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Su constructora y antigua matriz ha declarado concurso de acreedores, ha recibido la anulación del PAI Marina d'Or Golf y fue rechazado para gestionar el aeropuerto de Castellón
VALENCIA. No por haberse rumoreado desde hace tiempo ha sido menos relevante la solicitud de concurso de acreedores realizada por la antigua matriz del complejo vacacional Marina d'Or, denominada desde octubre del año pasado Comercializadora Mediterránea de Viviendas (Comervi), dedicada a la construcción de las instalaciones del complejo.
Fundada en 1983 por Jesús Ger García (Barcelona, 1946), el empresario vio las posibilidades de negocio que ofrecía la construcción de apartamentos en esta provincia valenciana, gracias al conocimiento que tenía de la zona por sus actividades empresariales vendiendo electrodomésticos en la costa castellonense.
Inicialmente denominó a su constructora de apartamentos con el nombre de Loger, pero pronto ampliaría su negocio también a la edificación de naves industriales y centros comerciales. Es esta sociedad (también conocida como Marina d'Or-Loger) la que en octubre de 2013 pasó a denominarse Comercializadora Mediterránea de Viviendas y ahora ha solicitado la suspensión de pagos.
El cambio fundamental en el desarrollo del proyecto se produce en la década de los 90, cuando pone en marcha el concepto de 'ciudad de vacaciones', con la construcción en el término municipal de Oropesa del Hotel Marina d'Or, rodeado de locales de ocio y restauración.
"MARINA D'OR, QUÉ GUAY"
La oferta se va ampliado con nuevas construcciones, principalmente apartamentos, pero también con nuevos hoteles, hasta que en 2003 abre su Balneario Científico de Agua Marina. La operación va acompañada de una intensa campaña publicitaria que posiciona el complejo como destino turístico en España a través de la prensa, la radio y, especialmente, por la televisión.
Desde un punto de vista mercantil, a partir de este momento va separando en distintas sociedades la gestión de los hoteles, el balneario y el resto de actividades complementarias en Hoteles Marina d'Or, Marina d'Or Internacional o Marina d'Or Energías Renovables, entre otras.
Con los primeros síntomas de la crisis, Jesús Ger decide ampliar su actividad a otros países, principalmente Ecuador y Marruecos, al margen de impulsar la propia comercialización del complejo de Oropesa en otras plazas europeas.
Al mismo tiempo, opta por ampliar su oferta en España con el PAI Mundo Ilusión, bajo el nombre de Marina d'Or Golf, una segunda ciudad vacacional de 18,8 millones de metros cuadrados con la que quería expandir su concepto de ocio familiar por medio de hoteles tematizados entre Cabanes o Oropesa, un poco más alejados de la costa.
Este proyecto se enfrentó desde el primer momento, a principios de 2010, a una controversia judicial que en enero de 2014 llevó a la sala de lo Contencioso Administrativo del Tribunal Superior de Justicia de la Comunitat Valenciana (TSJCV) a confirmar la anulación el PAI por "incumplimientos" en materia medioambiental.
EUROVEGAS CON VISTAS AL MAR
Esta nueva anulación se sumó a la que ya se dictaminó en mayo de 2013, que también anulaba el PAI, pero únicamente por la no publicación del mismo en el Diario Oficial de las Comunidades Europeas. Una decisión de anulación, esta última, que está pendiente del recurso de casación presentado ante el Tribunal Supremo por la Conselleria de Infraestructuras y la empresa Marina d'Or.
Sin embargo, no ha sido éste el único proyecto que la empresa no ha podido llevar a buen puerto. En 2012, cuando Madrid y Barcelona se disputaban el complejo Eurovegas del magnate norteamericano Sheldon Adelson, Ger anunció que había mantenido contactos con los impulsores del proyecto para alojarlo en sus terrenos.
El momento elegido fue la Fiesta de la Primavera de Marina d'Or, que marca el comienzo de la campaña de verano, y ante más de 500 touroperadores y agencias de viajes nacionales e internacionales llegados de Francia, Reino Unido, Emiratos Árabes, los países bálticos, Egipto e Irak. Además, el anuncio contó con la presencia de la entonces consellera de Turismo, Cultura y Deporte, Lola Johnson, que manifestó el apoyo de la Generalitat a la propuesta.
A las pocas horas, el propio presidente de la Generalitat, Alberto Fabra, garantizó que el Gobierno valenciano daría todo su ayuda a Marina d'Or para que acogiera el macro casino y destacó que Castellón podía ofrecer una serie de ventajas frente al resto de candidaturas, como contar con "un espacio que está aprobado urbanísticamente".
En menos de 48 horas, la sociedad Las Vegas Sands Corporation defensora de los intereses de Adelson, zanjó el asunto agradeciendo la propuesta de Jesús Ger, pero reiterando que sólo se contemplaban las opciones de Madrid y Barcelona. La presencia mediática en este lapso de tiempo le permitió situar a la empresa en el foco de los medios informativos nacionales sin costes publicitarios.
LA AVENTURA AEROPORTUARIA
Ya en los primeros días de 2014 se oficializaba la presentación de la candidatura para la gestión del aeropuerto de Castellón durante los próximos 20 años de la sociedad formada por Hoteles Marina d'Or, Airavata, Inmaquip Europa y Gesnaer Consulting. En este concurso, la empresa pública Aerocas dotaría al adjudicatario de un máximo de 25 millones de euros en total (y 4,5 millones de tope por ejercicio) por asumir el proyecto.
De hecho, la empresa sólo tendría que pagar a la Generalitat en el caso de que en las próximas dos décadas el aeropuerto de Castellón alcanza los 1,2 millones de pasajeros anuales, con la correspondiente actividad económica y beneficio para el adjudicatario.
Finalmente, la compañía SNC-Lavalin ganó la adjudicación, con el compromiso además de culminar la fase final de certificación de la infraestructura, en especial los simulacros y comprobaciones técnicas con personal especializado, de conformidad con las exigencias de la Agencia Española de Seguridad Aérea (AESA).
Marina d'Or amagó con recurrir la decisión, pero finalmente no presentó su recurso y dejó sola a su socia Gesnaer, a la que el Tribunal Administrativo Central de Recursos Administrativos Contractuales (Tacrac) terminó por no admitir a trámite su queja.
Sin embargo, la demanda del complejo no se ha resentido especialmente de esta serie de acontecimientos. Pese a la situación de crisis generaliza, desde la compañía se asegura que las reservas para este año están yendo "muy bien" y acumulan una serie de años de mejora continuada, fruto de su política de comercialización y el asentamiento en mercados europeos.
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