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LA OPINIÓN PUBLICADA

Político profesional: muy político, poco profesional

GUILLERMO LÓPEZ GARCÍA. 23/02/2014

LA OPINIÓN PUBLICADA

Guillermo López García

Profesor titular de Periodismo de la Universitat de València
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VALENCIA. Estas últimas semanas se ha generado un intenso debate a propósito del nombramiento de Juan Manuel Moreno Bonilla, actualmente secretario de Estado de Servicios Sociales e Igualdad, como candidato del PP a la junta de Andalucía. Por un lado, porque este nombramiento se hace merced al clásico "dedazo" desde Génova, pasando por delante de los candidatos que se postulaban desde Andalucía (el secretario general del PP andaluz, José Luis Sanz, o la alcaldesa de Fuengirola, Esperanza Oña). Por otro, porque además supone una desautorización en toda regla de la secretaria general del PP, María Dolores de Cospedal, que apoyaba a Sanz. Y, finalmente, por las características del candidato, aspecto este último en el que querría centrarme.

Un currículum prefabricado

Poco después de la designación de Moreno, los economistas Luis Garicano y Jesús Fernández Villaverde publicaron un artículo desmenuzando las inconsistencias de su currículum. Algunos quisieron ver en ello un afán deslegitimador elitista, o clasista. Pero, realmente, lo que llamaba la atención del currículum de Moreno no es que fuera mejor o peor: es que era un currículum prefabricado, y en muchos aspectos, además, también falso, o bien obtenido en dudosas circunstancias.

Al final, lo que cabía colegir del currículum de Moreno es que su principal logro había sido licenciarse en Protocolo por una universidad privada. Unos estudios que, en sí, no tendrían nada de malo, pero sí resultan un tanto peculiares si tenemos en cuenta que los comenzó hace muy pocos años: como muy pronto, desvelan Garicano y Fernández Villaverde, en 2011, cuando Moreno contaba ya con más de 40 años, y llevaba casi dos décadas dedicado a la política profesional.

Juan Manuel Moreno BonillaEs decir, que no se trata de una persona que cursa unos estudios y posteriormente -o en paralelo- se dedica a la política, sino, bien al contrario, de alguien que sólo se dedica a la política y, como necesita algún tipo de estudios para barnizar su currículum, se hace apresuradamente con unos títulos que, a continuación, adorna.

Y es muy revelador que escogiera el grado de Protocolo, en lugar de estudiar Ciencias Políticas, o Derecho, o cualquier otra cosa. Parece que al candidato le interesaría más la escenificación del poder, el ritual protocolario, que la gestión en sí. Un perfil, por cierto, similar al de la secretaria autonómica de Organización de la Generalitat Valenciana, Esther Pastor, que también está cursando estudios en Protocolo por la misma Universidad (tal vez coincidieran ambos, Moreno y Pastor, en alguna asignatura).

Parece bastante claro que Moreno tiene una concepción instrumental de la formación académica o profesional. Es decir, que sus estudios tienen por objeto no aprender algo, sino aparentarlo. Dar la impresión de que no se ha dedicado en exclusiva a la política desde su más tierna infancia, dejando de lado otros quehaceres, a pesar de que la realidad sea exactamente así. Y no nos engañemos: no es un perfil en absoluto excéntrico a la clase política actual, sino justo lo contrario.

La rival electoral de Moreno, Susana Díaz, tiene un perfil similar: otra profesional de la política, entendida esta como una lucha permanente por ascender en las estructuras internas de los partidos, desatendiendo, en cambio (por falta de tiempo, de ganas, o por la razón que sea), una mejor formación que le permita, llegado el momento, gestionar lo público con mayor eficacia; es decir, el supuesto objetivo de la gente que quiere dedicarse a la función pública.

Frente a la desafección política... más de lo mismo

Susana Díez y José Antonio GriñánDe hecho, resulta lastimoso que el PP no tenga nada mejor que ofrecer para oponerse a Díaz; o que, teniéndolo, haya preferido un perfil como el de Moreno (sobre todo, después de las críticas que dedicaron en su momento a Díaz).

Lastimoso y muy esclarecedor de cuál es el tipo de dirigentes políticos que triunfan en las estructuras de los partidos: los que se dedican desde muy pronto, y en exclusiva, a medrar en el organigrama, a costa de todo lo demás. Quienes, por el contrario, buscan formarse, o tienen un trabajo, u otras prioridades, al final acaban quedándose atrás, o directamente se cansan del asunto y se van.

Todo ello tiene también consecuencias en la desafección ciudadana hacia la política. Mucha gente percibe a la clase política como ajena a la realidad, y habla de una "casta" de privilegiados, porque en gran medida es exactamente así la situación. De hecho, no cabe extrañar que los nuevos partidos políticos, surgidos en estos últimos años (y algunos de ellos en los últimos meses), hagan bandera de la antipolítica, entendida esta como el alejamiento de todo lo que tenga que ver con los profesionales de la política.

Otra cosa es que luego estas pretensiones comulguen apropiadamente con la realidad. Por ejemplo, como es el caso de UPyD, cuya líder indiscutible, Rosa Díez, lleva en la política activa desde 1979 (es curioso que su perfil sea totalmente incompatible con los estatutos y principios del partido que ella dirige). Pero, en cualquier caso, el propósito de estos partidos por diferenciarse en este aspecto es claro.

Por el contrario, los partidos mayoritarios, que se han turnado en el poder en España desde 1982, son totalmente incapaces, al menos hasta la fecha, de reaccionar frente a este evidente problema. Sus estructuras, copadas por el mencionado perfil de los profesionales de la política, en apariencia sólo pueden ofrecer más profesionales, cultivados en y por el partido desde el primer momento. Es lo que ocurre, por ejemplo, con la mayor parte de los candidatos a las elecciones primarias del PSOE; o con las nuevas generaciones del PP, no sólo en Andalucía, sino en todas partes.

José Antonio MonagoCon independencia de que la ciudadanía rechace -que, sin duda alguna, rechaza- este perfil de dirigente, eso es justamente lo que los partidos mayoritarios ofrecen.

No sólo porque no tengan otra cosa, sino porque, después de toda una vida currándoselo en el partido para adquirir una posición prominente en él y, finalmente, controlarlo... ¿cómo van estos profesionales de la política, cuyo propósito siempre fue auparse a lo más alto de las listas, a renunciar a su objetivo en el momento en que lo tienen por fin a tiro? ¿Y para qué? ¿Para que se lo quede otro candidato con el mismo perfil? Mientras tanto, la desafección aumenta. Y no cabe descartar, en absoluto, que el batacazo que puede llevarse el modelo bipartidista en los próximos comicios europeos sea aún mayor de lo esperado.

Prayfor... Fabra y el antecedente peligroso

En relación con las Elecciones Europeas, la decisión del PP de aupar a Moreno a la candidatura, en detrimento de Sanz (candidato de Cospedal y también de Juan Ignadio Zoido, actual líder del PP andaluz), tiene una implicación muy negativa para el president de la Generalitat, Alberto Fabra: es la constatación de que en el PP, en determinadas circunstancias, no tienen problema en cambiar al candidato "de la casa" si ello les conviene, en términos electorales, o -como es el caso- de balance de poder interno en Génova (con este candidato ganan Arenas y Sáenz de Santamaría, y pierde Cospedal).

Teniendo en cuenta la debilidad electoral de Fabra y sus problemas para controlar el PP valenciano, una debacle electoral en las europeas podría ponerle en el disparadero. Quizás no para relevarle al frente de la Generalitat (dos presidentes a dedo en una sola legislatura es mucho para alguien tan poco amigo de los cambios como Rajoy), pero sí para impedir que se presentase como candidato en 2015. No en vano, a Fabra no le faltan archienemigos en el partido: el ministro de Asuntos Exteriores, José Manuel García Margallo, o la propia Dolores de Cospedal. Por no hablar de su atávica némesis: el presidente de Extremadura, Juan Antonio Monago, y su inveterada afición por menospreciar y humillar a Fabra día sí, día también.

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Guillermo López García

Profesor titular de Periodismo de la Universitat de València
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6 comentarios

Antonia escribió
03/03/2014 10:50

Hola buenos dias ; mi comentario en lineas generales de mi pais .es bastante desalentador .Pero creo que se puede y debe enmendar por lo cual no todo es tan malo a nivel personal he intentado no dar mayor credito y salir adelante con buenas intenciones pero es verdad q si salimos a la calle tal vez se nos viene a la memoria volver cuanto antes a casa y dedicar mucho mas tiempo a nuestros seres queridos . en fin somos de la clase trabajadora y ahora me quedo ahi, siempre luchando por nuestros derechos y cada dia parece ser q muy pocas personas los repentan realmente en fin siempre en la lucha y por mi familia yo seguire luchando.Se que se puede conseguir con mucho esfuerzo y perseveranbcia un saludo

Rosario escribió
27/02/2014 13:28

Y que se puede hacer para que todos políticos no estén donde están,ami no me representan y no megusta que estén cobrando de nosotros,si yo no lo he elegido.Nunca en la democácia española se había visto tanto político desvergonzados.

JoJo escribió
25/02/2014 09:46

¿Existe un grado de Protocolo? Yo hice un curso de protocolo hace muchos años y en tres meses nos explicaron todo lo que hay que saber, hasta hicimos una clase práctica sobre cómo comer y otra sobre cómo vestir. Las universidades privadas se inventan unas cosas tan raras...

25/02/2014 08:57

Buenos dias Guillermo: esta semana tuve la "temeridad" (sin ser sociólogo diplomado) de escribir sobre "No todos somos iguales"Lo que tu describes sobre la profesionalidad de los políticos en su curriculum es una realidad.Sin embargo muchas veces aquellos que mas titulos y master tienen menos son conocimientos de los problemas que afrontan como políticos.- Nos guste o no De Guindo es un profesional y aplica sus conocimientos en la economía de este país "caiga quien caiga" cumple con su labor profesional no le interesa para nada las repercusiones sobre los ciudadanos para eso es un..profesional. Montoro idem inclusive el hombre se atreve a indicar que los "salarios no bajan sino que suben" (algo)Necesitamos políticos profesionales de la política pero, también profesionales en la tarea que se le encargue.Todo los casos de saqueo de las arcas públicas o "llevárselo crudo" tanto en Andalucía como en otras comunidades y que luego los hayan "pillado" es que actuaban con cero profesionalidad hasta para robar pensaban que "ser listo" o "tener olfato" le bastaba.- Los nombramientos "a dedo" hacen mucho daño pero ya es una costumbre.De Guindo según leo esta mañana está "colocando" a sus hombres en puestos en el extranjero por si se marcha,por lo general tener un curriculum por mas brillantes que sea y que además sean efectivo no permite que se le de una oportunidad.Mientras las "castas" políticas sigan existiendo como hasta ahora difícil será que un político y profesional "que sabe de que habla" se encargue de temas de responsabilidad y además colabore a mejorar la situación de la sociedad que le paga.- Un saludo,no sé hasta donde llegará Susana Días currículum no tiene puede que le salve la "intuición andaluza" pero eso algunas veces no es suficiente Alejandro Pillado Marbella 2014

24/02/2014 10:06

Las comparaciones con Ucrania están muy bien, pero te recuerdo que los antidisturbios de allí se dejan apalear, quemar y apresar, y los de aquí no.

Indignadísimo escribió
23/02/2014 17:22

Poquet i bo. Los ucranianos han demostrado que la paciencia de un pueblo tiene sus límites. Nuestro límites no parecen haberse superado todavía, pero en ello estamos.

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