ley viene trabajándose en los diferentes grupos -especialmente, por Cs y Podemos- desde diciembre de 2015 y formaba parte de la lista de deberes pendientes de Les Corts desde que el pasado mes de julio cayera del orden del día del pleno. Entonces, unas enmiendas de Podemos registradas a última hora hicieron que Ciudadanos solicitara una prórroga, ya que, de lo contrario, se abstendría o votaría en contra.

El diputado de Cs, Toni Woodward, es el encargado de trabajar en la reforma de la ley de la Sindicatura de Comptes. Foto: corts

Tres meses después de aquello, casi se repite aquella jugada. No en vano, el partido naranja exigía que la ley tuviera el consenso de todos los partidos para llevarse al pleno. O lo que es lo mismo: que no se podía aprobar sin el concurso del PP. Es más, la formación que dirige Mari Carmen Sánchez ya puso como condición sine qua non antes de las vacaciones estivales -un período que serviría a los grupos para estudiar las propuestas del partido que lidera Antonio Estañ-, que los cambios en algunos artículos fuesen, al menos trasladados a todos los partidos. Así, Podemos, impulsor de esta reforma, quedó encargado de reunirse con todos ellos. Y ante la incompatibilidad de agendas, Podemos y PP contactaron sólo vía email para detallar todas las propuestas. Los populares, no obstante, renegaron de aquello por su informalidad.

Con este escenario, Ciudadanos se negaba a apoyar la reforma si no lo hacía el PP, quería absoluto consenso. Y todo, a pesar de que estaban a favor de todas las enmiendas y éstas estaban ya transaccionadas con los morados. Para que la votación saliera adelante, no era necesario el apoyo del PP. Los tres partidos que sustentan el Botànic, junto a cinco diputados no adscritos y Ciudadanos, rebasan la mayoría de dos tercios requerida. 

Mari Carmen Sánchez. Foto: KIKE TABERNER

La jugada aunque se solucionó aplazando la votación a este jueves, molestó en Podemos. "Aquí el PP coge frío y Ciudadanos estornuda", comentaban miembros del partido de los círculos en los pasillos de Les Corts. No obstante, y tras una reunión de todos los grupos parlamentarios en la tarde de este miércoles, los populares aceptaron sacar adelante la reforma en el pleno de este jueves. La alianza entre PP y Cs se hacía visible.

Más allá de Cataluña

Este movimiento de Ciudadanos no es la único que ha realizado la formación naranja coincidiendo con la estrategia del PP. Más allá de las similitudes entre ambos partidos en sus críticas al Consell por su supuesto catalanismo y que se han traducido, incluso, en la utilización de vocabulario idéntico, en las últimas Juntas de Síndics PP y Ciudadanos han compartido intereses. Aunque en este caso han contado con otro compañero inesperado como es Podemos, con una posición más guerrera frente al Consell.

Cs y PP propusieron que en el pleno posterior a la celebración del Debate de Política General el president de la Generalitat Valenciana, Ximo Puig, se sometiera a la tradicional sesión de control en lugar de retrasar ese ejercicio de fiscalización parlamentario una semana para dar entrada a las leyes pendientes de aprobar y con las que se ha generado un auténtico tapón. El partido de la gaviota y Ciudadanos forzaron la comparecencia de Puig. Eso sí, con apoyo morado.

El síndic de Podemos en Les Corts, Antonio Estañ. Foto: KIKE TABERNER

También con el respaldo de Podemos, los dos partidos criticaron en la Junta de Síndics de la semana del 9 d'Octubre la ausencia en ese pleno de al menor cinco consellers del bipartito. Una comunión de puntos de vista que se evidencia cada vez más.

La última muestra de ello ha sido la confirmación por parte de los de Albert Rivera de no acudir a la manifestación por una financiación justa que se celebrará el próximo 18 de noviembre y que está organizado por las dos principales centrales sindicales y a la cual se han adherido fuerzas políticas y agentes sociales, cívicos, económicos y culturales de la Comunitat Valenciana. La utilización de los argumentos de "no crear más tensión, ni enfrentamientos entre territorios" y de "los problemas no se arreglan desde la pancarta" de Ciudadanos tienen pocas diferencias de las razones dadas por el PP.

Pese a los esfuerzos por parecer como un partido muy crítico con la gestión del Govern del Botànic y desquitarse el apelativo de "muleta del Consell" que le impuso el PP durante la etapa de Alexis Marí y, al mismo tiempo, denunciante de los casos de corrupción de los populares, las coincidencias muestran un acercamiento ideológico. Un giro que también se observa en los movimientos a seguir.

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