Power Electronics reciclará a diario todos los biorresiduos que se generen en su campus

VALÈNCIA (VP). La multinacional Power Electronics se ha adherido al programa de grandes generadores de biorresiduos impulsado por el Consorcio Valencia Interior (CVI) -entidad está formada por 61 municipios de cinco comarcas de interior de la provincia de Valencia (CVI), la Generalitat Valenciana y la Diputación Provincial de Valencia- que tiene como objetivo con este programa recoger anualmente 1.600 toneladas de residuos orgánicos, entre los que estarán los que la compañía aportará diariamente desde su Campus.

El CVI pone a disposición de la empresa valenciana un servicio de recogida diario de residuos orgánicos para que los restos de los más de 700 empleados que comen cada día en sus instalaciones puedan tener una segunda vida y ser utilizados como compost, cerrando el ciclo de vida de la economía circular.

Durante el año 2022, Power Electronics pondrá en foco en la formación en materia de RSC, con el objetivo de promover entre las personas que forman la compañía hábitos de vida saludables para ellos mismos y para el medio ambiente.

Por ello, con motivo del Día de la Educación Ambiental, la compañía también ha querido formar a su plantilla en educación ambiental para que no solo sean capaces de reciclar en el Campus Power Electronics, sino que puedan aplicarlo en sus propios hogares y puedan así contribuir a un mundo más limpio.

Antonia Gil, Responsable de Medio Ambiente de Power Electronics, destaca la gran necesidad de estas acciones de concienciación dentro de la empresa como parte de la responsabilidad de las empresas con el planeta y con las partes interesadas de la organización. “Power Electronics tiene la sostenibilidad implícita en su actividad, y es por eso su deber con la educación ambiental de sus colaboradores es aún mayor” destaca Gil.

El presidente del Consorcio Valencia Interior, Robert Raga, ha destacado que este proyecto de economía circular se ha implementado con una fracción clave, la materia orgánica, “de cuyo manejo depende alcanzar los objetivos marcados en la normativa ambiental, y esencial para poder promover una prevención de residuos real y efectiva”. Raga ha señalado que con la separación de los

biorresiduos del resto de fracciones “se hace posible recuperar más materiales y de mejor calidad en las plantas de tratamiento de residuos del consorcio, lo cual hace que se reduzca drásticamente el porcentaje de residuos que acaba en el vertedero y, además, se obtiene un abono de excelente calidad”.