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GRAND PLACE / OPINIÓN

#Quieroserestibador

Foto: KIKE TABERNER.
7/03/2017 - 

Puse este hashtag en Twitter y casi me lapidan. Bueno, no sólo… También defendí el cumplimiento de la sentencia del Tribunal de Justicia de la Unión Europea, que obliga al Gobierno español a liberalizar el sector de la estiba salvo pena de multa a pagar por todos los ciudadanos. Y afirmé las palabras del dirigente de la patronal valenciana Salvador Navarro, que pidió la intervención del ejército en la huelga de estibadores, aunque no exactamente…Pero, sobre todo, defendí el fin de un monopolio y el derecho de todos los trabajadores a acceder a un sector público.

Después de una agria polémica en las redes sociales con descalificaciones personales que siguen y se siguen escondiendo bajo el anonimato, voy a intentar explicar sin malentendidos lo que la inmediatez de los 140 caracteres dificultan hacer con normalidad. Como no tengo que mostrar a nadie mi pedigrí y consciente de que voy a seguir siendo objeto de calumnias, escribo desde aquí como periodista, con la calma y la tranquilidad que me da sentirme protegida por un medio de comunicación y por la Constitución Española, por el derecho fundamental a la libertad de expresión, que no hay que confundir con la libertad de insultar.

Podría parecer que,tanto el representante de la patronal como yo, estábamos llamando al ejército para que tomara el puerto y se ocupara de las tareas de estiba. ¡Nada más lejos! La Armada española no está preparada para un trabajo altamente técnico como lo es éste en la actualidad. Por mi parte, apelaba a la posibilidad constitucional de que el Gobierno decretara el estado de alarma -ya lo hizo el gobierno de Rodríguez Zapatero con los controladores- y militarizara a los estibadores. ¿Y que significa esto? Explicaba el profesor Manuel Martínez Sospedra que se les declara personal sometido a la jurisdicción militar y se les da un rango: oficial, sargento, teniente…, adaptado a sus niveles de gruista, clasificador, capataz -foreman- para organizar el trabajo de la tropa/peones. 

Todo ello, con la salvedad del derecho a la huelga que les ampara, como a cualquier trabajador. Yo tengo dos huelgas esta semana: la del 8, Día de la Mujer, y la del 9, por la defensa de la educación pública. Claro que defiendo su derecho a la huelga del día 10 -por fin-, pero no a la huelga encubierta, especialmente cuando se trata de un sector público bajo monopolio, con la excusa de que están desmotivados.

Y de aquí pasamos al por qué de mi hashtag: #Quieroserestibador. Nada más lejos, de nuevo-perdón por repetir la interjección-. Mi actividad profesional es variada y he intentado que fuera divertida. Para nada me atrae subirme a una grúa ni lo pretendo. Ya lo hizo mi padre durante toda su vida. Por tanto, esta boutade premeditada y provocadora no pretende más que poner de relieve la realidad de un sector que se le hurta a otros trabajadores de nuestra sociedad a través del monopolio de este servicio público. Y, según publica en Libre Mercado Adrián Ángel Viudes -presidente de laAutoridad Portuaria de Cartagena entre 1996 y 2014-, ha llegado incluso a considerarse hereditario desde los años en que Franco creó la Organización de Trabajadores Portuarios para los ex combatientes de la División Azul

No voy a entrar en si ganan sueldos astronómicos o no, ni si sus condiciones laborales son envidiables. ¡Chapeau! Se lo han ganado. Atrás quedaron los años treinta del siglo XX, cuando los estibadores eran machacados por las mafias portuarias y su trabajo era extremadamente peligroso. Recordemos a Marlon Brando en el excepcional filme de Elia Kazan, La ley del silencio (On the waterfront).

Por último, pasemos al Decreto del Gobierno que pretende cumplir con la sentencia del Tribunal de Luxemburgo. Parte de la responsabilidad es de los sucesivos gobiernos, que han ido dejando este sector sin legislar de acuerdo con la normativa europea perdiendo la oportunidad que ofrecía la modificación de la Ley de Puertos de 2011. El primer punto en conflicto es que el colectivo de estibadores es el que organiza el trabajo de las empresas, sin pertenecer a ellas. El segundo es que sólo las empresas socias de la SAGEP tienen la concesión para contratar y subcontratar el trabajo de estiba. 

Con estos mimbres y la amenaza de la Comisión Europea de aplicar al Reino de España la sanción de 21,5 millones de euros más 130.000 euros diarios por cada día que pase sin cumplir la sentencia, a partir de este verano, el Gobierno de Rajoy aprobó un Decreto que iba a pasar este jueves por el refrendo del Congreso de los diputados, pero se ha retrasado ante la falta de apoyos. Por supuesto, es más complicado que todo esto, por lo que recomiendo leer el trabajo de la profesora de la Universitat de València Amparo Esteve Navarro -yo estoy en ello-,  Un nuevo supuesto de interacción entre libertades económicas y derechos sociales: la ordenación jurídico-laboral española de los estibadores portuarios

El primer error de un gobierno sin mayoría es no haber negociado. Con nadie. Ni con Europa, ni con los trabajadores ni con las empresas, ni con la oposición. Y tanto en ésta como en todas las experiencias de la vida, hay que ser generosos. Sobre todo, cuando se está en el poder. Generosos, especialmente, con los trabajadores, que siempre son la parte más débil. Por supuesto, que cuando se reestructura un sector productivo siempre hay víctimas, pero también soluciones, aunque las paguemos todos. Y éste es el caso. Una posible solución, apuntada desde la autoridad portuaria, sería la subrogación de toda la plantilla, con prejubilaciones voluntarias y respetando las condiciones salariales, a costa en parte de las empresas y en parte con cargo a un Fondo de Compensación Salarial. Y ello para preservar el derecho al trabajo y la paz social. No hay otra salida. ¿O sí? 

La salida es otra Europa. Porque estas medidas altamente liberalizadoras de todo el sector productivo -recordemos el financiero hasta dónde nos ha llevado- obedecen a una política neoliberal y desregularizadora que intenta eludir el control del Estado en todos los ámbitos económicos. Cambiemos Europa y sus gobiernos. Recordemos esto cuando vayamos a votar cada cinco años. Y recordemos también que la Europa que se reivindicará el próximo 25 de marzo desde Londres a Roma no es ésta.

PD: Agradecería los comentarios en este foro público.

La jornada laboral de un estibador

Agradezco este testimonio a un estibador, que me ha proporcionado la información de la organización de una jornada laboral, cómo comienza y cómo se distribuye el trabajo de la estiba.

Sobre las 7 de la mañana, se hace el sorteo de posición de las demandas.

Eso quiere decir, que las empresas -MSC, NOATUM, etc.- han hecho la demanda de personal a SEVASA, que es una sociedad anónima formada por las empresas concesionarias de cada puerto.

Piden las manos conforme les hacen falta, según los barcos y lo que hay que cargar o descargar. Una mano está compuesta de una grúa, tres peones, cuatro camiones, un transtainer o containera, un clasificador y, por cada barco, un capataz.

Un barco puede tener una, dos, tres o cuatro manos, pero un solo capataz

Después de sortear la posición de las demandas, se va adjudicando el personal por orden numérico.

Cada estibador tiene un número o chapa, como se le llama, y hay tantas listas como especialidades: grúa, capataz, clasificador…

Por ejemplo, si ayer el ultimo número de capataz fue el 71.280, hoy el primero será el 71.281, y así sucesivamente en todas las especialidades o niveles.

También hay trabajadores que tienen tres o cuatro especialidades. Entonces, si con la previsión del día va a haber bastantes grúas, por ejemplo, no se reservan, se anticipan el día de antes y saben  el día anterior que al día siguiente irán de grúa, aunque no en qué turno.

A las 7 más o menos se empieza a hacer las contrataciones, sobre las 7.30 ya saben dónde y en qué especialidad trabajarán esa mañana.

Hasta las 13 horas, no se sabe si trabajará el resto.

A las 13 ó 13.30 horas sale la contratación de las dos de la tarde.

Sobre las 16 horas sale la contratación de las 20 horas y la anticipada de las dos de la mañana, más la previsión del día siguiente.

Se trabaja toda la semana, se descansa un fin de semana (sábado y domingo) al mes.

Las vacaciones las marca la empresa. Hace tres grupos A, B, C y, dependiendo del número de chapa, les corresponde uno u otro, y se reparten las vacaciones. Si este año toca julio, al año siguiente tocará agosto.

Se tiene fiesta el 1 de Mayo, la Virgen del Carmen (patrona del mar), Nochebuena, Nochevieja y otra festividad.

 En realidad, las empresas no tienen empleados fijos.

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