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BERLÍN (EFECOM). El estudio de Bertelsmann, que compara los niveles de justicia social en los 28 estados miembros de la UE basándose en criterios como la pobreza, la educación, el empleo o la salud, está encabezado por Suecia, Finlandia y Dinamarca, y cierra con Grecia, Rumanía y Bulgaria.

España se encuentra en el vagón de cola, tras el norte y el centro del continente, entre Portugal y Croacia, y sólo por delante de otra gran economía, Italia. Según el índice elaborado por los expertos de esta fundación, el desequilibrio en inclusión ha aumentado notablemente entre los países del norte y el sur europeo en los últimos años a raíz de la crisis.

Así, mientras Suecia, Finlandia, Dinamarca y Holanda han conseguido mantener un alto nivel de justicia social en el último lustro, no ha ocurrido lo mismo en países como España, Grecia, Italia o Hungría donde, en su opinión, los recortes no se han realizado de forma equilibrada.

Además de sobre la división entre los países del norte y sur europeos, el informe de Bertelsmann alerta sobre los peligros que puede acarrear la cada vez mayor desigualdad intergeneracional que padece.

Así, el 32,6 % de los niños y jóvenes españoles está en riesgo de pobreza o exclusión social, según los datos de la organización germana, mientras que este porcentaje en el territorio europeo se sitúa en el 27,3 %.

Entre las razones principales mencionadas por Bertelsmann para explicar esta situación se encuentra por el aumento de la pobreza, "la altas tasas de desempleo juvenil, así como los importantes recortes en el sistema de seguridad social", educación e investigación.

Por ello, la fundación solicita al Gobierno español que lleve a cabo políticas para mejorar las oportunidades, especialmente de los más jóvenes. Para ello, Bertelsmann apuesta por reformar la formación profesional para suavizar las discrepancias entre la oferta de trabajadores del sistema educativo, y "las necesidades reales del mercado laboral".

Por otra parte, la fundación negó que el desarrollo económico sea garantía de justicia social y puso como ejemplo a naciones como la República Checa, Eslovenia y Estonia, que sin un gran rendimiento económico han alcanzado un alto grado de justicia social en su índice.