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19 DE JULIO EN VIVEROS 

Steve Vai: “Lo más importante para el músico es la forma en que elige pensar las cosas"  

El legendario guitarrista norteamericano reserva una fecha de su gira internacional para actuar en los Conciertos de Viveros el 19 de julio

30/06/2016 - 

VALENCIA. Aristóteles dejó dicho para la posteridad aquello de que no hay genio sin trazas de locura. Si esto es cierto, y no tenemos razones fundadas para no creerlo tras la persistencia de la herencia aristotélica a lo largo de los siglos, habría que apartar la figura de Steve Vai del colectivo de individuos bajo el signo de la genialidad. Dirigirse a Vai es hablar con uno de los guitarristas más influyentes de la historia y, al mismo tiempo, con alguien que, a sus 56 años, se encuentra todavía en proceso de asimilación de su estatus. Quince millones de discos vendidos después, Steven Siro Vai continúa tratando de entender por qué hay gente que se le acerca para agradecerle su trabajo: “nunca lo había creído en realidad, tardé años en empezar a tomármelo en serio”. Mientras come en Brighton con su mujer (“lo mejor” que le ocurrió a su paso por Berklee), el diseñador de la Ibanez de siete cuerdas responde relajadamente a todas las cuestiones planteadas alrededor de la gira 25 aniversario de su Passion & Warfare, su vertiente docente y sus anécdotas con Prince o de transcripcionista de Frank Zappa.

Estás celebrando tu cumpleaños con una gira mundial. ¿Cómo está yendo?

Está yendo genial. Estamos en Brighton ahora, tenemos un concierto esta noche. Ahora mismo estoy descansando en una cafetería con unas vistas magníficas, comiendo con mi mujer. Creo que la vida no podría ser en este momento.

¿Por qué decidiste hacer este tour?

Bueno, me gusta irme de gira; disfruto tocando en otros países. Además, en su momento no hice tour con este disco, el Passion & Warfare cuando lo publiqué hace 25 o 26 años. En aquella época tuve algunas ofertas, como las giras con Whitesnake, y además tuve un par de hijos con mi mujer, así que también quería quedarme en casa. Ahora estoy haciéndolo y, en cierto modo, es darle los honores y hacerle justicia al disco en su 25 aniversario; tocamos el disco entero, de principio a fin.

¿Y cómo se afronta?

Al principio, cuando lo pensaba, era bastante aterrador porque es un reto, y no sabía cómo iba a reproducirlo todo. Pero bueno, todo mejoró cuando empezamos a trabajar las canciones -yo las tengo en mis dedos, ya sabes-. Además, descubrí que hay bastantes guitarristas que tienen este disco como referencia y disfrutan realmente este concierto. Por eso lo hice.

¿Has descubierto cosas nuevas al volver a tocar Passion & Warfare 26 años después?

Sí, una de las cosas que he descubierto es que, cuando vuelves hacia atrás y miras algo que creaste en el pasado es algo así como una instantánea de lo que eras entonces. En este caso, cuando volví atrás en el tiempo y recordé la grabación del disco me di cuenta de lo valiente que fui, con apenas 20 años… Entonces tienes ese sentimiento de invencibilidad y libertad, no temes a nada y tienes una perspectiva naïve y muy libre. En realidad tuve mucha fortuna porque todas esas cosas ocurrieran a la vez y me permitieran grabar este disco.


¿Qué significa este disco para Steve Vai?

Para mí fue una explosión de libertad porque venía de estar en una banda, lo cual disfrutaba muchísimo, pero la música de Passion & Warfare estaba en mi cabeza desde hacía muchos años. Cuando vuelvo a mirar aquellos tiempos siento como una explosión de libertad porque hacía todo lo que quería sin ningún tipo de excusa y sin intentar dirigirme o encontrar algún tipo de espectador. Simplemente lo hice, y estoy muy contento de haberlo hecho.

¿Sientes que, 25 años después, estás tocando el disco y esas canciones de una forma diferente a como lo hacías entonces?

¡Sí! Y la cosa es que sea así, que no suene exactamente como sonaba; bueno, salvo un par de canciones. Cuando estoy tocando canciones como ‘Love Secrets’, ‘The Animal’, ‘Erotic Nightmares’, ‘For The Love Of God’… estas canciones no estaban compuestas para un ritmo específico, eran composiciones que quería hacer y hoy suenan como si las hubiera compuesto hoy.

Han pasado 25 años desde entonces. Antes que preguntarte qué ha cambiado desde entonces, te pregunto qué permanece igual tanto en la industria musical como en tu propia concepción de la misma.

Para mí, lo que siempre ha sido igual desde el principio es la excitación que siento cuando recreo una idea. Es muy poderoso, y el impulso creativo siempre resiste. Creo que eso es así para cualquier que suele seguir sus impulsos creativos porque no importa lo que esté pasando en el mundo, las modas o las tecnologías que aparezcan,… todo lo que esté pasando en el universo es secundario. Lo primero siempre es el impulso creativo. Eso se te presenta y crea todo lo demás; eso nunca ha cambiado para mí.

Tú tuviste una formación musical previa en Berklee. ¿Cómo de importante fue en tu carrera posterior?

Siempre he estado muy interesado en la música y la composición desde muy, muy joven. Sabía que era imprescindible para poder experimentar la libertad creativa que necesitaba, así que estudié música y composición desde una edad muy temprana; probablemente a los 9 años. Ir a Berklee fue algo muy natural para mí porque me permitía expandir mis estudios, pero lo más interesante era que estudié tanta composición cuando estaba en el instituto que cuando llegué a esa época estaba tan preparado que mucha cosas ya las sabía. Sin embargo, lo que mejor aprendí en Berklee fue a cómo ser independiente, a interactuar con la gente a nivel profesional y a tocar con un montón de gente. Esto era muy importante para alguien como yo en esa época. Pero, por encima de todo, lo mejor que me pasó en Berklee fue conocer a mi mujer (risas).

¿Crees que, sin toda esta preparación académica, podrías haber grabado Passion & Warfare?

(pausa) Sí, por supuesto. Seguramente hubiera salido de forma diferente. Como he dicho antes, aprendí muchas cosas musicalmente hablando en Berklee, pero muchas otras ya las había aprendido; antes de ir a Berklee yo ya había hecho mucho trabajo de composición porque tenía un profesor en el instituto que ya me había formado en música clásica y teoría musical. Berklee fue muy bien para muchas otras cosas, y realmente no puedes separar tu experiencia de otra experiencia. Cada cosa que haces, que ves, cada momento en el día, tiene un efecto en tu perspectiva.

Tú también impartes masterclasses. ¿Cómo te sientes desde esa perspectiva en la que transmites conocimientos o pasas la antorcha de algún modo?

Me encanta enseñar. Cuando imparto las masterclasses las uso como una oportunidad para hablar con gente sobre cosas a las que probablemente no tendrían acceso si no hablan con alguien como yo. Tengo grandes e increíbles experiencias en el negocio de la música como músico independiente que ha encontrado su propia voz en su instrumento, así que hablo más de personajes en los que la gente joven de hoy en día se puede encontrar con ellos mismos. Lo que la gente quiere saber es cómo haces esa música, cómo haces ese tipo de canciones, cómo grabas esos discos, cómo te promocionas, cómo consigues ir de gira… Eso es lo que ellos quieren saber. Y no puedes aprenderlo en una escuela; tienes que hacerlo. Lo que más me gusta de hablar a la gente joven es poderles hacer entender que lo más importante para el músico es la forma en que elige pensar las cosas, los pensamientos en tu cabeza; tú tienes el control sobre esos pensamientos.

Empezaste transcribiendo música para Frank Zappa a finales de los 70. ¿Cómo lo recuerdas?

Me encanta transcribir porque realmente desarrolla tu oído, y la música de Frank es un auténtico reto, así que disfruté transcribiéndola. Le mandé algunas transcripciones y cuando las vio le impresionó tanto que me contrató como transcripcionista. Estuvo bien, lo disfruté.


Hablando de figuras únicas como Zappa… Este año hemos despedido a Bowie, a Lemmy, a Prince… ¿Crees que aparecerán figuras que conseguirán llenar esos huecos que están dejando?

Todos los que has mencionado son individuos únicos, no hay nadie como ellos. Hay gente que está inspirada por ellos y quizá no tengan tanta originalidad, pero disfrutan emulando a estas personas. Hemos tenido mucha suerte de que hayan existido, y todavía quedan muchas personas como ellos que quizá hayan alcanzado cotas de creatividad similares en diferentes campos. Todavía tenemos gente como Madonna, Lady Gaga y los nuevos que están saliendo, como Justin Bieber y todos esos; podrían ser considerados de la misma forma, pero en otros campos. Hemos sufrido una gran pérdida artística con estas personas. Yo todavía no me he recuperado de la pérdida de Freddie Mercury, o Frank (Zappa), por ejemplo. Creo que el universo continuará creando personas que están individualmente inspiradas en cualquier campo. Así es como funcionan las cosas.

Hablando de Prince… ¿Es cierto que descubriste hace no demasiado un disco en el que versionaba una de tus canciones?

Estaba en Japón y fui a una tienda en la que había bootlegs de muchos músicos, y compré un puñado de ellos de Prince. En uno de ellos, titulado ‘Tender Surrender’ -que es el título de una canción que escribí-, había una canción con ese nombre, y pensé que simplemente había titulado ese tema de forma similar a como yo lo hice. Pero cuando puse el disco y empecé a escuchar, era como si estuviera tocando directamente ‘Tender Surrender’. Tocaba una y otra vez el mismo verso. Entonces miré el disco y lo vi: ‘Tender Surrender’, de Steve Vai (risas). No estoy seguro de si es esa o ‘Villanova Junction’, ya que son muy similares, pero sí, estaba el título así que debo asumir que Prince estaba tocando mi canción.

¿Te sientes una influencia real para muchos de los guitarristas posteriores?

Durante muchos años nunca lo pude creer. La gente te lo dice, tu música se hace muy popular, apareces en las revistas y lees sobre ti mismo… A través de todos estos años lo único que me importa es que he disfrutado haciendo música y tocando la guitarra, lo disfruto como disfruto viendo a otros guitarristas tocando. Cuando escucho cosas como la que me acabas de preguntar, en mi cabeza yo pienso “oh sí, pero el mundo de la guitarra es un campo muy pequeño”. Además, algunas personas sólo lo dicen para ser amables. Sin embargo, a pesar de todo acabas por darte cuenta de que es verdad, pero yo no hago lo que hago para ser famosos; ser famoso fue una consecuencia de hacer lo que me gustaba. Es muy bonito y un honor saber que hay algunas personas a las que inspiras. Esa gente viene y me dice “elegí la guitarra por ti”, y muchas otras cosas maravillosas sobre cómo mi música ha sido parte de su vida en algún momento. Nunca lo había creído en realidad: tardé años en empezar a tomármelo en serio. Cuando empecé a entenderlo empecé a apreciar el hecho de que estoy aquí y puedo hacer mi contribución. Hay artistas en mi vida que han tenido un impacto increíble en mí, como por ejemplo Tom Waits, él es mi artista favorito; sin embargo, siempre me ha costado mucho creer que mi música pudiera significar lo mismo para otra persona (risas). En cualquier caso, es un privilegio y un honor por el que estoy muy agradecido: no lo doy por sentado.

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