'La piel del mundo y otras cáscaras', un diálogo entre la ilustración y los objetos se abre en Pepita Lumier

VALÈNCIA. La ilustración, el cómic y los objetos, todo queda enmarcado en el dibujo y regido por el diseño. La imagen y la palabra han mantenido un “affaire muy fructífero” durante el paso de los años, al igual que la palabra y el objeto. Pero ¿qué hay de una convivencia entre la imagen y el objeto?, ¿pueden separarse del texto y relacionarse dentro de un mismo diálogo? La exposición La piel del mundo y otras cáscaras no solo se lo ha preguntado, sino que además ha querido averiguarlo, relacionando diferentes formas artísticas dentro de una misma representación, ubicada en la galería Pepita Lumier. 

Canoa y Lanevera Ediciones son los comisarios de la muestra, sin embargo, no quieren colocarse tal etiqueta. De hecho Canoa participa a su vez en la exposición, formando parte de los artistas que trabajan con objetos- definidos por ellos mismos como “diseñadores manufacturadores”, por colocarse en un punto intermedio entre el diseño, la ilustración y la manufacturación- junto con Lebrel, Cadascú, Totoomi y The Nude Label. Un trabajo que se entremezcla con el de las ilustraciones de Carla Fuentes, Sara Luz, Cachetejack, Cocó Fernández y Ana Civera.

“Pensar haciendo y hacer pensando”. Este es el punto de partida para Canoa. Los artistas han querido crear un “tablero de juego dialéctico” en el que proponían a hacedores de objetos adentrarse en la experimentación de ilustración-objeto. Estos mismos eran los encargados de escoger con que ilustradores querían participar y a partir de ahí todo podía fluir con total libertad. Así, se han originado diferentes representaciones- que cuentan con cerámica, diseño de bolsos, de ropa interior o lámparas- bajo una misma premisa, pero con diversas interpretaciones de la misma. La mayoría de estas piezas expuestas son consideradas “únicas” por no haber sido producidas en serie. 

Por ejemplo, Canoa y Ana Civera han regido su creación en una doble dimensión de figura y fondo, donde la perspectiva con la que se ve la obra toma un papel imprescindible. “Ha sido una manera de hacer activo al visitante, porque depende de la postura que se tome frente a la obra, encajará con el fondo o no”, han explicado sus creadores. También, resulta curioso el trabajo de The Nude Label y Carla Fuentes, por cómo “las prendas de vestir de la ilustración parecen salirse de la misma para instalarse en la exposición”.

Un trabajo en el que ha habido además el debate sobre si los objetos pueden estar fuera de la ilustración, si necesitan- o no- figuración, o si es la imagen una repetición del objeto. Para Pepita Lumier, la importancia también recae en hacer ver a la gente de a pie que “los objetos cotidianos también pasan por un proceso creativo” y que “no es únicamente necesario ir a una galería o a un museo para estar en contacto con el arte”, porque se puede encontrar en el propio diseño del objeto. A su vez, el segundo eje central ha girado sobre la idea de bodegón como registro pictórico “por excelencia”, que representa la posibilidad de establecer diálogos entre el objeto y su representación pictórica.

El propio subtítulo de la exposición (Reflexiones y refracciones en torno a la imagen y el objeto) parece “incapaz de llevarnos a un punto concreto” porque hace referencia “al nada” y a su vez, a un carácter “multidisciplinar”. Según explican los artistas de Canoa, ‘reflexión y refracciones’ queda vinculado al propio  “juego de la abstracción”. Por lo que hace el título (La piel del mundo y otras cáscaras) surge como inspiración de una muestra, convocada el año 2001 en Macba y del artista Dieter Roth, titulada como La piel del mundo + otras cosas. 

¿Es la imagen una repetición del objeto? ¿Es una falsa realidad? ¿Qué es un objeto? ¿Qué es una imagen? ¿Qué tipo de relación mantienen entre ellos? ¿Qué relación mantiene el objeto con el sujeto? ¿Y el sujeto con la imagen? Pepita Lumier ha querido “dotar de un primer puesto al objeto como diseño y no como escultura” en este espacio abierto al diálogo que podrá ser visitado en la capital valenciana desde este mismo viernes -con inauguración a las 20 horas- hasta el 5 de enero.