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VALENCIA. En el mes de marzo de 2012, es decir, hace año y medio, el cuerpo de interventores de la Generalitat Valenciana se estaba dedicando en cuerpo y alma a repasar una por una las más de 300.000 facturas que la Conselleria de Sanidad que había dormido durante años en los cajones de la Consellería de Sanidad.

Se trataba de facturas pendientes de pago y sin consignación presupuestaria que se ha acumulado el departamento hasta la falta de fondos para poder atenderlas. Lo que ocurría con ese gasto es que, formalmente, no estaba consignado en ningún sitio. Y no era cosa de poco dinero. La Sindicatura de Comptes estimaba en 1.343 millones de euros el montante total de estas facturas, aunque al final afloraron 1.734 millones en Sanidad y otros 700 millones en el resto de departamentos. En total, 2.500 millones escondidos.

Estas deudas al no constar oficialmente en ninguna parte no contilizaban como gasto formal y, por tanto, no se tenían en cuenta a la hora de calcular el déficit. Sin embargo, cuando el Gobierno arbitró un plan de pago a proveedores para regularizar las deudas comerciales de las autonomías, el entonces conseller de Hacienda, José Manuel Vela, las sacó a la luz.

Poner de golpe más de 1.300 millones escondidos tiene un efecto directo sobre las cuentas. Y dado que ese dinero se venía acumulando desde años anteriores lo que resulta evidente es que la realidad de los datos del presupuesto y de los gastos reales eran mucho mayores de los declarados y, por tanto, el déficit presentado, irreal.

Esta práctica era conocida y habitual en la Generalitat y en la Conselleria de Sandiad y era denunciada periódicamente por la Sindicatura de Comptes en sus informes anuales. No fue hasta la llegada del conseller de Hacienda Juan Carlos Moragues cuando se activó la cuenta 409, una línea presupuestria a la que van a partar todos los gastos que no tienen consignación presupuestaria, pero al menos ya constan y cuentan para el déficit.

EUROPA SE CONSIDERA ENGAÑADA

Ese proceso de esconder las facturas que no se pueden pagar para regularizarlas a posteriori es lo que ahora quiere investigar la Comisión Europea, que se considera engañada por la Comunitat Valenciana y sus planes de cumplimiento de la estabilidad presupuestaria.

El Ejecutivo comunitario examinará si la información errónea fue publicada de manera "deliberada" o si fue "una grave negligencia" en la declaración de los gastos de la Comunitat, para ver si esto pudo tener un impacto en los datos oficiales de déficit y deuda "durante varios años", según un comunicado.

"La investigación se va a centrar sobre la incapacidad de la Comunidad Valenciana a la hora de publicar determinados gastos sanitarios durante muchos años y su incumplimiento de las normas comunitarias sobre información estadística", indicó la portavoz de la oficina estadísitica de Eurostat.