VALÈNCIA. Desde el viernes pasado, las calles de Gandia cuentan con una nueva decoración. Ahora, cuando una persona camina por el paseo de Germanías, o se toma un café en la plaza Mayor, puede contemplar unas imágenes que han venido para quedarse, al menos durante dos semanas. El cambio de look a la ciudad empezó a las 0:00h del 12 de mayo, cuando los candidatos y las candidatas a la alcaldía gandiense acudieron, con cubos y escobas en mano, a la plaza ubicada frente al ayuntamiento. Su misión: pegar los carteles que representan su proyecto para las elecciones municipales del 28M.
Anuncios de todos los colores e ideologías, porque este 2023, la ciudadanía de la capital de la Safor tiene variedad donde elegir. Nueve candidaturas para 75.911 habitantes. El multipartidismo rige en la política de la ciudad ducal desde hace años. Sin embargo, la pluralidad que caracteriza a estos comicios se ha formado, en su mayoría, a partir de las escisiones y migraciones políticas que han protagonizado los miembros de varios partidos.
La excepción a la regla ha caído en manos del PSPV-PSOE el cual se ha librado de discrepancias internas. Durante 36 años, los socialistas han sido quienes han regido la alcaldía gandiense, salvo en dos ocasiones. La primera durante la legislatura del 1979 al 1983 con Juan Ramón Catalá de Unión de Centro Democrático (UCD) al frente; y la segunda, la de 2011-2015 cuando el candidato del Partido Popular, Arturo Torró, obtuvo la mayoría absoluta (13 de 25 concejales).
Desde Torró, ningún partido ha conseguido votos suficientes para gobernar en solitario. Los comicios de 2015 y 2019 terminaron en la creación de un gobierno de coalición entre el PSOE y Compromís bautizado como "el gobierno del Serpis". Sin embargo, en 2015 necesitaron también del apoyo de Ciudadanos ━encabezado por el que ya no forma parte del partido, Ciro Palmer━. Su voto fue decisivo para conseguir un cambio de gobierno, que había estado en manos del alcalde popular.
Sea a través de pactos de gobierno o por los propios resultados electorales, los socialistas cuentan con una larga trayectoria en el gobierno de Gandia. Ahora, su candidato, José Manuel Prieto, aspira a revalidar la alcaldía que asumió en 2021 cuando Diana Morant se convirtió en ministra de Ciencia e Innovación. Apela a la confianza de la ciudadanía para continuar en el cargo; evita los comentarios sobre pactos con una izquierda, que ahora está dividida; y se enfrenta a un Partido Popular con imagen renovada y un cabeza de lista, Juan Carlos Moragues, que arrastra años de experiencia de gestión política autonómica.
Rivalidad histórica
Los históricos rivales en las urnas, PP y PSOE, se rodean este año de siete opciones políticas más en la capital de la Safor. Existen algunas simetrías entre ambas candidaturas y sus sedes electorales se distancian a pocos metros, pero cada formación ha tenido clara su función durante la precampaña. Cuando los populares han anunciado algún proyecto para Gandia, la respuesta de los socialistas no ha tardado en llegar. Por su parte, el Partido Popular ha continuado ejerciendo el papel de la oposición que ha tenido esta legislatura. En las últimas semanas, ha mirado con lupa cada movimiento de sus rivales y ha denunciado ante la Junta Electoral acciones consideradas electoralistas, que finalmente han sido desestimadas o resueltas a favor.
Más allá de la oposición, el que fue conseller de Hacienda (2012-2015) y delegado de Gobierno de la Comunitat Valenciana (2015-2018), Juan Carlos Moragues, ha anunciado varias ideas de su proyecto electoral. Aspira, como ya lo hizo Torró en 2011, a una mayoría absoluta. Durante su presentación como alcaldable, el presidente del PPCV y candidato a la Comunitat Valenciana, Carlos Mazón, le describió como "una persona que tiene claro cómo defender y reclamar las inversiones que necesita su ciudad para seguir siendo un ejemplo de crecimiento y desarrollo".
Quien en un principio se perfilaba como candidato era el presidente del PP Gandia y portavoz del grupo municipal popular en el Ayuntamiento, Víctor Soler. Su posición, finalmente, ha sido la de número cuatro en la lista electoral del exconseller; también irá de cinco en las autonómicas de la circunscripción de València. El PP apaciguó la incertidumbre sobre posibles tensiones internas en el partido cuando Soler mostró su apoyo a Moragues y su integración en la candidatura. Sin embargo, no ha conseguido evitar la polémica.
Una derecha fraccionada
La que fuera concejala en el grupo municipal popular del Ayuntamiento de Gandia hasta hace unas semanas, Gemma García, decidió darse de baja del partido por "discrepancias personales" con Moragues. Días después, anunció su integración en las listas de la Unión de Ciudadanos Independientes (Ucin), encabezada por Pascal Renolt. Este último, entró al gobierno del Ayuntamiento de Gandia en 2019 como el único concejal de Ciudadanos. Dos años después, fue expulsado de la formación y, desde entonces, ha sido concejal no adscrito.
Todo apuntaba a la desaparición de Ciudadanos en Gandia. Sin embargo, sí tendrá representación este 28M con Estefanía San Agustín. Empresaria gandiense que también tiene aspiraciones autonómicas al ser la número dos de la candidatura de Mamen Peris para les Corts Valencianes. En 2015 y 2019, la formación naranja consiguió 1 concejal. Si se repiten estos resultados, podrían volver a ser clave, como en pasadas ocasiones, para la constitución del gobierno. Hace dos legislaturas, su voto fue decisivo para colocar a Diana Morant al frente de la administración local.
Por el momento, la alcaldable de Ciudadanos deja la puerta abierta a un acuerdo con cualquier bando. A pesar de esto, a finales de diciembre subió en sus redes sociales una foto junto con Moragues en la que señalaba a su experiencia como conseller y delegado de gobierno en un "momento en el que el liderazgo debe ser el adecuado para su nuevo propósito", la alcaldía de Gandia". ¿Será esto una señal sobre un posible pacto PP-Ciudadanos? Habrá que esperar a los resultados que deje el 28M para saberlo.