Estados Unidos reivindica en València su ‘melting pot’ musical a través de un documental

VALÈNCIA. De Light My Fire a Oh Happy Day; de Summertime a Burning love. El documental America´s Musical Journey, cuyo estreno en España acogió ayer l’Hemisfèric, reivindica la diversidad de ritmos que atesora Estados Unidos, ese melting pot musical en el que sonidos procedentes de todas las esquinas del globo terráqueo se han ido fusionado a lo largo de los siglos. Gospel, rock, rap, country, salsa, jazz…Una alquimia audiovisual condensada en 40 minutos que invita a visitar el otro lado del Atlántico.

Si a lo largo de la novela On the Road Jack Kerouac conduce a los lectores a través de las carreteras estadounidenses, aquí es el director Greg MacGillivray quien transporta al espectador por las ciudades más emblemáticas a nivel sonoro del país norteamericano. Este viaje en 3D toma como hilo conductor al cantante y compositor Aloe Blacc, quien emprende un peregrinaje para descubrir sus propias raíces musicales callejeando por Orleans, Nueva York, Miami, Chicago o Nashville, entre otras urbes. Titulado en España Ritmos de América, el proyecto ha sido impulsado por por Brand USA, entidad responsable de la difusión turística de Estados Unidos; MacGillivray Freeman Films; Air Canada y Expedia Group.

En este recorrido de partitura en partitura, Blacc no está solo, sino que se va acompañando de expertos musicales y artistas actuales que abordan tanto las nuevas tendencias en auge como el legado de Elvis y Louis Armstrong, entre otras figuras capitales de la industria musical. Así, America´s Musical Journey, que cuenta con Morgan Freeman en el papel de narrador, rinde homenaje a los ritmos africanos traídos por los esclavos, recuerda la revolución social que supuso la aparición del rock en pleno siglo XX y expone el papel esencial del jazz en la conformación del ámbito cultural contemporáneo. También hay espacio para la música tradicional de los nativos norteamericanos, ámbito muy poco explorado por el público mediterráneo.

La elección de la Ciudad de las Artes y las Ciencias (CAC) de València como lugar de estreno en España de este documental no es en absoluto una decisión dejada al azar. Según señala a Cultur Plaza Anne Madison, vicepresidenta de Comunicación y Estrategia de Brand USA, para lograr un visitando óptimo de la obra se necesita “una sala IMAX increíble” y, en su opinión, la del Hemisfèric “ofrece una fabulosa vivencia envolvente”. Una postura que comparte el director de la CAC, Enrique Vidal, quien apunta que  “más que una película, Ritmos de América es una experiencia audiovisual que solo se puede disfrutar en toda su amplitud en un lugar como L’ Hemisfèric¨. Por otro lado, Madison señala que han decidido traer la pieza a nuestro país ya que consideran España “uno de los mercados más importantes para el turismo estadounidense”. 

Una bienvenida en 3D

A pesar de su tono cálido, amable e integrador, Ritmos de América llega a nuestro país en un momento en el que Estados Unidos se enfrenta a varias crisis a nivel internacional debido a cuestiones como las polémicas políticas de migración impulsadas por Donald Trump. En ese sentido, Madison considera que la cinta “refleja el verdadero espíritu estadounidense, su energía, su diversidad y su manera de dar la bienvenida”.

De hecho, más allá de un fresco sobre la música estadounidense, el documental pretende ejercer como carta de presentación del país americano. Una bienvenida en 3D, pues. No en vano, para Madison la música juega un papel esencial a la hora de conocer una sociedad. Así, señala que durante mucho tiempo, "antes incluso de que naciera la promoción del turismo", la manera en la que las personas descubrían un lugar "era a través de la música”, que, a fin de cuentas, representa “un lenguaje universal”.

La fusión, las oportunidades que ofrece la mezcla de distintas culturas, tradicionales y estilos es una de las cuestiones que surge una y otra vez a lo largo del documental. ¿Podemos entonces entender la música como una forma de reivindicar las potencialidades de la diversidad? Así lo cree Madison, quien señala a Cultur Plaza que una de las razones por las que su organismo se decidió a centrar esta obra en el universo musical es que este sector “muestra de una manera muy clara la diversidad de Estados Unidos y la influencia que todas las personas alrededor del mundo tuvieron en la creación de este país”. No en vano, el documental hace especial hincapié en el papel que jugaron los inmigrantes llegados en distintas épocas al incorporar sus ritmos e instrumentos natales en la configuración cultural de la vida estadounidense. 

Pero America´s Musical Journey no habla desde el pasado, sino que se acerca a la música como un organismo vivo, que habita el presente y se encuentra en constante evolución. A este respecto, Madison señala que, si Estados Unidos ha logrado mantener vigentes tantos estilos musicales diversos, se debe a que estos sonidos “se han seguido desarrollando y cada vez más personas han aportado sus vivencias”. De igual modo, considera los descubrimientos sonoros como una fuente de inspiración, pues, para la representante de Brand USA “la música se crea a raíz de experiencias”.

Por su parte, Shaun MacGillivray, productor de del documental y presidente de MacGillivray Freeman Films, subraya que “la música une a la gente, especialmente en EEUU, donde la diversidad y la libertad creativa son una parte fundamental de la cultura”. "Aprovechamos la experiencia inmersiva en la pantalla 3D para contar la historia musical de América y su patrimonio cultural de una forma nueva y muy poderosa. Espero que, después de ver este filme, la gente se inspire a explorar su propio lado creativo”, concluye. 

Tras su paso por València, Ritmos de América - que ya ha sido estrenado en países como Francia, México o India- se proyectará en salas IMAX y 3D de toda España.