campus de la creadora del SEGUNDO SISTEMA OPERATIVO

Juniper exhibe en Alicante su potencial como escuela tecnológica por primera vez en España

Un total de 112 de alumnos de la Universidad de Alicante (UA) se han enfrentado al reto de la empresa de sistemas en el primer 'bootcamp' celebrado en España. Juniper Network pone el acento en las buenas infraestructuras de la Escuela Politécnica Superior, vende las bondades de JUNO y se lleva los contactos de los alumnos aventajados

27/11/2016 - 

ALICANTE. Cuatro días intensos de formación, 120 alumnos, laboratorios a rebosar y un objetivo: obtener la certificación que la multinacional Juniper da a quienes superan su test de experto. Un equipo desplazado expresamente desde Amsterdam y Madrid ha sido el encargado esta semana de dirigir la inmersión en el considerado segundo sistema operativo.

Vincent Herreman, director de Programas de Formación Académica para Europa en Juniper Networks, ha dirigido el primer bootcampacademy en España. "Juniper elige un lugar diferente cada vez donde se pueda promover y fomentar el trabajo. España, a pesar de ser más modesto que sus vecinos, cuenta con unas infraestructuras muy buenas y toda está muy bien organizado", asegura. Y pone como ejemplo las distintas salas que se han utilizado esta semana en la Escuela Politécnica.

Además del espíritu y los valores que la potente compañía intenta imprimir a cada evento, los responsables de Juniper no ocultan la gran oportunidad que tienen tras ganar el concurso de Telefónica, a la que califican de "cuenta clave". Ahora están en pleno proceso de formación para el personal de la empresa de telefonía. "Hay empleados que serán formados en tecnología Juniper, pero también cuentan con sus socios y distribuidores para proveerles de talento Juniper", explica Vincent Herreman. "Pero es lógico pensar que ahora tanto Telefónica y sus socios estarán buscando talento formado en nuestro sistema. Espero que esto encaje en lo que hacemos en este bootcamp", añade.

"Hay empleados que serán formados en tecnología Juniper, pero también cuentan con sus socios y distribuidores para proveerles de talento Juniper", explica Vincent Herreman.

Y ese deseo es el que comparten alumnos y profesorado. Adolfo Albaladejo, profesor de la UA y coordinador del evento en el campus, no ha escondido su satisfacción al comprobar tanto la alta participación registrada -120 alumnos de 125 inscritos- como el buen índice de aprobados, como que la empresa se lleve anotados en su agenda el contacto de los alumnos aventajados, dos mujeres entre ellos. Para la Universidad ya ha sido todo un éxito que la multinacional eligiera Alicante como escenario de su academia itinerante.

El objetivo es que la gente sepa utilizar las herramientas de Juniper y aunque no consigan la certificación, "sepan resolver problemas y aportar soluciones aplicando nuestra filosofía de trabajo", apunta el ingeniero jefe, para quien la cultura y los valores de la empresa es exportable. "No sólo buscamos gente en España y, en este caso, en Alicante; sino que se trata de que este campamento también sirva para que la gente encuentre trabajo".

El plus ha venido de la mano de la presencia de mujeres en estos cuatro días de curso que ha rondado el 25% de los participantes. El incentivo de vocaciones femeninas está en el marchamo de Juniper. Al campus han venido dos de sus ingenieras, Rocío Benavente y Marga Albendea, y ambas fuerondos de las caras visibles ante los estudiantes. Ellas han sido el rostro de la empresa tecnológica y objeto de las preguntas de los participantes. Juniper ofrece cada año becas dirigidas a mujeres, pero sabe que, al extender su sistema de programación y su marca, gana enteros en la competición de la resolución de conflictos.

Ahora los estudiantes con certificado tienen una oportunidad en un mercado que demanda expertos en un sistema operativo que compite con Cisco y Huawei. Las certificaciones de Juniper tienen una duración de tres años y su renovación es una manera de asegurar un reciclaje continuado y una evolución progresiva en la propia arquitectura. El incentivo de cacharrear, expresión empleada por los ingenieros para utilizar el sistema de prueba y error, es un valor diferencial con el que intentan enganchar a los futuros ingenieros. La compañía californiana compite, en este mismo sentido, con sus dos directos rivales que también expiden certificados.

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