Paella Hedonista #11

Paella valenciana de Juan Carlos Galbis en Marina beach

La playa de Valencia se ha convertido por méritos propios en un paseo del paellicidio, salvo las honrosísimas excepciones que se recogen en Wikipaella, el resto es una especie de galería de los horrores arroceros diseñados para turistas sin más intención que hacer caja. 

| 24/11/2017 | 2 min, 39 seg

Ni respeto por el producto, ni honestidad con el comensal, y la tradición ni está ni se le espera. Un erial.

Puede que el giro que acaba de dar la joya de la corona playera, el Marina Beach, comience a cambiar la inercia. El Marina, uno de los espacios con más encanto de la playa se ha empeñado en ofrecer buenas paellas. Buena noticia. Que un lugar con una decoración fantástica, un servicio más que entregado, unas vistas privilegiadas y la sugerente terna piscina + comida + copas busque además de al turista a la caza de fotos para sus redes sociales, al público local crítico arrocero, es una alegría.

¿El secreto? El fichaje en rol de asesor del ENORME Juan Carlos Galbis. Uno de los maestros de maestros arroceros, tipo con el que empiezas hablando de broma pero acabas aprendiendo más de paellas y arroces que con cualquier curso online de programa televisivo de éxito.

Juan Carlos pertenece a una saga mítica de paelleros, LA SAGA podríamos decir. Récords del mundo, exposiciones universales, formación en los CdT , colaboraciones televisivas, análisis milimétrico de cultivos de arroz… con el consecuente respeto y admiración unánime del facto factorum del paellismo patrio. Una eminencia.

A estas alturas Juan Carlos no necesitaba demostrar nada, pero su pasión por nuestro plato más universal le empuja a colaborar en cualquier proyecto que busque poner en valor la paella. Y los aficionados a su trabajo lo celebramos por poder disfrutarlo en su vuelta a la primera línea de fuegos y también ahora de playa.

De su propuesta, disfrutamos ahora en el Marina Bech de la clásica paella valenciana Galbis en su máxima expresión. Los ingredientes que manda la tradición y la temporada, con el arroz mezcla de Albufera y un poco de Maratelli (ese arroz italiano que se cultiva en Aragón y que destaca por su resistencia y gran absorción de sabor) y con su clásico truco para ahumar la paella con aroma de romero y conseguir esa percepción en nariz de haber sido hecha a leña cuando solo ha tenido gas. Un trampantojo paellero digno de experimentar en primera persona.

Esta delicia unida a una buena oferta gastronómica, producto correcto junto a elaboraciones curiosas, nos hace seguir creyendo que, como estamos viendo en muchas otras facetas, otra València está siendo posible. Enhorabuena al equipo directivo por contar con un maestro y bravo por querer demostrar que sentar a un turista y a un local alrededor de una buena paella, no solo es posible sino que puede ser rentable. 

Este artículo es fruto de la colaboración entre Wikipaella y Guía Hedonista

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