GRUPO PLAZA

las residencias, a examen

Oltra sucumbe ante el ‘modelo Cotino’

Para algunos, el problema está en la falta de plazas. Para otros, en la carencia de datos y transparencia heredada de un modelo privatizador enmarcado en la corrupción política. El sistema ha puesto a Mónica Oltra en el ojo del huracán

| 26/05/2018 | 2 min, 22 seg

 VALÈNCIA.- «No existen concursos perfectos, pero el que se ha hecho está bien; no reproduce ningún modelo, es completamente nuevo y favorece a los residentes». Lo malo de esta frase no es que parezca un elogio, es que es un elogio que ha debido de sentar como una patada en la espinilla a Mónica Oltra, vicepresidenta del Consell y consellera de Igualdad y Políticas Inclusivas. En principio, que alguien alabe el nuevo sistema de funcionamiento de las residencias para mayores debería ser motivo de satisfacción para la diputada de Compromís que fue el azote del llamado (y cuestionado) ‘modelo Cotino’. El problema es que tan amables palabras salen de la boca de Arturo Alario, gerente del grupo Savia-Gerocentros. Participado por el Grupo Cívica, del que forma parte el constructor alicantino Enrique Ortiz, Savia-Gerocentros era el tipo de empresa que la de Compromís quería borrar del mapa de la atención. Conclusión: si cuando gobernaba el Partido Popular la firma tenía 20 residencias y 803 plazas, ahora cuenta con 22 y 843, respectivamente. 

Motivos para estar satisfecho no le faltaban. Apenas unos días después de esta entrevista, Savia-Gerocentros se hacía con 633 nuevas plazas (sobre un total de 3.300, el 19,1%) del mayor concurso público convocado por Igualdad (en noviembre de 2016). Ninguna otra firma consiguió tantas. Pero aún quedan 460 plazas más por adjudicar (las que componen el lote de L’Horta Oest y Sud) y la firma tiene todas las papeletas para hacerse con 210  más, casi la mitad.

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Oltra se reservó para ella la cartera de la antigua conselleria de Bienestar Social en el pacto de Botánico, precisamente para poder derribar el ‘modelo Cotino’, ese que puso en marcha el exconseller Juan Cotino, hoy imputado por sus tejemanejes durante la visita del Papa Benedicto XVI a València. Según criticaba la vicepresidenta, no se trataba solo de privatizar la atención a pesonas mayores, sino de beneficiar a determinadas empresas, sobre todo a Savia-Gerocentros, que pertenecía a su familia. Los elogios de Arturo Alario tienen sin duda un sabor amargo para la vicepresidenta ya que es injusto afirmar —como hace la oposición— que el ‘modelo Oltra’ es igual que el ‘modelo Cotino’; en realidad, para sus grandes beneficiarios -así lo indican los datos- es mejor.

* Lea el artículo completo en el número de mayo de la revista Plaza

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