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VALENCIA. Todo comenzó hace unos años, cuando una empresa de Londres le pidió al clarinetista valenciano Joan Enric Lluna un disco de música española del siglo XX. El músico, solista en la orquesta del Palau de les Arts, se fue aproximando a un mundo del que conocía fragmentos, partes sueltas, y que conforme fue descubriendo fue presentándose ante sus ojos como más rico, variado y dispar de lo que habría podido imaginar.

"Surgió poco a poco", rememoraba este miércoles, en el tren, de vuelta de un concierto en Ginebra. "He grabado cuatro discos de música poco conocida y durante todo este tiempo me han ido llegado partituras de compositores españoles del siglo XX. Algunas me las han hecho llegar amigos. Otras las he comprado yo en rastros o a precios muy bajos", explica.

Entre esas partituras que ha atesorado se encuentran las de algunos de los mejores compositores españoles que se vieron obligados a exiliarse tras la Guerra Civil. Rodolfo Halffter, hermano de Ernesto y tío de Cristóbal, Julián Bautista o Jesús Bal y Gay fueron apareciendo ante él con toda su grandeza. Otros como las del catalán Robert Gerhard o las Julián Menéndez, que vivió el exilio interior, estaban más accesibles. Especialmente las del primero.

"Sólo Robert Gerhard se ha publicado bien", comenta Lluna. El de Tarragona, que falleció en Cambridge en 1970, ha sido editado por la universidad británica de Huddersfield y tiene hasta su propia página web... en inglés. "Todo lo demás está perdido", prosigue el músico. "Cuando vi que todas estas obras tenían relación entre ellas, que están escritas entre los años 40 y 50, en el exilio, me pareció un tema fascinante", añade.

Fue así como se le ocurrió la idea de grabar un disco con las composiciones de todos estos artistas, un disco del exilio. Y para ponerlo en marcha apostó por el micromecenazgo, por el crowdfunding.

Con el nombre de Música española en el exilio, que será el título del disco, Lluna lanzó una campaña en internet a través de Verkami para recaudar los 6.000 euros que tiene de presupuesto la grabación y edición. La respuesta ha sido buena, excelente, según él. Aunque admite que "aún falta bastante para cubrir el presupuesto", insiste en que "ha sido muy bonito sentir el apoyo de la gente, ha sido especial".

En su aventura le acompaña al piano Juan Carlos Garvayo, del trío Arbós, y como colaboradora especial en dos de las piezas de Gerhard han contado con una compañera de la orquesta del Palau de les Arts, la violinista Mirabai Rosenfeld. La grabación se realizó la semana pasada en el auditorio del Conservatorio Superior de Música Joaquín Rodrigo de Valencia. 

Las partituras que componen el disco son una selección de todas las que ha ido atesorando a lo largo de estos años. Algunas, como una de Halffter, la encontró a bajo precio, un dólar americano, en el Real Musical de México. Estaba abandonada y valorada prácticamente a peso. Otras, como una obra de Bal y Gay, se la proporcionó un amigo. "Al principio tenía unas fotocopias. Luego ya tuve la partitura original", comenta.

La recopilación de obras para clarinete y piano que han reunido, dice, es de una calidad extraordinaria pero son poco conocidas, "algunas de ellas prácticamente inéditas". Su intención, recuperar y difundir estas "fantásticas piezas" para que en un futuro próximo se incorporen al repertorio de ambos instrumentos y se programen en las salas de concierto.

El calendario que manejan es que el disco se publicará en diciembre. El concierto de presentación será en enero de 2015. En este se invitará a los colaboradores de Verkami según la aportación.

Lluna espera que con este trabajo comience la recuperación de unos compositores, de una generación que "modernizó la música clásica española". "La tragedia", dice, es que "se había perdido todo su legado". Ahora gracias a él y a los centenares de aficionados que le apoyan desde las redes, están consiguiendo que esa música vuelva del largo silencio en el que estaba sumida.