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VALENCIA. La Generalitat Valenciana cerró el ejercicio de 2012 con 4.949 millones de euros impagados a proveedores. Así consta en la Cuenta General de la Administración General, presentada este jueves por el conseller de Hacienda, Juan Carlos Moragues. Los acreedores presupuestarios de la Generalitat incluyen alrededor de 1.500 millones de euros de lo que se conoce como facturas en el cajón, es decir, gastos sin consignación presupuestaria en los que se incurrió a lo largo del ejercicio, especialmente en la Conselleria de Sanidad. 

Esta cifra es ligeramente superior a la que se publicó con la liquidación del presupuesto a primeros de este mismo año y que cifraba las obligaciones pendientes de pago en 4.594 millones, si bien se trata de magnitudes que no son exactamente las mismas desde el punto de vista de la contabilidad.

"2012 fue el peor año de la historia de la Generalitat", ha explicado Moragues. Pese a las tensiones de tesorería, el conseller ha destacado que gracias a la ayuda del Estado, que aportó algo 10.834 millones de a través de los préstamos ICO para vencimientos, el Fondo de Liquidez Autonómica y el Plan de Pago a Proveedroes, la Generalitat realizó pagos por 17.106 millones de euros, de los que más de 4.000 corresponden a las facturas que entonces estaban pendientes.

El equipo de la Conselleria de Hacienda, que ha explicado durante tres horas los permenores de las cuentas de la Generalitat, ha asegurado, en todo caso, que los impagos seguirán existiendo mientras no se corrija el déficit con una mejor financiación por parte del Estado, si bien se ha comprometido ha limitar sus efectos.

Moragues especificó si el actual plan de pago a proveedores y el que se arbitrará antes de que acabe el año, servirá para atender todas las deudas comerciales del Gobierno valenciano, y reconoció que si este mecanismo del Estado deberá mantenerse para poder seguir atendiendo las deudas generadas por la falta de ingresos.