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VALENCIA. El nuevo IVAM nace bajo el amparo del Ministerio de Cultura. Así es por decisión expresa de la consellera de Cultura y portavoz del Consell, María José Catalá. La medida, de carácter estratégico, ha supeditado la elección del nuevo director a un funcionario del Estado, el subdirector general de de Museos Estatales, Enrique Varela. La portavocía y el voto de calidad le han correspondido a Varela, quien ha sido quien ha pilotado todas las reuniones del comité de expertos que ha seleccionado al nuevo director del instituto valenciano.

El nombre del candidato elegido por el comité se encuentra ya en el despacho de la avenida de Campanar de la consellera, quien ha asumido la propuesta del comité como suya. Con todo el nombramiento está pendiente de un trámite, que consiste en la convocatoria de un consejo rector donde se formalizará quién es el sucesor en el cargo de Consuelo Císcar.

El nuevo director tendrá un sueldo de 67.615,92 euros brutos anuales y, en el caso de no ser valenciano, se le abonará además la indemnización que corresponda según la normativa aplicable por este concepto. Su contrato laboral de alta dirección tendrá una duración de 6 años, con la posibilidad de renovación como máximo por otros dos períodos de igual duración, excepto denuncia expresa por cualquier de la dos partes, con 15 día de antelación a la fecha de vencimiento.

La preeminencia del Ministerio de Cultura en todo el proceso ha causado malestar en el seno de la Conselleria, especialmente entre los funcionarios más veteranos, que han recordado que el IVAM nació precisamente como un organismo independiente. Con todo, el comportamiento de Varela durante todo el proceso de elección ("es un encanto de hombre", "ha sido muy correcto", aseguraban dos miembros del comité) ha hecho que este tema se haya soslayado. "Es un hombre estupendo pero no me deja de ser sorprendente que la presidencia de este comité haya sido para un funcionario del Estado", apuntaba un miembro del comité. 

EL MINISTERIO, DECISIVO EN EL FUTURO; APLAZA EL SAN PÍO

En principio todas estas concesiones se han debido a que en el futuro se espera que la participación del Ministerio de Cultura en el presupuesto y actividades del IVAM sea mayor. Precisamente, éste fue uno de los últimos caballos de batalla emprendidos por la ya defenestrada Císcar. La exdirectora del IVAM reclamaba una mayor aportación económica desde Madrid.

En el Ministerio, en parte por la desconfianza personal hacia Císcar, en parte por desinterés, hicieron oídos sordos a estas demandas. Ahora, tras tomar parte activa en las reuniones y encuentros para elegir al nuevo director, el Ministerio de Cultura piensa replantearse su estatus con respecto a Valencia.

A diferencia del Museo San Pío V, donde desde Madrid no hay prisa para reemplazar a Paz Olmos, al menos mientras sigan las obras de ampliación, en el caso del IVAM el Ministerio ha anunciado que estudiará aumentar su colaboración económica para los próximos años.

Como primera concesión, hay un pacto no escrito para que sólo hable Varela a los medios de comunicación. "Y lo hará poco", explicaba uno de los componentes del comité de selección. Como contraprestación, el Ministerio sólo solicitó que se celebrará una reunión en Madrid para la constitución del comité, un acto protocolario que por un error de agenda de Norman Rosenthal, que se encontraba en Nueva York, se perdió.

TODAS LAS REUNIONES SE HAN CELEBRADO EN LA UIMP

Todos los encuentros del comité, a excepción de la constitución, se han celebrado en la sede de la Universidad Internacional Menéndez Pelayo de Valencia para  mantener la discreción, ya que se trata de un espacio público pero desvinculado de la Conselleria de Cultura. Las reuniones han sido tanto por la tarde como por la mañana. "Hemos hecho muchas horas. Había que analizar, discutir, reflexionar... y era un sitio cómodo cerca de los hoteles de donde venía la gente", comenta una persona que ha formado parte del comité.

Sólo se han realizado cinco entrevistas. De estos entrevistados saldrá el nombre de una persona que recibe la herencia de relanzar el primer centro de arte contemporáneo que se creó en España. Desde el comité mostraban una relativa satisfacción por el nivel de los candidatos. "Estaban bien, se podía escoger, y ha habido un poco de todo", decían en alusión a que existían representantes de las diferentes corrientes de la museografía contemporánea.

Hay un pacto secreto por el cual el nombre sólo lo puede adelantar la consellera de Cultura. Desde la Conselleria aseguran que se hará público dentro de dos semanas, tras la celebración del consejo rector que tendrá a mediados de mes y que cerrará el largo proceso que se inició en abril y que se ha desarrollado sin problemas. Ni siquiera la dimisión de Virginia Jiménez, que estaba como miembro sin voto, ha alterado el rumbo. "Ha sido todo muy armónico, muy largo y muy agradable... El ambiente cordial, de rigor, nivel alto, como procedía", explicaba una de las fuentes consultadas. La calma tras la tormenta que sacudió a un centro que, en el año que celebraba su 25 aniversario, ha sufrido la mayor convulsión de su historia.