Convent Carmen. Foto: KIKE TABERNER.VALÈNCIA. La próxima edición de Intramurs está marcada por un nombre: Spencer Tunick. El fotógrafo americano es la gran estrella invitada del festival artístico, que se celebrará entre el 18 y el 28 de octubre. Conocido por sus multitudinarias imágenes de gente desnuda, seré él el encargado de poner el broche final a la nueva edición del festival, el próximo 3 de noviembre, con una imagen para la que espera reunir a aproximadamente 3.000 personas. Aunque la ubicación donde realizará la acción es todavía un misterio, tanto desde el Ayuntamiento de Valencia como la Generalitat Valenciana se han mostrado abiertos a que Tunick realice una de sus fotografías en la Comunitat, siendo esta la tercera que realiza en España, tras San Sebastián y Barcelona. Pero esta es solo la punta del iceberg.
Bajo el lema atòpic, el festival celebra una nueva edición en la que participarán en torno a 200 artistas, una cita que llega, además, después de una primera experiencia fuera de la Comunitat, con una micro edición en Ibiza. De igual forma, una de las grandes novedades de la presente edición es su cambio de sede. Aunque gran parte de la programación se desarrolla en la calle, el eje central de Intramurs 2018 tendrá lugar en el recién inaugurado Convent Carmen. El espacio cultural recupera una antigua iglesia, desacralizada ahora y convertida en un contenedor capaz de acoger conciertos, exposiciones o performances. Estos son algunos de los puntos fuertes de la nueva edición de Intramurs:
Salvador Dalí, el pop art y los tebeos. Estas son las primeras influencias que han marcado el trabajo del artista vasco Pablo Milicua, que aterrizará en València con el objetivo de generar un museo efímero, un “santuario kitsch” que busca maravillas y aterrorizar al público a partes iguales. Será en el recién inaugurado Convent Carmen que el creador despliegue su proyecto, un altar contemporáneo erigido con souvenirs, objetos antiguos, fotografías y otras piezas que el artista ha ido recopilando durante años. El museo Milicua, explican desde Instrmurs, es un micro espacio, condenado a disolverse, donde se celebra el culto a un mundo en desaparición.
Hace algo más de un año que la galería especializada en ilustración Pepita Lumier exhibía un buen número de obras de Calpurnio, ejemplo de proyecto expositivo indoor que ahora rompe los muros y los modos de hacer. Intramurs propone este año una performance en la que el ilustrador trasladará su taller para dibujar en directo delante del público del festival, una sesión que se completará con la actuación de un dj de música electrónica. Calpurnio empezó su carrera profesional a finales de los años 80 con la publicación de diversos fanzines de cómic, siendo el autor del popular personaje de cómics El bueno de Cuttlas, publicado en revistas como Makoki y El Víbora en España, Morning en Japón o Animal en Brasil, en los diarios El País y 20 Minutos, y actualmente en la revista Plaza.
“Omar Jerez es considerado uno de los artistas más odiados el panorama español”. De esta manera presentan desde el festival Intramurs a uno de sus participantes, el controvertido Omar Jerez, que entre algunas de sus acciones se encuentra la recreación de un secuestro perpetrado por ETA o haberse encerrado con ocho neonazis. “El componente crítico y reivindicativo es la base de una obra totalmente honesta, que habla de él, tratando el arte como concepto basado en la experiencia propia, alejándose siempre de la corriente meramente estética que impera en este universo”, indican desde el festival. El performer granadino llega a València con el proyecto ¿Es Omar Jerez el artista más odiado del arte español?, una performance en la que, en un espacio oscuro y vacío, artista y vídeo-proyector interactúan, transformando su intervención en un ejercicio de desdoblamiento de identidad donde el interrogado y el interrogador invierten sus papeles.
La artista Monique Bastiaans regresa a Intramurs tras plantar en 2015 la primera instalación artística no religiosa en la Plaza de la Virgen, una construcción compuesta por más de 4.000 espigas de arcilla bajo el lema Ejercicios para crecer. En esta ocasión, actuará de la mano de Linda Verkaaik, con quien pone en marcha el proyecto Agarre del Sur. “Manos entrelazadas a conocidos y desconocidos que durante unos 15 minutos quedaran inmóviles, atados unos a otros, sintiendo el calor entre sus manos y por qué no, riendo, hablando y compartiendo sensaciones similares”, explican los organizadores sobre una acción que no solo habla de sensaciones, sino también de piezas tangibles, pues se generarán unas ‘huellas-fósiles’ que se podrán llevar los propios participantes.
La música y la moda también su hueco en la nueva edición de Intramurs. Por un lado, con la perfomance Estigia, nombre que los griegos dieron a uno de los ríos que desembocaba en el Inframundo, una propuesta musical de Ulises Pistolo que pretende ser un viaje espiritual a través de la fusión de ritmos latinos, música sacar o cantos chamánicos. Por otra parte, será de la mano de Javier Soria y su marca Visori Fashion Art que la moda llegue a Intramurs. El joven diseñador valenciano mostrará en primicia SLAVES, la nueva colección de la firma, a través de un “desfile-performing” en Convent Carmen en el que “nadie queda oculto”.
Aunque la gran parte de la programación de este año se celebrará en Convent Carmen, lo cierto es que el espíritu de Intramurs remite directamente a la calle y a los espacios de creación, lugares a los que se ha vinculado desde sus inicios. En este sentido, no son pocos los talleres y estudios que de nuevo se han vinculado al festival y que abrirán sus puertas al público. Estos son: Ambau Taller d’Arquitectes, Espacio Creativo L’Creatif, Fabrica 12, Hygiene, Momentolux, Morethanfood, Orfebres Peris Roca, Pinta Valencia, Sabotage, Sexualmente, Tapinearte, unapaginaenblanco, Vorkus o los talleres de Fuencisla Francés, Jesús Arrúe, Juanma Pérez, Lola Intaglio, Pepe March, Ulises Pistolo y Victoria Cano.
