Producto

Kaymus

Nacho Romero

Lo nuevo de Nacho no es nuevo, es más bien una excusa para quitarse de encima las ataduras, los formalismos y todo ese sinsentido vacuo y epidérmico que tantas veces rodea la gastronomía: lo frívolo. Ese brilli-brilli que ciega, pero que, al rascar, te deja las uñas manchadas de estaño o latón. Y Nacho no está ahí, no es que lo hubiera estado antes, pero en cierta medida ese Kaymus que fue ya no volverá a ser. Y yo digo: ¡gracias! Gracias porque esa fórmula estaba agotada y ahora tenemos al Nacho más libre y visceral. Si algo caracteriza a esta nueva Barra es el buen rollo, la buena bebida, el buen producto y las buenas compañías. Aquí uno viene a pasarlo bien y a comer mejor. A dejarse de bobadas y a ser uno mismo. Que ya bastante cansados estamos de ser otros.

En confianza: En esta barra se respira barrio y solo hay una cosa que no se negocia: el producto. Entre las vitrinas podemos encontrar tellinas, calamarcitos, almejas, gambas, cigalas, ortiguillas o kokotxas, todo de temporada. Pero de su cocina también saldrán mollejas, huevas, tomate, brioches y por supuesto croquetas, ensaladilla o bravas. La bodega, as usual, de las mejores de València. Borgoñas, Barolos, Jereces y cositas para todos los públicos y carteras. A mí me gustan las barras porque en ellas siempre pasan cosas. Y en la de Nacho Romero, pueden pasar todas. Incluso en una misma noche.


¿Qué puedo encontrar?

  • Creativa

  • Producto

¿Qué pido?

Morralets a la brasa