Javier Viciano: “Si formamos pilotos y músicos online, ¿por qué no médicos?”

VALENCIA. Hace dos años, el Grupo Planeta abonaba cuatro millones de euros para adquirir el 70% de la Universidad Internacional de Valencia (VIU), lo que dejaba en manos de la Generalitat únicamente un 30%. Desde entonces, muchas cosas han cambiado en la institución; la primera de ellas, el rector. En la cúspide de la pirámide se encuentra Javier Viciano, doctor en Derecho, quien ya fuera profesor en la Universitat de València y decano en la CEU-Cardenal Herrera. Entres sus retos está el ganar en visibilidad, pero no exclusivamente en el marco autonómico, ni tan siquiera nacional.

La particular metodología de la VIU, basada totalmente en la enseñanza online, provoca que solo el 15% de su alumnado sea valenciano y el resto esté diseminado por el mundo. “Ser una Universidad en línea conlleva la internacionalización. Este tipo de docencia permite acercar la educación a cualquier punto donde se encuentre la necesidad, por lo que no tenemos barreras físicas ni territoriales”, defiende Viciano. Es por ello que no se plantean ampliar sus sedes físicas, solo empleadas paraexámenes, pero apuestan por el crecimiento. Ahora mismo se encuentran inmersos en un ambicioso plan de expansión por Latinoamérica.

- ¿En qué países extranjeros se enfocan?
- Nuestro objetivo es ofertar titulaciones que sean interesantes, no solo para Valencia, sino para todo el territorio nacional e internacional. Tenemos un elemento común con Latinoamérica, que es el castellano, por lo que tratamos de explotarlo. Principalmente en Méjico, Perú, Colombia y Ecuador; lo que no quiere decir que no haya gente de Argentina, Brasil, Nicaragua… Estamos definiendo el plan en estos momentos, pero tenemos claro que pasa por cooperar con otros centros mediante acciones de notoriedad, convenios con otras universidades, investigación, e incluso tratando con colegios profesionales extranjeros. 

- ¿No se les plantean problemas las convalidaciones?
- España tiene relaciones internacionales con la mayor parte de países latinos y, por tanto, existen convenios de reconocimiento de titulaciones. En algún sitio se dan problemas puntuales, pero estamos trabajando para solventarlo. En principio, basta con cumplir los trámites administrativos para lograr la homologación. .

"Permitimos que la gente se forme para tener empleabilidad, pero también para reciclarse. Nuestra media de edad está en LOS 34 años"

- Más allá de la procedencia, ¿cuál es el perfil habitual de su alumnado?
- En la ceremonia de graduación, tuvimos el discurso de una representante de los estudiantes que lo radiografía muy bien. Se trata de una chica que había estudiado Derecho, estaba ejerciendo en un despacho y se había dado cuenta de que eso no le gustaba. Como ya tenía familia y una serie de obligaciones, solo podía reorientar su vida estudiando online. Pues bien, este es el perfil. Me gusta pensar que cumplimos una función social, porque sin nosotros habría mucha población que no podría cursar estudios universitarios debido a sus obligaciones laborales y familiares. Aquí permitimos que la gente se forme para tener empleabilidad, pero también para reciclarse: basta con apuntar un dato, y es que nuestra media de edad está en 34 años.

- ¿Esta función no la cumple ya la Uned? 
- La diferencia sustancial es la metodología. La Uned es semipresencial, tienes que desplazarte a algunos de sus centros, pero no puedes estar en tu casa estudiando. Esta característica nuestra también conlleva un ahorro económico notable. Además, nos gusta remarcar la figura del profesor, de modo que el alumno no solo disponga de materiales, sino también de un tutor que le guíe en su aprendizaje.

"Claro que ha habido prejuicios, pero es algo que se irásuperando con la historia de la Universidad online"

- Esta apuesta integral por estudios online, ¿continúa despertando recelo?
- Sí, sin duda, y el primero yo mismo. Provengo de la Universidad presencial, como casi todos los profesores españoles, y la virtualidad me parecía algo muy moderno en un ámbito tan clásico y conservador como el universitario. Pero he llegado al convencimiento de que todo profesor es en parte online. Todos los profesores usan ya el Aula Virtual, con mayor o menor éxito, porque aquí nos esforzamos por aprovechar el 100% de los recursos que esta herramienta ofrece. Hay instrumentos de contacto simultáneo, como chats, foros o debates en directo. Claro que ha habido prejuicios, pero es algo que se irá superando con la historia de la Universidad online. 

-¿En qué otras particularidades deriva?
- Mucho correo electrónico, videoconferencias y, sobre todo, acciones en tiempo real. El alumno que hace una pregunta al profesor aparece en la pantalla, de manera que entra en contacto con el resto de sus compañeros. Un hecho que percibimos en la graduación fue que existían relaciones personales entre estudiantes, pese a no conocerse físicamente en muchos casos. Es algo idéntico a la revolución social que estamos viviendo a través de los smartphones. Hablamos de un método tan bueno como cualquier otro, siempre que esté bien hecho, porque a veces creemos que online es solo enviar archivos, y para nada.

- ¿Es un sistema válido para todo tipo de titulaciones, como por ejemplo Medicina?
- Entendemos que lo será, al menos en un porcentaje importante. Vamos a trabajar intensamente para convencer a la sociedad. De la misma manera que formamos pilotos de aviación 100% online, podremos instruir también en otras profesiones, ¿por qué no a los médicos? Es cierto que a día de hoy no tenemos la tecnología para impartir Medicina, pero estoy convencido de que se podrá desarrollar. Ya tenemos un Máster de Música, que parecía impensable a través de Internet, pero se ha puesto en marcha incluso en países como Estados Unidos. Y si hay cosas que no se puede hacer, no las haremos. 

- A día de hoy su oferta se orienta sobre todo a las Ciencias Sociales: Derecho, Ade…
- Tenemos intención de ser una Universidad generalista y tener titulaciones de todos los ámbitos. También Humanidades, Tecnología o Salud. Aún estamos trabajando en la oferta futura, que ya no será para el próximo curso, pero sobre todo en áreas lingüísticas...

- ¿Tienen actividad investigadora?
- Apostamos intensamente por la oferta de posgrado, pero también de doctorado. Tenemos la intención de cubrir los tres niveles. El doctorado lleva un tiempo, porque implica generar un cuerpo docente con ciertas cualificaciones, pero fue una de mis primeras promesas ante el claustro. Nada más llegar, nombré a una vicerrectora en asuntos de Investigación, antes incluso que a un responsable de Estudios, porque entiendo que es algo esencial.

"Nosotros somos una Universidad muy joven, mientras que la UV tiene 500 años. Nos vemos dentro de 508 años y hablamos del tema" 

-Ha trabajado en la Universidad pública, pero también en la privada. ¿Qué diferencias esenciales encuentra entre ambas?
- Aquí existe una planificación más intensa, con objetivos concretos y temporalización muy clara. Mucho más organizado en cuanto a gestión de títulos que en una Universidad pública, donde se produce una mayor horizontalidad y existen más órganos que participan en la toma de decisiones. Por supuesto, también está el método, porque a todos nos enseñan a impartir docencia presencial, pero debemos hacer una reflexión sobre el nuevo formato online y repensar la transmisión de conocimiento. En cuanto a calidad, a mí me parece que somos equiparables. 

-No opinó lo mismo el rector de la UPV, Francisco Mora (UPV), quien aseguró que la calidad educativa era superior en la pública.
-Es una opinión. Yo he tenido experiencia en ambas instituciones, también estuve en el CEU, y en el área de Derecho reclutamos al menos cuatro profesores de la pública. Con esto quiero decir que la calidad es equiparable, porque cumplimos las mismas normas, tenemos a los mismos profesores, les exigimos los mismos requisitos y las acreditaciones nos las dan las mismas instituciones. Hay magníficos profesores tanto en la pública como en la privada.  

-En el caso concreto de Derecho, su carrera, ¿no está más prestigiado venir de la UV?
- Nosotros somos una Universidad muy joven, mientras que la UV tiene 500 años. Nos vemos dentro de 508 años y hablamos del tema. No se pueden comparar realidades que son sustancialmente distintas. Si algo tengo claro es que los alumnos que pasan por aquí valoran muy positivamente las titulaciones que han recibido, y las empresas que los contratan. 

- ¿Confía en las listas de clasificación?
- Los ránkings demuestran ítems preseleccionados atendiendo a cuestiones determinadas. Cada uno premia criterios distintos, por lo que no creemos que sean en absoluto definitivos. En ellos compiten universidades de 500 años con otras que tienen dos, por lo que es una fotografía parcial de un momento concreto. Pueden no estar reflejando las necesidades de un alumno en concreto. Aún no hemos tenido tiempo de demostrar todo lo que valemos.

"Respetamos las decisiones de la Administración, NO DIGO COMPARTIR. Con independencia de nuestra opinión, tendremos que aceptarlo"

- El rector de la UEV, Juan Morote, decía que no debían ser beligerantes con la Administración.
- En un sistema democrático, las decisiones políticas deben ser respetadas, aunque no las compartas. Entendemos que la Administración tiene unas ideas que quiere implementar, y siempre que no afecte a derechos esenciales, que no es el caso, estaremos de acuerdo.

- ¿Entonces les parece bien la retirada de becas a alumnos de la privada?- He dicho decisiones respetadas, aunque no compartidas. Parecer mal es un calificativo, así que con independencia de nuestra opinión, tendremos que aceptarlo. Hemos hablado con ellos, porque en algún caso concreto había becas adecuadas para nuestro tipo de Universidad. Lo seguiremos intentando, pero seremos respetuosos, colaboradores y reflexivos. 

- Pese a estar participados por la Generalitat, ¿qué otras reclamaciones le haría?
- Que trabaje para que el sistema sea de mayor calidad, y sobre todo más ágil. No hablo necesariamente de la Administración autonómica, también estatal. Se alargan especialmente en la toma de decisiones sobre nuevas titulaciones. Comprendemos, pero reivindicamos.

- Además de su figura como rector, ¿continúa ejerciendo como docente?
- Sí, es algo a lo que me he obligado. En principio me dijeron que no era necesario, pero yo creo que debo bajar al ruedo. Sobre todo porque estamos trabajando con un método nuevo, que no el presencial donde ya tengo experiencia. Estoy preparando ya los materiales de Derecho de la Competencia para el curso que viene.