VALENCIA. Los ahora responsables de gobernar en la Generalitat Valenciana y el Ayuntamiento de Valencia no han olvidado sus reuniones y compromisos con las asociaciones de profesionales del diseño y la ilustración en campaña. Las buenas prácticas a la hora de lanzar un concurso público y la necesidad de dignificar a la profesión del diseño corrían en paralelo desde hace años al propio desprestigio del cartel, una situación esperpéntica de la que ya escribió en diferentes ocasiones el diseñador Xavi Calvo en Valencia Plaza.
Así, mientras que la burbuja económica del crédito hipotecaba a la Comunitat Valenciana hasta alcanzar los actuales 40.000 millones de euros de deuda, las autoridades preferían optar por concursos populares y, en definitiva, iniciar un lento pero profundo camino hacia la decadencia de la imagen pública con la puerta cerrada al mundo del diseño. La única vía de luz al respecto era la Regidoria de Joventut que, por su cuenta, mantenía una suerte de 'llamada a proyecto' que ahora tanto Generalitat como Ayuntamiento de Valencia han decidido instaurar.
"La llamada surgió de ellos, aunque tras nuestra insistencia durante mucho tiempo y reuniones previas antes de las elecciones", apunta Rafa Armero, presidente de la Asociación de Diseñadores de la Comunitat Valenciana. El primer proyecto surge des de la conselleria de Igualdad y Políticas Inclusivas, donde se inicia un proceso de 'llamada a proyecto' para realizar un proyecto profesional de cara al próximo 25-N, el Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra la Mujer.
Ante la propuesta, ADCV y la Asociación Profesional de Ilustradores Valencianos (APIV) se afronta como una doble posibilidad para los profesionales: "profesionalizar la imagen del diseño en la ciudad y cuidar la cuestión especulativa", apunta Armero. Así, la fórmula escogida es la de recibir los portfolios de todos aquellos interesados en el proyecto junto a una carta en la que estos indiquen cuál es la intención del proyecto. Con esa información, un jurado a la postre compuesto por diferentes miembros de ambas asociaciones, escoge entre todas esas propuestas de 'llamada a proyecto' que, por ejemplo, en el caso del cartel del 9 d'Octubre y toda la comunicación gráfica derivada de la festividad para la Generalitat Valenciana fue a parar al estudio Gallén+Ibáñez.
La Generalitat se muestra satisfecha "plenamente con el proceso. Vimos el proyecto con muy buenos ojos y, tras reunirnos con los profesionales, era un cambio muy esperado", apuntan fuentes de Presidencia de la Generaliat. "Ellos han marcado la fórmula. Les dimos continente y contenido y ellos se han encargado del proceso de selección", apuntan esas mismas fuentes que confirman que omitieron su voto para dejar que los seis miembros del jurado profesional escogidos por ADCV y APIV fallaran en favor, finalmente, de Gallén+Ibáñez.
"Se han dado cuenta de todas las ventajas que una convocatoria abierta y democrática tiene tanto para las instituciones como para los profesionales", apunta Armero. El sistema de 'llamada a proyecto' ha evitado un concurso al uso: "si llegan a lanzar un concurso profesional al uso y aunque no era la costumbre, en el mejor de los casos, reclamando el trabajo ya hecho, lo más seguro es que muchos ilustradores o diseñadores, con tal de contentar al 'cliente' hubieran enviado ilustraciones de Jaume I o soluciones similares a las de los últimos años. Con la actual propuesta, la Generalitat ha podido acompañar al estudio seleccionado y trabajar para conseguir la imagen que se buscaba".
El president de la Generalitat en la presentación del cartel, con las diseñadoras a la izquierda de la imagenY esa imagen, tiene un patrón muy claro que Armero confirma: "han trabajado codo con codo con las diseñadores porque querían transcender, ir un poco más allá. A las claras, creo que la intención de la imagen es la de romper con los estereotipos de imagen de los últimos años, y lo han conseguido". Aunque desde el Ayuntamiento de Valencia poco a poco se está abriendo la mano a este tipo de participación profesional, lo cierto es que el caso del cartel del 9 d'Octubre es el que más satisfechos parece haber dejado a todos los profesionales del sector.
"El protagonista de este cartel es el nº 9, que se configura con la superposición de tres tipografías: una gótica, como la que se utilizaba en los manuscritos medievales; una romana didona, típica de la época de la ilustración; y por último, una helvética de palo seco, característica del siglo XX. Tres tipografías de tres períodos históricos diferentes para subrayar la longevidad de la celebración del 9 d’Octubre, una fiesta que se realiza desde 1338 de manera ininterrumpida y que la ha convertido en una de las fiestas más antiguas de Europa”, explica Marisa Gallén, una de las diseñadoras (junto a Carmina Ibáñez) encargadas de la imagen de la fiesta más importante de la Comunitat Valenciana, el 9 de Octubre.
Este trabajo ha dejado satisfecho a algunos de los principales reivindicadores de la participación de los profesionales del diseño valenciano tras casi dos décadas en las que las instituciones valencianas han vivido de espaldas al sector del diseño. Uno de ellos es el ya citado colaborador de este diario, Xavi Calvo, que desarrolla por qué el cartel de Gallén+Ibáñez da en la diana: "lo más importante es que, aunque no de ser su cometido en un año cualquiera, llama la atención. En este momento era importante que una nueva imagen se proyectara en las calles y el sistema de los tres nueves sobre un fondo blanco encaja perfectamente, sobre todo cuando 'toque calle'. Es interesante porque, cada vez que lo ves, tiene una lectura diferente. Además, está la aportación del matasellos, que viene a reivindicar su sentido oficial y, lo que creo importante: un párrafo explicativo, porque se dan por supuesto el conocimiento de las señas de identidad, y en el cartel, apenas en unas líneas, recuperas toda la información necesaria para entender la festividad". Pero no es la única ventaja según los implicados: "además de acompañar al proyecto, el 'cliente' ha visto que más allá del cartel, el proceder de un estudio profesional agiliza las múltiples aplicaciones de la gráfica creada".
El cartel se ha impreso con dos tiradas diferentes: una de 100 ejemplares con golpe seco y papel de más gramaje destinado a regalos de protocolo, y otra de 6.000 ejemplares que se repartirán en las distintas actividades y visitas organizadas a partir del día 1 de octubre, actividades que se realizarán tanto en el Palau de la Generalitat como en las distintas Consellerias. Junto al cartel, el estudio Gallén+Ibáñez ha desarrollado toda una serie de aplicaciones gráficas que apoyan a la imagen: una invitación digital para los actos conmemorativos, un díptico con la programación de las distintas actividades organizadas y un cuadríptico con información sobre los nueve palacios de la Generalitat que se abrirán al público en los próximos días por medio de visitas guiadas, actividades enmarcadas en los actos del 9 de octubre.
Por parte del Ayuntamiento de Valencia, y en concreto desde la Regidoria de Festes y la Junta Central Fallera, ya se ha sacado la 'llamada a concurso' para el próximo cartel de Fallas. "Desde luego", apunta Calvo, "aunque durante estos primeros meses estemos viendo cómo se va engrasando el sistema para dar cabida y promocionar el diseño desde las instituciones, están haciendo cada uno de los proyectos con buena intención".
Las instituciones de la Comunitat Valenciana han vivido de espaldas al diseño, excepto por la ya citada Regidoria de Joventut del Ayuntamiento de Valencia que durante los dos últimos años sí abrazó opciones profesionales para el proyecto Valencia Idea. Desde Presidencia de la Generalitat son claros con respecto al precedente creado para la solución de imagen y comunicación en las instituciones: "desde la Generalitat es natural tener en cuenta el gran trabajo que estos profesionales realizan desde el nivel local al internacional, y 'aprovecharse' en el mejor sentido de un sector pujante con el que estamos llamados a colaborar en este sentido, por supuesto".
