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el billete / OPINIÓN

Financiación: Más difícil todavía

Los valencianos estamos solos en la pelea por una nueva financiación autonómica. Como dijo Puig, "no será fácil"

11/10/2015 - 

"Sabemos que no será fácil, nunca lo ha sido para las valencianas y los valencianos. Habrá que romper tópico y la inercia de muchos años. Habrá que hacer pedagogía. Habrá que tener la sangre fría, coraje e inteligencia”. Estas palabras de Ximo Puig en el acto institucional del 9 d’Octubre en el Palau de la Generalitat reflejan la sensación que a uno le queda después de leer -¿lo acababan de leer sus asesores al preparar el discurso?- el Infome global del Consejo de Política Fiscal y Financiera (CPFF) sobre los análisis del actual sistema de financiación autonómica que 15 comunidades (todas menos País Vasco y Navarra) han presentado. El documento es la base para iniciar la negociación sobre el nuevo sistema, que es la causa que ha unido a los valencianos por primera vez sin fisuras –de momento- en la reciente democracia.

Ya puede el conseller de Hacienda, Vicent Soler, acertar en la elección de un sustituto/a de Julián López -sorprendente la espantà del secretario autonómico de Modelo Económico y Financiación- con sangre fría, coraje e inteligencia, porque del citado documento se deduce que estamos solos, que nosotros somos nosotros y nuestra circunstancia, que diría Ortega, circunstancia que tenemos que salvar frente a una mayoría de CCAA que no ve tan claro lo que aquí es una evidencia. Solo Murcia y Baleares podrían apoyarnos, porque Canarias y Madrid, también infrafinanciadas, tienen sus propias circunstancias.

De hecho, la reivindicación de que el nuevo sistema de financiación se aplique con efectos retroactivos a 1-1-2014 solo la plantean Canarias y Valencia. La apoyarían Murcia, Baleares y quizá Madrid, pero el resto, incluido el ministro Cristóbal Montoro, está en contra. La diferencia entre que se conceda o no puede ser de cientos -quizá miles- de millones para la Comunitat.

El Informe global es una excelente herramienta para preparar la guerra que se va a librar en el seno del CPFF, pues revela la visión y hasta la estrategia de cada gobierno autonómico. Sirve también para conocer otras quejas que en la Comunitat Valenciana nunca se han puesto encima de la mesa y que parecen tan justificadas como las nuestras.

Otras dirán que nuestro problema de financiación procede de la corrupción, idiotez que ha calado muy hondo entre los opinadores de la capital

Por ejemplo, cuando se cedió el 50% del IRPF a las CCAA y se les dio capacidad normativa sobre esa mitad del impuesto se dijo que este aumento de la autonomía financiera beneficiaba a todas, pero no es así, según explica Andalucía. ¿Por qué? Porque las de menor renta per cápita, como Extremadura o Andalucía, necesitan para conseguir los mismos ingresos elevar más los impuestos que las de más renta. Así, “el aumento de una décima en el tipo medio del IRPF lograría 6 euros por habitante en Andalucía, el doble en Madrid -12 euros por habitante-, y casi el doble en Cataluña o Aragón -10 euros-”, afirman los andaluces. Un dato a tener en cuenta si se plantea la cesión de más IRPF a las comunidades, porque la valenciana tampoco saldría especialmente beneficiada al tener una renta per cápita inferior a la media.

Las mejor financiadas (Galicia, La Rioja, Asturias, Cantabria, Aragón...) tienen su estrategia clara: mantener el statu quo con algunos retoques, como se hizo en 2009. Incompatible con la idea valenciana, que es romper el statu quo y partir de cero. Esas comunidades sufrieron, como todas, la caída de ingresos por la crisis y no llegaron a cubrir gastos de sanidad, educación y servicios sociales algunos años. Asturias asegura que el sistema es bueno, que lo que falló fue la recaudación por la crisis. Sin embargo, Valencia, Murcia o Baleares nunca cubrieron ni cubrirán gastos con este ni con el anterior sistema, ni siquiera en los años de vino y rosas. Son las infrafinanciadas.

Como desveló este sábado Valencia Plaza, La Rioja se descuelga con un informe que parece responder al de la Comunitat, que en el suyo afirma que la riojana es la única autonomía que en el período 2009-2013 ha obtenido financiación suficiente para sanidad, educación y servicios sociales todos los años sin excepción. La Rioja señala a Valencia, Murcia y Baleares como las más beneficiadas por el cambio de sistema en 2009, y si no pide una compensación es porque la desfachatez tiene un límite. Eso sí, reclama mejoras para su circunstancia, por pedir que no quede.

Si una es capaz de decir que los valencianos somos los más beneficiados, otras atacarán con que nuestro problema de financiación procede de la corrupción, idiotez que ha calado muy hondo entre los opinadores de la capital. "No será fácil", dijo Puig. En medio de tanto ruido de 15 las comunidades con argumentos tan dispares lo difícil no será ya convencer, sino hacerse oír. 

“Tenemos que mantener esa unidad y hacerla cada día más grande, sumando a nuestro acuerdo a todos y cada uno de los valencianos y valencianas”, proclamó el president el 9 d’Octubre. La unidad, otro reto. Verás qué poco tarda en emerger la corriente de ¡basta de victimismo!, ¡menos llorar y más trabajar! y ¡los que nos han robado han sido nuestros gobernantes!

Fabra, sin Alta Distinción

Fue Eduardo Zaplana quien instauró la costumbre de otorgar la Alta Distinción de la Generalitat a los expresidentes valencianos. En su primer 9 d’Octubre (1995) se acordó de los dos presidentes de la transición, Josep Lluís Albiñana y Enrique Monsonís, y la otorgó también al socialista Joan Lerma, a quien había desbancado seis meses antes. El reconocimiento se concede, según el decreto de creación, a “personas físicas o entidades que se han distinguido en su actividad al servicio de los intereses de la Comunitat Valenciana”, así que parece lógico que, más allá de sus errores, se reconozca que un presidente de la Generalitat ha estado o ha intentado estar al servicio de los intereses de los valencianos. Así se hizo con Zaplana en el 9 d’Octubre posterior a su dimisión y con José Luis Olivas en 2004, con un año de retraso (Olivas fue distinguido también con la presidencia de Bancaja, donde demostró que no merecía ni una cosa ni la otra).

La costumbre se rompió con Francisco Camps por razones obvias y no se ha retomado con Alberto Fabra, a quien nadie puede negar el esfuerzo realizado -sí el acierto- en esta complicada coyuntura. Obviamente, no procedía concederle la Alta Distinción en el mismo acto que a la Asociación de Víctimas del Metro 3 de Julio, con la que cometió el error más hiriente de su legislatura, pero ¿se acordaran Puig y Oltra de él el año que viene?

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