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VALENCIA (EP) -El Teatro Talia de Valencia lleva a escena a partir de este miércoles el espectáculo 'Chao Chochín', un homenaje al teatro chino de Manolita Chen en el que se recuperan la revista y las varietés de la época al estilo valenciano.

El elenco de Las Reinas Magas ha presentado este miércoles la obra, que estará en cartel hasta el próximo 27 de julio, en una rueda de prensa convocada en la sala teatral a la que han asistido los actores Eugeni Alemany, Silvia Rico, Ana Conca, Marta Chiner y Manolo Maestro, así como la también directora María José Peris, el encargado de vestuario, Miguel Carbonell, y diseñador artístico y de escenografía, Carlos Montesinos.

Peris ha indicado que este espectáculo, representado en lengua valenciana, busca recuperar "el espíritu de la gente del pueblo que llega a Valencia para ver revista y varietés". Según ha explicado la directora, el origen de este trabajo fue un documental sobre la compañía de teatro chino de Manolita Chen, algo que le llamó la atención "a nivel cacofónico" entre las palabras 'chino' y 'chen', a partir de lo cual ideó el título de 'Chao Chochín'. "Sé que muchas personas me preguntarían si era divorcio en chino; pues no, es un simple guiño", ha ironizado.

En esta línea, ha precisado que este musical es una "revisitación" de las varietés, con un repertorio variado que incluye también folklore, ópera y música moderna, con temas como 'La violetera', 'Complainte de la butte', 'Love for Sale' o 'Dueto buffo di due gatti' de Rossini, es decir, números que se producían entonces pero "desde nuestra realidad".

HEDONISMO VALENCIANO

A este respecto, Eugeni Alemany ha hecho hincapié en el carácter "erótico-festivo" de la obra y de la ciudad de Valencia. "Los valencianos somos muy hedonistas, todos tenemos una mujer dentro y un Nino Bravo por sacar", ha resaltado. En este sentido, María José Peris ha apuntado que, pese a este matiz de teatro y erotismo, la historia de la obra "puede derivar en más cosas".

Así, la actriz Ana Conca ha advertido que no hay que quedarse "con la frivolidad" de un teatro de cabaré, ya que "tiene muchísimas capas que vamos viendo" y ha afirmado que es un espectáculo apto "para todos los públicos". La "mala hostia" de 'Chao Chochín', ha detallado la directora, se encuentra en el "reflejo del momento en el que nuestro oficio está", por lo que ha asegurado que no tiene solamente una "lectura tonta".

Por otro lado, Peris ha destacado el trabajo de Miguel Carbonell y Carlos Montesinos, a quienes ha definido como "puntales" en este proyecto, y ha incidido en la "familiaridad" que existe entre los actores de la compañía, que forman un "troupe auténtico". Sobre esto, Carbonell ha subrayado que este ha sido un trabajo "muy poético", en el que "más en equipo" ha trabajado.

CRISIS E IMAGINACIÓN

Montesinos ha puntualizado que el espacio escénico de la obra refleja el mundo del cabaré y las varietés, para lo que ha contado con un telón auténtico del teatro de Russafa, de 100 años de antigüedad, que muestra el "carácter destrozado de la vida del espectáculo y cómo estamos viviendo ahora el teatro" que, si bien "siempre ha estado en crisis", ahora lo está "un poco más".

Por su parte, Carbonell ha relatado que en aquella época los sastres diseñaban lo que los artistas les pedían, "esencia" que ha recogido para trabajar con cada uno de los actores y cada uno de sus números y así "contar una historia" a través de los materiales, los colores y la forma en que están realizados.

Sobre este costumizaje, que ha existido siempre, ha dicho, ha encontrado una semejanza con el "poco presupuesto" actual para vestuarios y materiales, aunque ha destacado que por ese motivo "se desarrolla mucho la imaginación". "Por una necesidad real en la que nos entramos los actores, ponemos en marcha más que nunca nuestra imaginación", ha agregado la directora.

Aun así, Eugeni Alemany ha matizado que, pese a esta situación, el resultado del diseño "no es pobre" y el escenario "brilla", y ha incidido en que la escenografía está configurada por un decorado "muy artesanal", como las cortinas pintadas a mano que ha acarreado "mucho trabajo" al equipo.