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Dos cuentos chinos

JOSE MARÍA GUIJARRO. 31/01/2014 No se escapa a la realidad. Hay dos cuentos chinos que inundan nuestra vida económica. Uno se llama 'Conciliación' y el otro se llama 'Igualdad'

VALENCIA. Ahora que los beneficios económicos de conciliar vida personal y laboral están sobradamente divulgados y conocidos por toda la sociedad, empieza la tarea de "educar" en políticas familiarmente responsables. Varias escuelas de negocios imparten cursos sobre esta materia. Los alumnos son, principalmente, trabajadores del área de Recursos Humanos, que desarrollarán los futuros planes de conciliación en sus empresas. El cambio de mentalidad es especialmente necesario en España, el tercer país con la jornada laboral más larga y menor rendimiento por hora trabajada de la Unión Europea.

Es decir, el problema fundamental, especialmente remarcado en el caso de las familias con varios hijos es que alguien tiene que dejar el trabajo, o ponerlo en lugar secundario, para cuidar a los niños. Y ésa es la parte del cuento chino. El gran cambio es que quien concilia ya no tiene que ser necesariamente ella. ¿Y por qué no él, o ambos? Hoy nos encontramos ante un acusado descenso de la natalidad en todas las sociedades desarrolladas, y en algunos casos creciendo simbólicamente gracias al nacimiento de los hijos de la población inmigrante. Como conclusión podríamos decir que los niños y el desarrollo laboral combinan a duras penas. Por razones obvias relacionadas con su cuidado y porque las empresas tampoco están entusiasmadas con la conciliación.

El modelo económico de desarrollo español se basa en la creencia de que cuantas más horas dediquen los trabajadores a su profesión, mayor será la productividad cosechada por las empresas. Sin embargo, los expertos coinciden en que se trata de un planteamiento equivocado: la productividad española sólo ha crecido un 0,9% en la última década, y ya se encuentra 16 puntos por debajo de la media de la U.E. de los quince miembros originales, según la OCDE. Aunque intervienen otros factores, como el auge del empleo de baja calidad y la inmigración, está demostrado que las compañías que saben organizarse para que sus empleados concilien vida personal y laboral son las que obtienen mayores ratios de eficiencia. La satisfacción de las personas es imprescindible para su pleno rendimiento.

Los expertos en filosofía y psicología laboral lo vienen diciendo desde hace tiempo: "En el equilibrio se encuentra la virtud", lo que se traduce en "ocho horas para trabajar, ocho para descansar y otras ocho para vivir", afirman con rotundidad. A pesar de la simplicidad de esta ecuación, "en demasiadas ocasiones las necesidades y los objetivos de las empresas sepultan el deseo de conciliación de la gran mayoría de personas que trabajan para ellas", añaden estos especialistas en management. Este desequilibrio se agrava todavía más en el caso de España, el quinto país del mundo donde más horas pasan los profesionales en su puesto de trabajo (1.780 de media según The Economist).

Pero estar en el trabajo no es lo mismo que estar trabajando. A diferencia de los países anglosajones o del norte de Europa, donde prevalece la dirección por objetivos, la cultura empresarial española todavía premia la presencia física de los empleados en el lugar de trabajo. Todo ello provoca que el estrés forme parte de la rutina laboral de, como mínimo, el 30% de los trabajadores, según varios informes de consultoras de recursos humanos.

"La falta de descanso y el exceso de tensión genera que en los ambientes laborales prevalezca la irritabilidad y la impaciencia", afirma la profesora de comportamiento organizacional en el Instituto de Empresa, Pino Bethencourt. Con el paso del tiempo, añade, "esta ansiedad también provoca que los individuos se encierren en su propia percepción subjetiva, que les hace interactuar con los demás de una manera egocéntrica y negativa". De esta forma, "las empresas pierden el valor añadido que les debería generar su capital humano, lo que merma sus índices de productividad", sostiene.

La Organización Internacional del Trabajo (OIT), por su parte, establece que el estrés provoca una pérdida económica entre el 0,5% y el 3,5% del PIB de un país. Pero "el poder para cambiar esta situación reside, sobre todo, en manos de los directivos, que son los primeros que menos concilian", concluye Bethencourt.

La verdadera igualdad de oportunidades entre mujeres y hombres tal como promulga el mismo método Optimiza debería de buscar una participación activa y equilibrada de ambos sexos en todas las áreas de la sociedad eliminando todas las barreras para la participación económica, política y social.

Sólo hace falta ver cualquier organigrama o fotos de reuniones de patronales o directivas para ver que la diferencia de cuotas por géneros no se cumplen (por ejemplo, la foto que ilustra este artículo está tomada en la última reunión de la patronal autonómica valenciana (Cierval), el desequilibrio es 31 hombres frente a una sola mujer).

La realidad de la empresas actual refleja una complejidad interna que evita que la Igualdad se lleve a la realidad y no sea una condición necesaria que demuestre la calidad empresarial. Es cierto que cada empresa es un mundo, que cada empresa es diferente, tanto en estructura como en recursos, por lo que no se pueden poner soluciones estándar porque lo que es adecuado para unos no sirve para otros.

Por lo tanto en cuanto a la familia se refiere la Ley de Igualdad no ha cambiado la percepción que hoy se tiene en cuanto a la conciliación familiar- profesional. Otras medidas de choque que pasan inadvertidas y que serían más contundentes en cuanto el beneficio de la familia se obvian y éstas, a mi juicio, de escaso valor para los beneficiarios reales, pero de alto coste económico para las arcas del Estado.

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1 comentario

31/01/2014 08:41

Buenos días: sin duda su analisís es realmente bueno, seguramente que, el mismo se lo lo habrán hecho otras personas en otros países. Sin embargo lo de las "8 horas para trabajar,8 para descansar,8 horas para vivir" marca el verdadero deseo de todo ser humano aquí y en la India (por ejemplo) gracias por su artículo siempre encuentro en vuestros artículos elementos racionales que me permiten explicar mejor las cosas en mi "blog" esta semana su artículo es el indicado para la situación actual.- Atte Alejandro Pillado Marbella 2014

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