VALENCIA. El anuncio oficial este viernes de la disolución del PP local de Valencia y la inminente conformación de una gestora disparó las quinielas en el seno de la formación popular en la tarde de ayer. Pese a que las fuentes oficiales de la dirección regional aseguran que el proceso no se va a resolver hasta dentro de unos días, desde los distintos sectores del partido empiezan a apuntar posibles nombres para ocupar un puesto que, no obstante, se considera "muy complicado" dada la situación desatada con la 'Operación Taula', relacionada con los presuntos delitos cometidos en el caso Imelsa y, en especial, con el blanqueo de dinero.
Así, y pese a que la presión para imponer una gestora desde Madrid es la teoría dominante, desde el PPCV se esforzaron este viernes en subrayar que la decisión había partido de la propia líder regional, Isabel Bonig. En este sentido, las citadas fuentes señalan que será la dirección autonómica la que tendrá potestad para conformarla y que Génova deberá ratificar. En este sentido, las fuentes consultadas se mostraban partidarias de esperar unos días e incluso a que algunos de los investigados del grupo municipal pasaran a declarar ante los juzgados antes de avanzar en los cambios orgánicos.
Así, desde la cúpula de la calle Quart aseguraban este viernes que no hay nombres sobre la mesa todavía e insistían en que Bonig es partidaria de sondear a los distritos y a la dirección provincial para diseñar el órgano que debe rearmar el partido en la capital y conducirlo hasta el congreso que se celebre este mismo año. Ahora bien, el puesto, pese a las dificultades que entraña, es más que relevante para el futuro del PP en la ciudad de Valencia y Madrid lo seguirá con atención.
La influencia nacional puede pesar en el liderazgo de la gestora, algo que se nota en algunos de los nombres que ya están saliendo a la palestra. En esta línea, algunos dirigentes del partido apuntaban ayer al europarlamentario Esteban González Pons. Conocido en Génova, el exconseller ha sonado en numerosas ocasiones como posible relevo de Rita Barberá. Un puesto de estas características le permitiría volver a poner un pie en la política valenciana con opciones de futuro y para Bonig supondría tener un socio para conformar un tándem con mayor repercusión mediática. Otro de los que se menciona en los mentideros populares es el senador Pedro Agramunt, un dirigente con amplia experiencia que, no obstante, debería compatibilizar el puesto con el recientemente adquirido en la Asamblea Parlamentaria del Consejo de Europa, lo que complica su designación.
También algunos dirigentes apuntan al diputado José María Chiquillo, quien ha contado con el respaldo del presidente provincial, Vicente Betoret, para ocupar un puesto de salida en la Cámara Baja. Podría ser una solución intermedia entre provincial, regional y nacional. Un caso similar aunque con mayor juventud es el de Belén Hoyo, también parlamentaria en el Congreso. Bien relacionada con Bonig y, especialmente con Betoret, cuenta a su favor además con su puesto nacional en Nuevas Generaciones que, junto a su presencia en la Cámara Baja, le ha permitido tejer buenas relaciones en Génova. Posee además extendidas relaciones con varios de los distritos de la capital.
Otros sectores del partido proponen al exconseller Luis Santamaría. Actualmente diputado en Les Corts y militante en Valencia ciudad. Bonig lo incluyó dentro de la dirección regional en la última reestructuración orgánica y podría acoplarse a un cargo de estas características. También en Les Corts, el sector más joven del partido en la ciudad y en la provincia vería con buenos ojos que se diera la alternativa al presidente de Nuevas Generaciones, Juan Carlos Caballero, que se enfrentaría a una prueba de fuego en un cargo de responsabilidad orgánica exigente. Un nombramiento de estas características, al igual que ocurriría con Hoyo, también podría contraponerse al protagonismo que viene dando el PSPV a jóvenes en la ciudad como la concejal Sandra Gómez o Compromís con Pere Fuset.
Por otro lado, este viernes había dirigentes que apuntaban a soluciones menos atrevidas. Uno de los nombres que se escuchaban era el del exdiputado Antonio Clemente, quien en su día ya prestó un buen servicio al partido tomando la secretaría general del PPCV en sustitución de Ricardo Costa.
También tendrán algo que decir los distritos de la capital. Las consultas que pueda realizar Bonig destaparán propuestas en las que no se descarta que aparezcan presidentes o algún militante histórico de los diferentes barrios.
Clemente, Chiquillo, González Pons, Hoyo, Agramunt, Santamaría y Caballero
