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NOSTÀLGIA DE FUTUR / OPINIÓN

La segunda desindustrialización

El éxito de un modelo de ciudad post-neoliberal dependerá de la capacidad de activar los espacios de la segunda desindustrialización, la de la industria de la construcción y de los grandes eventos

14/07/2016 - 

VALENCIA. La desindustrialización es el proceso de transformación económica y social causado por la desaparición progresiva de la actividad industrial en un determinado territorio, especialmente de la industria pesada o manufacturera. En Europa fue acompañada de la deslocalización, el traslado de dicha actividad a países emergentes; del crecimiento del sector servicios y de la construcción y de la aparición de las políticas de corte neoliberal. 

Las distintas oleadas de la desindustrialización liberaron miles de metros cuadrados de suelo para otros usos. Los antiguos distritos industriales, luego absorbidos por el crecimiento urbano, fueron convertidos en barrios comerciales y residenciales. Mientras eso sucedía, debido a sus pobres servicios, la flexibilidad e interés de las construcciones, y el bajo precio; los edificios industriales, de Amsterdam a Nueva York, fueron redescubiertos como perfectos contenedores para la cultura y la cotidianidad de aquellos con un estilo de vida menos ortodoxo.

El paradigma del loft neoyorquino se ha copiado por doquier, y la cultura se ha utilizado con mayor o menor éxito para incrementar el valor inmobilario de esos espacios. Afortunadamente son muchos los edificios industriales, con un alto valor patrimonial, que acogen hoy en día otro usos. Supongo que cualquier obrero abriría los ojos con incredulidad si pudiese transportarse en el tiempo a su antigua fábrica convertida en museo. O más aún al ver las chimeneas protegidas, desprovistas de sus contextos, yaciendo elevadas en rotondas y parques. 

En nuestra ciudad demasiados espacios industriales han desaparecido. Algunos se han transformado de manera creativa o como equipamientos, y otros esperan que su momento no llegue demasiado tarde. Esperemos que la rehabilitación de Bombas Gens trace un camino que puedan seguir otros espacios mágicos como la Imprenta Vila, la Fábrica de Cerveza Turia. 

Una desindustrialización más tardía, la desaparición de la industria del automóvil, ha convertido a la ciudad de Detroit en el epicentro de tensiones y soluciones para las ciudades de hoy en día. No hay ciudad en el mundo donde un proceso de decadencia contemporáneo haya producido tanto abandono. 

Aunque el País Valenciano no llegó nunca al nivel de especialización en un solo sector económico de Detroit, ha sido comparado con la ciudad americana debido al fracaso de la industria de la construcción y de los grandes eventos que han dejado también una cantidad increíble de espacios e infraestructuras vacías.

La primera desindustrialización, la de la industria pesada y manufacturera, fue un proceso que se prolongó durante años. Fue un proceso que supuso una gran contestación social. Ken Loach podría haber rodado una de sus películas en el Puerto de Sagunto durante el desmantelamiento de los Altos Hornos. 

En cambio la desaparición de la industria de la construcción y de los grandes eventos, la segunda desindustrialización, también de alguna manera deslocalizada a los países emergentes, ha sucedido de una manera mucho más acelerada. En un abrir y cerrar de ojos se desmoronaba un modelo de desarrollo económico especulativo dejando tras de sí un montón de edificios, polígonos industriales, equipamientos y distintos salones de fastos a la espera de nuevos usos: la Ciudad de la Luz, las infraestructuras de la Copa América, el Aeropuerto de Castellón, Sociopolis, el Ágora, Ciudad Ros Casares y una infinidad de proyectos urbanísticos y polígonos industriales a lo largo del País. 

Lluís Juan, Xevi Lluch y Andrea Gimeno han sido premiados con exhibir en la bienal de arquitectura de Venecia su proyecto de reutilización de una urbanización sin uso en l’Enova. En la Marina de València estamos replanteando los usos del espacio para su activación productiva y la apropiación ciudadana. El proyecto Insight Med pretende aprovechar las infraestructuras industriales existentes con una herramienta que favorezca la mejor relación entre las variables de oferta y demanda de suelo.

La ciudad post-industrial supuso el aprovechamiento del espacio desindustrializado con usos creativos, comerciales y públicos. Pienso que el éxito de un modelo de ciudad post-neoliberal dependerá de la capacidad de activar los espacios de la segunda desindustrialización, de usar estratégicamente las infraestructuras que los grandes eventos y la burbuja especulativa han dejado obsoletos demasiado rápido. 

¿Cómo activarlos? La ciudad post-neoliberal supone la recuperación de la función social del urbanismo; el fomento de la actividad económica arraigada en el territorio; la apuesta por los contenidos por encima de los continentes; la comprensión de la escala de la ciudad real, la metropolitana; la agilidad y eficiencia administrativa; la alianza pragmática entre lo público y lo privado para generer la riqueza necesaria para poder redistribuirla. 

La ciudad mediterránea parte con ventaja: mixta en cuanto a la actividad económica, diversa en cuando a las personas que la habitan, abierta por sus bajas barreras sociales y económicas de entrada, y densa para poder ser provista con buenos servicios y ser medioambientalmente sostenible. 


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