Hoy es 28 de abril y se habla de
UV
Universitat de València
L'Alter
pisos turísticos
Compromís
VICENT MARZÀ
elecciones europeas
arquitectura
cofrentes
energía renovable
la vall d'ayora
cultura
AYUNTAMIENTO DE VALENCIA
VALÈNCIA. A estas alturas ya hemos perdido la inocencia económica: Tipos de interés negativos, bancos centrales imprimiendo dinero sin fin, préstamos que pagan, depósitos que cobran… Aun así, no lo hemos visto todo. Vamos a hablar de construir patrimonio como estrategia ofensiva ante el principal enemigo que posiblemente se alce en los próximos cinco años: una inflación fuera de control.
El ahorro es lo que nos queda después de trabajar, pagar impuestos y hacer frente a nuestras obligaciones básicas. Con ese ahorro podemos hacer dos cosas: consumir o invertir. Y sólo una de ellas construye patrimonio: invertir. No es una palabra inocente. Al contrario, viene cargada de connotaciones que no siempre son útiles. La primera es que invertir es opcional: no lo es, si queremos construir patrimonio. Porque el patrimonio tiene tres enemigos:
Vamos a explicar por partes el por qué, en qué le afecta y cómo convertirlo en una oportunidad.
¿Y cuál es entonces el riesgo? La inflación descontrolada. Cuando la inflación se descontrola, los salarios no pueden seguir el ritmo, el poder adquisitivo se pierde rápidamente y la clase ahorradora (pero no inversora) se empobrece día a día. Un sistema maduro está siempre alerta para atajar esta situación de raíz. Llevado al extremo hablaríamos de hiperinflación: la confianza en la economía y en el valor del dinero desaparece, la gente trata de deshacerse del efectivo en cuanto lo cobra y esto agudiza el problema.
Durante un tiempo la normalidad desaparece, la clase media queda barrida y la economía colapsa. El mercado negro es la solución al abastecimiento de productos básicos y, si hay suerte, pasado un tiempo todo vuelve a empezar. Una inflación descontrolada sería un 5-7% en países europeos. Dicho de otra forma, en sólo 10 años (por el efecto compuesto) perderíamos la mitad del patrimonio si no lo invertimos.
¿Cuándo llegará? ¿Cómo prepararnos? Ni se sabe cuándo ni es importante saberlo. Si los telescopios de todo el mundo detectaran un asteroide que se dirige a la Tierra con total seguridad, pero no pudieran saber cuándo impactaría, ¿sería motivo para no prepararnos? Esto es algo similar. Un indicador es el de precios industriales, puesto que suelen anticipar lo que acaba llegando después al consumidor. No es directo ni es rápido, pero si las empresas quieren subsistir no pueden absorber todo el impacto de una inflación en las materias primas y acaban pasándola al consumidor.
Este es el último dato que conocemos (un salto a niveles del año 83):
La inflación llegará, y un día se irá fuera de control. Aunque no sepamos cuándo, lo ideal es estar preparados ahora que podemos. Sin ánimo de hacer una lista exhaustiva, estos son algunos principios que le pueden ser útiles:
Un paréntesis: Si no llega a la nota de más abajo permítame recordarle que esto no es una recomendación para usted, son sólo principios que necesitan contexto y experiencia. La razón de reiterar esto nos remite al inicio: Invertir no es opcional, y para invertir hay que formarse o asesorarse.
(*) Llamamos activos reales a los que no cotizan en bolsas u otros mercados.
Los bloques que componen la inflación empiezan a crecer. Los bancos centrales quieren que así sea, para que la deuda se les haga más fácil. Y la inflación es el tercer enemigo del patrimonio. Nuestro consejo: póngase a favor de la corriente, aproveche el dinero barato para invertir en activos de primera calidad y una inflación fuera de control será lo mejor que le pueda pasar.
Alejandro Martínez es socio director de inversiones y cofundador de EFE & ENE Multifamily Office
Aviso legal: En ningún caso la presente publicación supone una recomendación personalizada o informe de inversión. Es un artículo meramente informativo. Bajo ninguna circunstancia podrá entenderse que el presente documento constituye una oferta de compra, venta, suscripción o negociación de valores u otros instrumentos. Su autor por tanto no responde bajo ninguna circunstancia por la utilización o seguimiento del mismo.