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EL CABECÍCUBO

La ciencia con humor entra; la Física, con golpes, también

POR ÁLVARO GONZÁLEZ. 26/07/2014 Los programas de ciencia mezclados con humor y vídeos caseros, como ‘Brain Games' y ‘Ciencia para estúpidos' no son tan banales como parecen.

MADRID. La guerra de los sexos es un género del humor que nos tenemos que tragar en monólogos del Club de la comedia, series de televisión españolas de baratillo, obras de teatro desesperadas por llevar media docena de almas a la sala y conversaciones a la hora del café de grupo de parejas treintañeras que entran ganas de que acaben de la peor manera posible.

Los estereotipos sobre cómo deben ser o son los hombres o qué se supone que piensan y hacen las mujeres solo por el hecho de serlo no pueden ser más irritantes. Son convenciones sociales absurdas y falaces, pero a algunos les resultan muy divertidas y la gente luego tiende a abusar de ellas sin que se sepa qué vino antes, si el huevo o la gallina.

Con estas alforjas, que el capítulo de un programa de ciencia de La 2 de Televisión Española, Brain Games, se titulase ‘Batalla de los sexos' prometía lo mismo que una rueda de prensa del presidente del Gobierno emitida en Morse con telegrafista, pero no. Molaba.

Empezaban con la cantinela habitual de si existen preferencias innatas por el rosa cuando se es una chica y por el azul en caso contrario. Si ellas prefieren vestidos y muñecas y ellos jugar a destruir. El ejemplo que tomaban para demostrar que no es así fue el del presidente más longevo de Estados Unidos, Franklin Delano Roosevelt. De niño, por lo visto, le vestían de niña. Pero no por ninguna locura de sus padres, sino porque en su época era lo habitual. El político que se enfrentó a Hitler e Hirohito era una monada de chaval, un capullito de alhelí. Y su vida íntima, que se sepa, fue como la cualquier varón heterosexual bien situado de la época: esposa eternamente preñada y amantes por doquier. En nada influyeron los vestiditos.

Y luego dieron paso a la ciencia. Para demostrar lo que sí es diferente en el cerebro de ambos sexos, hacían un experimento. Sostenían que el cerebro masculino está más centrado en competir y vencer. Demasiado. Proponían un juego en el que había que superar diferentes pruebas. Los hombres que participaban se ponían a ello como locos. Prueba tras prueba. Uno, ponerse un sombrero, se lo ponían; dos, disfrazarse de no sé qué, lo hacían... Sin embargo, la última prueba del juego decía: todo lo que has leído hasta el momento no tiene sentido y no es necesario que lo hagas, firma y habrás ganado. Las mujeres leían más hasta el final y, en consecuencia, ganaban el juego sin derramar una gota de sudor. ¿Es interesante o no?

De estereotipos también va un programa de ciencia del National Geographic. Se llama Ciencia para Estúpidos. En la versión argentina lo han traducido por Ciencia de lo absurdo y en la española Ciencia para aficionados, una traducción engañosa. El título en inglés es mucho más fiel a la realidad.

La ingente cantidad de vídeos caseros de seres humanos haciendo estupideces, algunas de ellas de peligro mortal, eso que programan las televisiones para rellenar por las mañanas, les es muy útil. De ellas se nutren. Ponen vídeos de trompazos y explican científicamente por qué esa persona es idiota por ignorar principios elementales de la Física. No está mal, aunque luego sea un programa muy del gusto de porreros.

Por ejemplo, una lección muy útil. Explican que la gasolina crea a su alrededor una nube de gases inflamables cuando se derrama. Por eso hay que tener cuidado al prender fuego a rastrojos y otras barbaridades. Los protagonistas son personajes que parecen salidos del muy ilustrado medio oeste americano y uno tras otro echan gasolina para prender montañas de hierba seca. Algunos salen ardiendo, otros provocan deflagraciones que parecen hongos nucleares. Pero después de las risas, llega la explicación científica con gráficos hechos por ordenador. Mucho mejor que terminr con una jocosidad de Carlos García Hirschfield.

Lo mejor es que los asuntos que plantean son muy yanquis. Otro caso que muestran es el de las barras americanas. Desgraciada herramienta laboral de muchas jóvenes de ese país. Tras un rosario de piñazos espeluznantes, explican "no todo es sensualidad, sino ciencia". Hay que tener el máximo contacto corporal con la barra, siempre con el cuerpo desnudo y los pies descalzos, a poder ser, para que haya la mayor fricción posible mientras la gravedad tira para abajo. Los presuntos cuellos rotos que enseñan demuestran que no todo el mundo lo sabe.

Otras costumbres estadounidenses, como disparar, son también muy bien desarrolladas. Queda claro cómo es el retroceso de un arma, qué fuerza tiene, y señalan cómo hay que hacer fuerza a su vez con el hombro para contrarrestarlo. Lo sabe cualquiera que haya disparado, pero los asesinos en serie potenciales de los vídeos caseros que aparecen en el agro haciendo pruebas de tiro lo dejan todo perdido de dientes por desconocerlo o no tenerlo en cuenta.

También enseñan a hacer caballitos con la moto ciñéndose al método científico para cuando entres en tu pueblo con los testículos muy cargados y quieras hacer notar que ahí estás tú, que ya has llegado. Y además, un fenómeno muy curioso, disuaden de hacer el Jackass en casa para los que hayan visto el famoso programa ignorando las advertencias de los créditos de que los actores de la serie son especialistas profesionales.

Es memorable un chaval que quiere saltar del tejado de su casa sobre un balón gigante. Hace el paripé vestido de científico loco, todo muy Jackass, y al arrojarse al vacío se rompe dos vértebras. Se retuerce de dolor. Podría haberse quedado parapléjico, pero la vergüenza ajena divierte al espectador cuando la explicación científica de lo sucedido parece que se añade a modo de chiste.

Ocurre tres cuartas partes de lo mismo con una chica que hace eso tan británico de lanzarse a una piscina desde el tejado. No cae en el agua y se rompe las dos piernas. En los gráficos se dice que el movimiento hay que amortiguarlo, "por eso los coches están diseñados para arrugarse si se chocan".

Estamos hablando de dos programas que parece que hablan de ciencia a un nivel muy bajo, haciendo chanza y tontería, pero con ligeros enfoques nuevos, incluso sin ellos, podrían ser muy útiles educativamente en un instituto, si no lo son ya. Las leyes de Newton y movimientos uniformemente acelerados y demás de la Física que tanto se atragantaban en BUP, con estos vídeos emitidos en clase deberían quedarse grabados a fuego en el córtex de los alumnos. Amen de las risas, del aprender divirtiéndose que tanto se busca en la pedagogía moderna.

Si a alguien se le ocurre forma mejor de no olvidar que la capsaicina del chile se disuelve en grasa y aceites, nunca en agua, que ver vídeos de personas vomitando entre espasmos mientras intentan aliviarse inútilmente dejándose las encías en un grito tras inmortalizar en vídeo cómo se zampan estos pimientos, somos todo oídos.

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4 comentarios

Carlos escribió
09/01/2015 23:22

'science of stupid' se traduce como 'ciencia de lo estúpido' es decir, la traducción argentina lo clava.

jose escribió
31/07/2014 08:18

Ciertamente, la creatividad teórica de los científicos suele contrastar con su creatividad divulgativa. Hacen falta ejemplos de la vida real, como en 1000 maneras de morir, Duelo Animal, etc.

Baturrico escribió
28/07/2014 22:52

En Alemania triunfan desde hace un par de años un par de 'stand-up comedy' (como el club de la comedia), como el físico Vince Ebert o el médico Eckart von Hirschhausen. Incluso con programas en televisión que complementan a las ofertas de divulgación para niños y jóvenes (desde la Sendung mit der Maus, pasando por Wissen macht äh! hasta la versión banalizada de Quarks & Caspers). Todos ellos muy "nutritivos" y entretenidos. Cumpliendo la normativa de la TV pública, y aportando mucho al país de los ingenieros, los químicos y los físicos, que por algo se empieza, y es la tele y los humoristas,

Teresa escribió
26/07/2014 09:10

Qué interesante repaso. Un formato de ciencia que me encanta es 'Escépticos' de ETB, dirigido por Jose Antonio Pérez (mimesacojea). Os lo recomiendo. Y sin humor: http://www.eitb.com/es/television/programas/escepticos/

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