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crónicas por los otros / OPINIÓN

Septiembre

¿Cuántas veces más vas a apuntarte al gimnasio, a inglés o a ese curso de redes sociales para reciclarte que nunca terminas? ¿Cuántas veces más vas a marcarte esos retos que no vas a cumplir? ¿Cuántos septiembres más vamos a caer en lo mismo? Empieza septiembre… ¡Empieza el mes de los despropósitos!

2/09/2017 - 

Llega septiembre y llega el aluvión de propósitos, retos y objetivos que nos marcamos con la seguridad, firmeza, esperanza, ganas y autoengaño de cumplirlo. Parece que nos guste no tener memoria, no retener y no acordarnos del año anterior. Normalmente son unos objetivos que poco difieren del año anterior y de todos los septiembre de los últimos años. Pero ahí seguimos. Volvemos a los mismo. Volvemos a empezar septiembre con los mismos propósitos y despropósitos.

Propósitos y despropósitos 

Septiembre es el mes donde todo vuelve. Un mes donde se presupone que emprendemos un nuevo curso escolar, profesional y personal. Un mes que viene tras el mes oficial de descanso y vacaciones. Aunque cada vez son menos quienes disfrutan del mes de agosto para vacaciones por excelencia, existe en el imaginario colectivo esa sensación de vuelta.

Volver a casa, volver al trabajo, volver a una rutina, volver a unos horarios, volver a nuestra vida en definitiva… y volver a esos propósitos que nunca cumplimos . Volver a los despropósitos.

Marcarse objetivos para no cumplirlos es una auténtica pérdida de tiempo y un peligro porque resulta desalentador, decepcionante y genera frustración. No cumplir los objetivos marcados es agotador y puede provocar el efecto contrario. Por ello es más importante de lo que parece, parar, detenerse y analizar qué objetivos nos marcamos para este curso y poder cumplirlos.

Marcarse objetivos y cumplirlos despierta una actitud diferente ante la vida. Una actitud de lucha y de estar activos, alejados de ser parásitos de la sociedad. Alejados de esa actitud de espectador, de ese “ver la vida pasar”. 

Es más saludable y más importante de lo que parece analizar qué vida queremos tener este curso y qué tenemos que hacer para conseguirla. En la mayoría de casos no analizamos y nos dejamos llevar por comodidad, inercia y dejadez. Así caemos en una vuelta que viene acompañada con propósitos y despropósitos que no analizamos y que terminan desmotivándonos. Despropósitos que tienen más que ver con la logística que nos acompaña y nos rodea que con los propósitos que realmente nos entusiasman más personales o más íntimos.

Por ello es más aconsejable ser realista y buscar objetivos que nos compensen y que consigamos alcanzar pues supone una gratificación inmensa que carga pilas y motivarse. Si conseguimos cumplir objetivos, nos motivaremos a marcarnos retos nuevos y cumplirlos.

Objetivos para todos los gustos

Lo mejor es conocerse y saber dónde están los límites para cada uno, dónde está el umbral del cansancio, dónde están los alicientes para seguir y no desfallecer. Hacer una reflexión seria y conocedora de dónde estamos y quiénes somos. Buscar y encontrara propósitos que nos motiven y que nos estimulen. Buscar propósitos que nos llenen la vida que queremos y buscar propósitos que nos obliguen a analizar y decidir. 

Por poner un ejemplo. Si cada año nos apuntamos a inglés y terminamos el curso sin haber conseguido nuestro objetivo, quizá no es el objetivo que necesitamos. Si cada año pagamos los seis meses que nos ofrece el gimnasio como oferta para engancharnos y al segundo mes dejamos de ir al gimnasio, quizá es un objetivo que no nos engancha ni nos interesa. Seguro que existe otra manera de mantenerse en forma o de cuidarse, sólo tenemos que buscarla.

Encontrar lo que nos gusta, lo que nos va, lo que nos engancha no es fácil pero tampoco difícil. Sólo es cuestión de buscarlo, de invertir tiempo, de no seguir lo que la mayoría marca si no nos sentimos motivados. Quizá es el momento de buscar otros objetivos y retos que nos enganchen y que nos motiven.

Vivimos en una sociedad con infinidad de posibilidades, es una de las ventajas de vivir en un sistema desarrollado. Sólo tenemos que aprovechar las oportunidades y elegir. Pero a veces lo mas difícil es elegir, resulta más fácil dejarse llevar.

No pensar y seguir. Seguir con una vida y con unos objetivos que no nos llenan, que no nos van pero que son fáciles, cómodos y están al alcance de la mayoría. Aquí radica el conformismo o los límites de cada uno.

Como vemos propósitos hay de todo tipo aunque por defecto caemos en los grandes propósitos de siempre : cuidarse (ponerse en forma o adelgazar) o aprender idiomas. Con estos propósitos generalizamos la infinidad de metas y retos relacionados muchas veces con el cuidado físico y con la mejora profesional.

Pero ¿qué hay de los retos y los objetivos que podemos marcarnos para hacer por los demás? ¿para ser mejor persona? o ¿para construir un mundo más humano?

Depende de nosotros marcarnos este año objetivos alcanzables, distintos y que nos llenen. Depende de nosotros. Si de algo me ha servido vivir todo este tiempo en África, rodeada de gente que poco puede elegir, es a valorar este privilegio de las personas que sí que podemos elegir.

La semana que viene… ¡más!

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