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ENTREVISTA

Rafael Monterde: "Las fundaciones InnDEA y Crea ya están fusionadas"

10/01/2017 - 

VALENCIA. El titular de esta entrevista carece de peso si se desconoce el contexto de agitación en torno a las fundaciones públicas del Ayuntamiento de Valencia. InnDEA, Crea y Observatorio de Cambio Climático están gestionadas por el concejal Jordi Peris, responsable del área de Participación, Derechos e Innovación democrática, y tiene a Rafael Monterde como líder de una "misión imposible": fusionar las tres entidades "para optimizar recursos". El primer entrecomillado ha llegado a este diario hasta en tres ocasiones desde fuentes del entorno de trabajo del Secretario del Consistorio. El segundo se le puede adjudicar a los arriba citados y a cualquiera de los socios del Gobierno local.

El trasiego de las fundaciones públicas, que según el Ayuntamiento acabará dirigiendo Monterde, inició sus acciones hacia este proceso con el despido de cinco de sus trabajadores en diciembre de 2015. Entre ellos, la esposa del concejal 'popular' Alfonso Novo como avanzó Valencia Plaza. El malestar de los mismos no se hizo esperar y, aunque desde las fundaciones InnDEA y Crea se insistió a este diario en la "inactividad" y "no asistencia" de algunos de estos casos, otros pidieron la dimisión de sus responsables nada más se hizo efectiva la situación. En agosto, las primeras soluciones pactadas a esos despidos asumidos como improcedentes, ya habían costado al erario público 140.000 euros. La entrada de nuevos trabajadores a lo largo de 2016 -en las vacantes y en nuevos puestos creados en las entidades ya citadas- no estuvieron exentas de controversia: se dudó de su manera de puntuar y del peso y personificación de las entrevistas finales.

El director de InnDEA ya justificó el proceso de contratación y no se amilana ante las críticas -incluso entre sus socios de Gobierno, siempre eludiendo la cita- por los costosos despidos: "podrían haber provocado indemnizaciones mucho mayores. Desde luego utilizamos la fórmula más adecuada para hacerlo razonablemente bien". Lo asegura en declaraciones a Valencia Plaza con otra decisión polémica sobre la mesa: la Asociación de Diseñadores de la Comunitat Valenciana (ADCV), el Colegio de Diseñadores de Interior de la Comunitat Valenciana (CDICV) y otras tres entidades han perdido su sede en Las Naves. El centro de "creación contemporánea", según sus estatutos y el apellido que le acompaña, se ha convertido además en el espacio de destino de los trabajadores de las tres fundaciones públicas, algo que ha ocupado singulares irregularidades en sus usos y uno de los motivos por los que el responsable atiende a esta entrevista. 

El punto y final de las sedes culturales en Las Naves

-Durante los próximos días ha concretado una serie de reuniones con la ADCV, CDICV, la Associació de Artistes Visuals de València, Alacant i Castelló, el colectivo musical Grup Instrumental y el Colegio Oficial de Publicitarios y Relaciones Públicas de la Comunitat. ¿Les va a insistir en que deben abandonar su sede en Las Naves?
-No es el objetivo tal cual. Desde finales de noviembre y diciembre nos reunimos con ellos para plantearles el nuevo modelo del centro, de lo que va a ser Las Naves.Les conté cuáles eran las necesidades del espacio en el que el modelo con el que habían venido trabajando, el de tener una sede social de forma exclusiva, ya no tenía cabida. Saben que si quieren seguir vinculados a Las Naves, como en el resto de casos de asociaciones, empresas y colectivos de la ciudad, tienen que presentar un proyecto. Un proyecto siempre con una definición temporal, como puede ser el caso ahora de un taller de robótica con niños que necesita de unas instalaciones para guardar su material mientras dure esa temporada de actividad. Obviamente, esos equipos han de estar a buen recaudo y no se pueden estar trayendo y llevando. Es un ejemplo de un proyecto que justifica que haya un despacho, siempre compartido, y se haga un uso de almacenaje. Los citados han tenido, durante años, un régimen de estancia muy diferente. Una estancia privativa y en la que estas asociaciones tenían una sede social y a las que apuntaba su CIF. Es un agravio comparativo con respecto a otros colectivos de la ciudad que pueden, puntualmente, desarrollar actividades y aprovechar los espacios de Las Naves.

-Algunas de esas asociaciones han asegurado a este diario que no se irán si no tienen una justificación documental que certifique que se han de marchar.
-Les comentamos la situación a finales de noviembre y principios de diciembre y les dijimos que no les vamos a mandar ningún burofax. Queremos buscar alternativas, pero que haya propuestas concretas para 'residir' en Las Naves. Que tengan allí su razón social, su sede, no tiene sentido. Ese uso privativo, no tiene sentido. Ellos lo saben y les dije que después de Navidades nos veríamos, de ahí las reuniones de los próximos días en las que ya puedo avanzar que no les vamos a llevar ningún 'papel' en ese sentido'. Lo que espero es justo diálogo: espero proyectos concretos para dotar de contenidos a Las Naves.

-Las mismas personas aseguran desconocer cuáles son las inquietudes que se quieren cubrir, las motivaciones, los públicos... En aquellas reuniones se les habló de unas bases para la participación, pero todavía no se han hecho públicas.
-Hasta la fecha se han hecho muchas actividades sin que existieran esas bases. Ellos saben cómo funciona el centro y qué sucede y han hecho actividades. Puede haber proyectos con una duración y puede haber proyectos singulares, pero siempre que tengan una necesidad de los recursos de que dispone el espacio o de que les apoyemos económicamente para desarrollar algún objetivo.

Foto: MARGA FERRER

-¿Y quién decide qué proyectos son válidos?
-El equipo de trabajo interno de las fundaciones. Desde la Concejalía estamos valorando la creación de un comité de expertos externo, además de una convocatoria concreta, pero por el momento se valoran desde el equipo de trabajo de Las Naves y pueden presentarse proyectos como ha sucedido hasta la fecha.

-Presentarse como un colectivo más, con una propuesta que entiendan interesante para Las Naves.
-Sí. Lo que no continúa es el uso privativo de las instalaciones que hasta ahora, durante cinco años incluida una prórroga menos el caso de Grup Instrumental, que ha sido menos, han gozado de un espacio como sede. En alguno de los casos, en los que apenas se reunían y estaban, casi como oficina postal, pero en todos los supuestos sin alquiler y con luz y agua pagadas. Que así era el acuerdo, ojo, con la exigencia de que nutrieran al espacio de movimiento y de actividades durante esos años.

El cambio de modelo de Las Naves que "desborda la cuestión cultural"

-Presentar proyectos culturales o no.
-El hecho es que el centro ahora desborda la cuestión cultural. A Las Naves acude gente con otras necesidades específicas.

-¿Qué relación tiene esta nueva realidad de espacios con la idea de que La Harinera no vaya a estar lista hasta dentro de al menos dos años?
-Evidentemente, hay 20 personas más de plantilla que están trabajando en Las Naves y que antes no estaban. Sin embargo, no veo una relación directa. La relación es con los colectivos de la ciudad que ahora nos demandan más espacios que antes. Hay más demanda de espacios que espacios y más asociaciones que nos requieren y de más naturalezas. Es cierto que La Harinera ha acumulado un retraso en sus obras y que tenemos más demanda de lugares para desarrollar.

-O sea, que cuando La Harinera está disponible, ¿no tendría necesariamente por qué cambiar los usos de Las Naves? Revertirlos a la Cultura, por decirlo así.
-No, porque La Harinera y Las Naves y el resto del complejo que componen otras naves adyacentes pertenecen al mismo proyecto para nosotros. 

-¿Qué objetivos ha de cumplir ese complejo que usted gestiona?
-Las Naves, todas, conforman un complejo de innovación con una vertiente urbana y otra social. La cultura supone una de las dimensiones clave para saciar esas dos vertientes.

-Lo que parece obvio es que Las Naves tiene una serie de dotaciones y recursos culturales (un laboratorio de fotografía, otro de serigrafía, varias salas de ensayo, un estudio de grabación, un teatro con grada retráctil para albergar artes escénicas y conciertos, espacios expositivos, una biblioteca...) que la proyectan como especialmente idónea para albergar cultura.
-En esa reflexión cabe diferenciar las Naves 1 y 2 del Espai Mutant. Las Naves 1 y 2 están creadas como espacios de recursos juveniles. De hecho, en origen, pertenecía a la Concejalía de Juventud. Se crearon dotaciones no habituales, sí, con salas de ensayo y los laboratorios incluso dos estudios de grabación, de los que de uno de ellos desapareció el material antes de que entrásemos... pero, en cualquier caso, dotaciones juveniles, enfocadas, por así decirlo, a una creación amateur. Sin embargo, el teatro, el Espai Mutant sí es otra cosa. Es una dotación con una tecnología, especialmente por la parte sonora, que sí supone un equipamiento cultural de primera línea para la ciudad. 

Foto: MARGA FERRER

-El laboratorio de fotografía, que se estaba usando regularmente, y las salas de ensayo, que no se utilizaban prácticamente, han dado paso ahora a salas de reuniones y puestos de trabajo. ¿Es natural que esa sea su finalidad dada la naturaleza cultural del centro y la actividad de esos sectores en la ciudad?
-Es que ese laboratorio de fotografía lo que estaba generando era un dumping a las empresas de la ciudad que se dedican a ello. Tampoco era más que un espacio con unos pocos recursos y que se alquilaba a muy bajo precio para proyectos totalmente ajenos a Las Naves. Por ejemplo, para hacer fotografía de producto de una empresa. Hasta este momento era lícito, pero no creo que nosotros, precisamente, debamos promover esa oferta por debajo de mercado y fastidiar a los agentes comerciales de la ciudad. Lo mismo podría decir de las salas de ensayo o del estudio de grabación.

-Quizá, tal y como sucede con las residencias escénicas, si esas dotaciones tuvieran proyectos temporales concretos o sirvieran para un fin para nuevos creadores, gente que necesita una serie de recursos en un momento inicial...
-Lo estudiamos y quisimos plantear algún tipo de conovocatoria para gente joven. Incluso, nos reunimos con Berklee College porque lo que tenía sentido es que eso tuviera un acompañamiento y se dinamizaran proyectos concretos. Sin embargo, requería de muchos recursos económicos para un solo proyecto, así que nos centramos en no dar servicios permanente, excepto con el caso del teatro donde sí hay una programación y se saca partido de la dotación. Nosotros, hay que entenderlo, probamos proyectos de una manera más dinámica. Experimentamos y aceleramos algunas ideas para que luego el Ayuntamiento las asuma y las haga grandes. Para que las eleve, por ejemplo, desde el área de Cultura. 

-La biblioteca ha dejado de tener el uso que venía teniendo. Ya no es una biblioteca, como tal.
-Es que el uso de la biblioteca estaba siendo de entre dos y tres personas de media al día. De hecho, no se abrió con esa finalidad para el barrio, sino como, más bien, una sala de consulta especializada de temas de diseño de los que albergamos un gran fondo o de consulta de internet. También como lugar de estudio, pero ni siquiera cuando llegan los exámenes tenemos una situación de uso parecida a lo que todos recordamos en la Fundación Bancaja, por ejemplo. Además, es una biblioteca de consulta, no ha habido préstamo nunca, y como decía muy especializada.

-¿Y cuál es su nuevo uso? Hay un cartel que advierte desde hace semanas que es mejor reservar una cita y algunos días está cerrada.
-Algunos días está ocupada por eventos que hacemos por la mañana. El horario es de 9 a 14 horas, incluso hasta las 16 o 17 horas por el personal que está dinamizando las tardes. La demanda de eventos también alcanza a la mañana y por supuesto la tarde, pero se puede seguir yendo a trabajar cualquier día. Incluso, trabajadores del Collaborative Space bajan allí puntualmente, a ratos, para cambiar de ambiente de trabajo. No ha cambiado; es solo que no es una biblioteca al uso y que ahora, si hay eventos que requieren el espacio, se les cede. De ahí que se pueda consultar por mail si cuando va a ir el usuario coincide con uno de esos eventos. 

Fusión de las fundaciones públicas

-La próxima semana se han organizado en Las Naves una serie de talleres, workshops y mesas redondas para presentar la fusión de las fundaciones...[interrumpe].
-No exactamente la fusión de las fundaciones.

-¿Cuál es el objetivo de esas jornadas?
-El objetivo es presentar el proyecto de la fusión de las fundaciones. Esas fundaciones tienen una serie de recursos en común y desde el Gobierno local se ha buscado que sean gestionadas de una manera diferente, provocando una fusión por absorción. Primero de la Fundación InnDEA con Crea [Las Naves pertenecen a esta segunda y es a esa fundación a la que le está reservada la disposición de gestionarlas], y ahora que ya están esas dos, con el Observatorio de Cambio Climático.

-¿Ya se han fusionado InnDEA y Crea?
-Sí.

-No se ha comunicado. Parece como si hubiera pasado desapercibido. ¿Y con el Observatorio de Cambio Climático? 
-¡Ha costado un año! Si que ha costado, sí. Observatorio de Cambio Climático es más pequeña y también tenía un historial mucho más difícil de gestionar. Fusionar las fundaciones requiere que todo esté con arreglo a ley y seguir una serie de cauces. Por ejemplo, que la apreciación societaria del balance de cuentas del año 2011, por decir una cosa, no esté hecho. Por eso nos ha costado tanto. Todavía queda Observatorio de Cambio Climático, que solo tenía dos personas en plantilla.

-¿Cuántas tiene ahora?
-Tres, pero cobran menos que aquellas dos.

-Le pregunto por ello porque existen, hace algunas semanas, en la negociación de los Presupuestos de 2017, algunos de sus socios estaban sorprendidos de que la fusión de las tres fundaciones que esperaban llegara en algún momento no estaba generando que estas tuvieran un menor presupuesto. Es decir, una optimización de recursos en ese sentido más directo. Y de puestos de trabajo, tampoco.
-Quizá cabe decir que yo no tengo vinculación política con ninguno de los partidos del Gobierno local. Participé del proceso previo y programa de València En Comú, pero mi cargo como director de las fundaciones es independiente y no estoy vinculado al partido. Dicho esto, mi posición de cara al Gobierno local, en el que creo que no hay disensiones al respecto y me extraña el comentario, tiene muy clara la idea de generar más eficiencia entre las estructuras. Optimización y estrategias en los estamentos porque eso es la lógica general de un buen gobierno. Pero optimizar en el gasto del aparato, en recursos humanos, no es tener menos recursos humanos, sino aquellos que sean necesarios para el puesto. Antes, por ejemplo, había tres gerentes. Ahora solo hay uno: yo. Y no se ha reducido el presupuesto de las fundaciones, excepto en el caso de Observatorio de Cambio Climático que ahora es de un tercio más o menos con respecto al ejercicio anterior. Antes había sueldos de personas sin funciones, salarios desorbitados... eso sí que ha desaparecido. Eso es eficiencia. 

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