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AL OTRO LADO DE LA COLINA / OPINIÓN

La refundación del Acord del Botànic o cómo sobrevivir al Consell del Mestizaje

Al año de constituirse el Consell a la valenciana se han realizado muchos gestos politicos (el llamado postureo) y toca ya hacer su análisis. Los electores han hecho el suyo hace unos días -el 26J-, y a mí me van a permitir otro relacionado con la gestión pública

16/07/2016 - 

El análisis de la acción del Consell, admite múltiples perspectivas desde la más política, la electoral, hasta la de la gestión pública pura y dura en la que se contabilizan el número y tipos de contratos.

Del análisis 100% político, parece que los partidos que apoyan al Consell, ya sea de forma activa -PSOE y Compromis- o de forma medio pensionista -Podemos- (por el momento) no han salido muy beneficiados de la confrontación electoral, el dejavú del 26J, por cómo han retrocedido sus posiciones. Los partidos de izquierda han pasado de tener el pasado 20D, 16 diputados (frente a otros 16 del PP y Cs) a tener ahora el 26J, 15 diputados (frente a otros 18 del PP y Cs), y si lo comparamos con las autonómicas de hace un año el 25M (aunque nunca es del todo homologable) habrían perdido unos 130.000 votos en la Comunitat.

En cambio parece que sus medidas derogando todo lo que suene a PP o gestos contra todo lo que suene a religión, historia o tradición, como las procesiones, los toros, la concertada, el Catalan versus Valenciano, el Arzobispo de Valencia, y un largo etcétera, ha servido para desalentar a sus votantes más moderados o centrados y reactivar-movilizar a parte del electorado del oponente -el PP- que parece haber hecho borrón y cuenta nueva de sus lastres tras esos más de 20 años de sus gobiernos.

Además sumado a la emergencia de ese fuerte liderazgo en el centro derecha que es Isabel Bonig, persona que supo contener los desalientos en sus filas tras la pérdida de un casi omnímodo poder del Partido Popular en todos los ámbitos de la Comunidad Valenciana, y que vistos sus resultados, con el acierto de un buen equipo (casi lo más difícil, dado el gran número de príncipes o princesas maravill@s que después se vuelven ranas ) y un sólido proyecto político (la narración que dicen algunos), está llamada a ser en 2019 la primera mujer Presidenta de la Generalitat, aunque lejos me lo fiáis que dirían algunos (pero si siguen así los electores...), porque además ya lo ha dicho Joan Calabuig: "Tenemos que mejorar si no queremos que el gobierno progresista sea efímero".

Por otra parte los naranjitos, denominación muy a la valenciana pero que con intencionalidad despectiva se volvió en contra de quien la pronunció en su momento (!!!qué peligro tiene movilizar al contrario!!!) han resistido muy bien sus posiciones en las generales, logrando mantener sus 5 diputados, y aunque parece todavía no encontrar su propia narración y posicionamiento político, no hay duda que cuenta con unas líneas muy claras de españolismo y constitucionalismo con aire fresco y actualizado (el gran valor que ofrece a su electorado), necesitan definir su proyecto de forma más clara, así como un equipo que cuente con experiencia en gestión pública.

Como segunda parte, iniciamos el análisis de la gestión pública, tanto de la generación normativa como de la administración de fondos públicos, con datos concretos para que usted lector pueda realizar un cierto y objetivo análisis de esas políticas.

"En el primer año del Consell de Puig se ha disminuido en un 24% el uso de ACF respecto el último año de Fabra"

En cuanto a la producción de normas, este primer año de la novena legislatura los grupos del acord del Botanic han aprobado 12 leyes, mientras que un año antes durante la octava, el PP aprobaba 19; pero si buscamos en concreto la actividad del Consell y realizamos una sencilla búsqueda de la publicación de normas en el Diario Oficial de la Comunitat Valenciana en el primer año de Puig se han aprobado 312 frente a las 449 que aprobó Fabra, con lo que este indicador se inclina hacia el PP.

Respecto a la gestión del presupuesto, usaremos otra vez las fuentes oficiales de la GVA, en este caso el portal-web de transparencia, hablando en primer lugar de la Caja fija (ACF), muchas veces agujero negro de la gestión al estar exento de fiscalización previa (control previo de la intervención). En el primer año del Consell de Puig se ha disminuido en un 24% el uso de ACF respecto el último año de Fabra, aunque la forma de gestionar, seguiría siendo mejorable, por ejemplo respecto a la imputación presupuestaria, existen disfunciones, como es el pagar los alquileres y usos de maquinarias como si fuera compra de folios -suministros de otro material de oficina-. Pero lo que más sorprende es el pago de facturas a través de ACF de ejercicios pasados y ya cerrados, no sólo del inmediato, 2015, si no incluso del 2012, como se puede observar en la imagen ¿sigue habiendo facturas en los cajones?

En cuanto a los famosos contratos menores por la cantidad de titulares que han compartido en los casos de corrupción por razones obvias (se adjudican a dedo) y por los que la diputada Oltra llevó al Consell de Fabra dos veces al Tribunal Supremo, se puede observar en el mismo portal de transparencia de la GVA, que la adjudicación de estos contratos menores ha pasado de un 80% (6.356 sobre un total de 7.932) en el último año del gobierno de Fabra, a un 84% (5.669 sobre un total de 6.741) en el primer año del Consell del Mestizaje, por lo que sobran los comentarios, las cifras hablan por sí solas, deberían cambiar esta tendencia para que las críticas sobre la gestión a los Consells del PP no se les vuelvan en contra.

Y como colofón a toda esta deriva en la gestión pública se acaba de producir el relevo, eso sí gracias a todos los grupos de les Corts a excepción de 11 votos de Podemos (aunque por otra cuestión procesal), de ese gran Interventor y mejor persona que es Rafael Vicente al frente de la Sindicatura de Comptes, siendo sustituido de forma inaudita por Vicent Cucarella. Y digo inaudita no por la persona en sí (no tengo el placer de conocerla y según me cuentan es de gran talla) sino porque en la actualidad ninguno de los tres Síndicos pertenece a alguno de los Cuerpos de Intervención de las Administraciones Públicas, se imaginan el Consejo General del Poder Judicial sin ningún juez entre sus miembros (independientemente de la exigencia legal) y que el propio presidente del CGPJ fuera un técnico en investigaciones jurídicas y profesor asociado en lugar de un juez, pues yo tampoco, pero algo similar ha ocurrido en tan alto órgano estatutario como es la Sindicatura de Comptes, pero ya sabemos que todo es posible en nuestro Cap y Casal.


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