VALÈNCIA. València sale del túnel. La capital del Túria se deshará del "corsé" del Plan de Ajuste que el Ministerio de Hacienda aprobó en 2012. Así lo han anunciado este martes el alcalde de la ciudad, Joan Ribó, y el concejal de Hacienda, Ramón Vilar, al avanzar que en el pleno de septiembre se aprobará la amortización anticipada de los 29,6 millones de euros restantes de deuda relativa a este plan. De esta forma, al acabar 2018, el Ayuntamiento podrá pedir al ministerio la salida de forma anticipada, puesto que su aplicación estaba pensada, como máximo, hasta 2022.
El saneamiento de esta deuda coincide con el cumplimiento de los tres requisitos necesarios para poder salirse del plan: cumplir con la regla de gasto, reducir la deuda por debajo del 110% del presupuesto municipal -actualmente se encuentra en el 53%-, y mantener un periodo medio de pago a los proveedores por debajo de los 30 días -ahora es de 2,1 días-. Unas condiciones que se vienen dando desde 2015.
De hecho, el gobierno local insiste en que ha pedido en reiteradas ocasiones hacer efectiva la salida del plan pero "Montoro nunca quiso" pese a que, a día de hoy, València era la única gran capital de España bajo la tutela del ministerio.
Por todo ello, tanto Ribó como Vilar han manifestado su satisfacción. El alcalde ha comparado la gestión de la Nau con la del anterior ejecutivo local: "La derecha tiene fama de gestionar bien la economía, y nosotros hemos demostrado que la gestionamos infinitamente mejor".
Cuando en 2012 el Gobierno estatal aprobó el Plan de Ajuste, los Ayuntamientos con elevados niveles de endeudamiento debían acogerse a él a cambio de poder acceder al financiación del Instituto de Crédito Oficial (ICO). El consistorio de València pudo así transformar una deuda comercial con proveedores de más de 244 millones de euros a deuda financiera con este organismo.
Por otro lado, el consistorio se sometía a la tutela del ministerio de Hacienda, que realizaba controles trimestrales a la entidad local. Además, estaba prohibida la creación de nuevos organismos, entes y empresas municipales. Algo que Ribó ha lamentado porque habría permitido "agilizar" la administración local. Con la salida del Plan, el Ayuntamiento podrá salirse de lo que el concejal de Hacienda ha calificado de "uno de los corsés más restrictivos", aunque admite que el consistorio todavía sigue "limitado" por la Ley de Estabilidad Presupuestaria.
En la comparecencia, los representantes del gobierno local han presentado datos acerca de la progresiva reducción de la deuda en el consistorio, en la misma línea de lo que publicaba Valencia Plaza el pasado fin de semana: en los 6 años del Plan, la deuda se ha reducido más del 50%. De 964 millones de euros a 446 con los que finalizará 2018. Y se prevé que siga reduciéndose. Lo ha dicho Vilar: "Amortizaremos más deuda antes de las próximas elecciones".
