CASTELLÓ. Las negociaciones entre las tres fuerzas del Ayuntamiento de Morella para la constitución del próximo gobierno municipal apuran sus últimos compases antes de que el sábado tenga lugar el pleno para la constitución de la nueva corporación y la investidura del futuro alcalde. La irrupción de Independents per Morella ha modificado el tablero político y es ahora la bisagra que puede dar estabilidad al futuro ejecutivo. Así, el candidato de Independents, Bernabé Sangüesa, quien ya adelantó querer ser el futuro primer edil tras los comicios, hace uso de esa posición de fuerza para conseguir un gobierno monocolor.
El pasado 28 de mayo, el PSPV-PSOE sufrió un descalabro al perder la mayoría absoluta con la que había estado gobernando el municipio. Pese a alzarse con la victoria, los cinco concejales de Rhamsés Ripollés no son suficientes para formar gobierno. Independents per Morella fue la sorpresa y obtuvo cuatro regidores, mientras que el PP, liderado por Jesús Ortí, se quedó repitiendo con solo dos ediles. Un pacto de estas dos fuerzas podría desbancar a los socialistas, y por eso los encuentros se suceden los últimos días, sin existir una acuerdo por el momento.
El equipo de Sangüesa se ha estado reuniendo a dos bandas con socialistas y populares. Como adelantó tras las elecciones el candidato de Independents per Morella, el partido se iba a 'dejar querer' para encontrar el acuerdo más satisfactorio con unos u otros. Y eso está haciendo: la línea roja esgrimida por su cabeza de lista es acabar con las mayorías absolutas. O lo que es lo mismo, que el futuro ejecutivo local sea monocolor. Así que ha exigido al PP el apoyo en la investidura pero sin que los populares entren en el gobierno local, algo a lo que Ortí y los suyos se han negado.
Las conversaciones continuarán durante este viernes y precisamente la condición a priori irrenunciable de los de Sangüesa pone al PP contra las cuerdas: si no la acepta y deja investir al candidato de Independents per Morella, la lista más votada -la del PSPV- sería la que gobierne el municipio. Un gobierno socialista monocolor y en minoría, claro está, y muy dependiente del pleno municipal, lo que al tiempo que le obligaría a acordar todas y cada una de las decisiones que pasaran por el plenario con alguna de las otras dos fuerzas, también le reportaría cierta inestabilidad.
Precisamente todas estas circunstancias hicieron que el PSPV volviera a pedir este jueves una reunión con los independientes "para garantizar la gobernabilidad de los próximos años", esgrimiendo que el PSPV fue el partido más votado, con un 44,8% de los votos y doce puntos de ventaja sobre Independents. "Desde el primer momento, se ha ofrecido toda la voluntad para sumar a esa segunda formación, que ha obtenido un 32,55% del apoyo con el fin de generar un gobierno sólido y fuerte, que representaría a más del 76% de la población", explican los socialistas en un comunicado.
En ese sentido, el partido liderado por el hasta ahora alcalde aseguró este jueves que la ciudad de Morella "no entendería que la segunda fuerza política, con 4 concejales, fuera la que estuviera al frente del gobierno, y mucho menos si fuese como consecuencia de un pacto con el PP, aceptando sus votos para la investidura". Así, aseguró que el PP "históricamente ha dado la espalda" al municipio "atacándolo desde todas las instituciones posibles, por lo que sólo ha obtenido 2 de los 11 concejales".
Así, Ripollés siguió extendiendo la mano "hasta el último minuto", y llamó "a la responsabilidad de Independents per Morella para evitar un gobierno anudado por un PP y que sólo se fundamentaría con el objetivo de sacar del gobierno al partido socialista".
