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VALENCIA. El grupo inmobiliario alicantino Hansa Urbana ha presentado ante el juzgado de lo Mercantil número 2 de Alicante la solicitud de preconcurso de acreedores. La firma de la familia Gálea ha tomado esta decisión para contar con tiempo para renegociar la deuda que acucia a la empresa y afrontar la oferta de venta del banco de Sabadell del 30% de sus acciones.

La empresa, participada también por y Caixabank, cuenta con tres meses, más otro de gracia, para alcanzar un acuerdo con sus acreedores y poder evitar la suspensión de pagos. Además de las dos entidades que se encuentran en su accionariado, la nómina de acreedores suma al Santander, Popular, Barclays y BBVA.

Actualmente, los pasivos financieros rondan los 150 millones de euros y su negocio, centrado principalmente en España, arrastra la debilidad general del negocio y la digestión de la burbuja inmobiliaria. Recientemente, en empresa y Sabadell se deshicieron de los proyectos en México (Novo Cancún y Cabo Cortés), pero siguen abiertos distintos pleitos por la promoción Novo Cartago en Murcia.  

EVITAR CONCURSO FORZOSO

Las tensiones en la propiedad se han sucedido en los últimos dos años, durante los cuales Caixabank solicitó el concurso forzoso de la sociedad a mediados de julio de 2013. La entidad denunció que la empresa había sido descapitalizada para favorecer a Caja Mediterráneo (CAM), antigua socia en la mercantil.

Concretamente, se refería a la operación de refinanciación realizada en 2011, antes de la intervención por parte del FROB de la CAM, con la que se aplicó un canje de deuda con el que CAM pasó de una participación del 31% a una del 24%. 

Aunque los tribunales no dieron la razón a la entidad que preside Isidro Fainé, la presentación del preconcurso coincide con la decisión de Sabadell de vender su participación, heredada de la CAM y que asciende a un 30%, y ante la que tienen preferencia el resto de accionistas de Hansa.