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VALENCIA. El Valencia CF y su fundación han conseguido sentar en una mesa esta mañana a las dos partes que tienen en sus manos evitar el descalabro económico y social del club de Mestalla. Una reunión en la que el ambiente no era nada optimista.

Desde la 11 de la mañana y en las dependencias de la Conselleria de Hacienda de la Generalitat en la calle Palau están reunidos Amadeo Salvo, Aurelio Martínez, presidentes del club y de la fundación respectivamente, y Luis Cervera, director general de la entidad valencianista.  

Por parte de la Generalitat participan en el encuentro el conseller de Hacienda, Juan Carlos Moragues, y el director del Instituto Valenciano de Finanzas, Enrique Montes.

Fuentes de la conselleria de Hacienda han confirmado a este periódico que en la reunión también participan representantes de Bankia. Entre ellos está Juan Carlos Estepa, director de Riesgos y Recuperaciones, un alto directivo que reporta directamente a José Sevilla, número 2 de Bankia y mano derecha de José Ignacio Goirigolzarri.

Las tres partes buscan una solución contrarreloj para solventar el problema generado en la Fundación Valencia CF por la anulación judicial del aval que presrtaba al IVF para respaldar el préstamo de 81 millones de euros que le dejó Bankia.

Con un nuevo impago, producido este mes de agosto, cuando la fundación no atendió a la totalidad del pago de los intereses (aportó 1,3 millones frente a los 4,8 millones que tenía que haber pagado), la ausencia de avalista implica que Bankia puede ejecutar la totalidad del crédito y podría quedarse con la propiedad del club, ya que el único patrimonio de la Fundación Valencia CF son las acciones.

Y es que la falta de aval impide que se pueda renegociar la deuda, como esperaba la nueva dirección del club y la fundación, a largo plazo. La Generalitat ha anunciado en repetidas ocasiones que no formalizará un nuevo aval si no le obliga una sentencia. Sin ese respaldo con dinero público los problemas alcanzarán también al club, que está igualmente pendiente de renegociar los 220 millones que también le debe a Bankia, ya que la entidad financiera quiere una solución global.

Los directivos del Valencia CF y de la Fundación han acudido a esta reunión con el objetivo de explicarles su plan de negocio, que prevé la generación de beneficios suficientes para atender los pagos a medio plazo. De esta forma esperan convencer a la Generalitat de que formalice algún tipo de respaldo aceptado por Bankia, con la promesa de que no tendrá que desembolsar dinero por ello.

Pero la posición de la Generalitat es firme ante los problemas económicos propios, lo que deja al Valencia CF y a la fundación a expensas de lo que ocurra en esta reunión clave. 

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