La vicepresidenta del Consell, Mónica Oltra. Foto: GVAVALÈNCIA. Tras una larga jornada de debate y más de dos horas de votaciones, este jueves se aprobó la propuesta de resolución de Podemos que instaba al Consell a "impulsar un impuesto sobre la actividad turística". Una iniciativa que salió adelante por una mayoría parlamentaria simple y que dividió a los socios del bipartito, PSPV y Compromís. Mientras el primero se abstuvo, el segundo votó a favor de esta medida.
Con este mandato, Les Corts presionaban al Ejecutivo valenciano a que tomara una postura sobre este tema. Y así lo hizo este viernes la vicepresidenta del Consell, Mónica Oltra, que aseguró que esta es una materia sobre la que se debe "reflexionar" porque "no puede ser un escenario de tasa o café para todos igual". Es decir, la Generalitat entiende que no todos los territorios tienen las mismas particularidades, por lo que es partidaria de "estudiar" los escenarios posibles. Ahora bien, es favorable a que este tributo sea de carácter municipal y no autonómico.
La portavoz del Consell justificó este posicionamiento en la cantidad de interrogantes que se deben resolver antes de apostar por "tasa sí" o "tasa no". Cuándo se aplicaría; quién sería el recaudador; si atendería las diferentes realidades turísticas diferenciando, por ejemplo, entre interior o costa; son algunas de las cuestiones sobre las que quiere reflexionar el Ejecutivo valenciano.
Y, aunque Oltra rechazó en la rueda de prensa posterior al pleno del Consell que esta cuestión pueda ser fruto de división en el seno del Botànic apoyado parlamentariamente por Podemos, la madrugada del jueves se evidenció la divergencia de voto. A los socialistas no les agradaba "los términos" en los que esta iniciativa estaba redactada -aunque el texto no especificaba el ámbito de aplicación de esta tasa (autonómica o municipal)-, y Podemos no quería transaccionar el texto para rebajar sus exigencias.
La formación morada quiere una tasa que contribuya a "mejorar los servicios de los que disfrutan los municipios de la Comunitat Valenciana", "mejorar las infraestructuras y las dotaciones turísticas" de la autonomía y de los municipios, y también que sirva para "fomentar y desarrollar el sector", de manera que se puedan mejorar las condiciones laborales de sus empleados.
Aunque los morados no se oponen a que este gravamen sea municipal, quieren ver que se dan pasos para regular esta tasa. La competencia para hacerlo es de la Generalitat o del Estado, por lo que la 'patata caliente' está ahora en manos del Ejecutivo valenciano. No obstante, la Ley de Turismo y Hospitalidad en la que trabaja la Agencia Valenciana de Turismo (AVT), dirigida por el secretario autonómico, Francesc Colomer, y en la que ésta debería reglarse, "se retrasa", en palabras del diputado de Podemos, David Torres. Por esa razón, quieren, al menos, que en la Ley de Acompañamiento quede recogida esta tasa para que se aplique ya en 2018.
No obstante, preguntada por los tiempos -esto es, por si la reflexión que hará el Consell habrá concluido antes de presentarse la Ley de Acompañamiento de los Presupuestos de 2018, para ver si se incluye con vistas a las próximas cuentas-, Oltra señalaba que no "por ir más deprisa se corre más". "Con la complejidad y posibles arquitecturas" que tiene este debate, "la reflexión debe ser buena, porque entre la calidad y la prisa elegiremos la calidad", zanjó.
