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VALENCIA. Si los Oscars los decidiera un comité de científicos, Christopher Nolan estaría camino de hacer historia. Y puede que la haga. Su fidelidad a la ciencia, su cuidada interpretación de lo que son hechos reales científicos comprobables, toda la precisión que ha intentado volcar en Interstellar ha seducido a los astrofísicos y físicos españoles que la han convertido en su película de referencia.

"Estoy tan acostumbrado a que la ciencia ficción sean Space Operas que son en realidad westerns, que cuando me encuentro con una película de ciencia ficción que respeta la ciencia me emociono y le perdono hasta los fallos", explicaba este jueves el físico JJ Gómez Cadenas, profesor del CSIC, director del experimento NEXT en el Laboratorio Subterraneo de Canfranc y colaborador habitual de Jot Down.

Novelista, autor de libros como Materia extraña, Gómez Cadenas vio la película el pasado fin de semana con sus hijos y salió "encantado", dice. El largometraje está ambientado en un futuro apocalíptico, lo que se conoce como distopía, con una Tierra con las reservas naturales casi extintas. En ese contexto, un ex ingeniero, encarnado por Matthew McConaughey, acaba formando parte de una expedición desesperada de la NASA a un agujero de gusano descubierto cerca de Saturno, que les conducirá a otra galaxia donde esperan hallar mundos habitables.

"Hasta la parte final, que es un poco pastelón, que no me gusta, me dio igual. Iba con mis hijos y les vi disfrutar tanto que no me molestó. De hecho, todo lo que ocurre desde que decide entrar en el agujero negro es un poco giro literario, pero pensándolo me parece genial", comenta el científico.

La misma efusividad muestra Vicent Martínez, catedrático de Astronomía y Astrofísica de la Universitat de València y Premio Nacional José María Savirón de Divulgación Científica. "La vi el sábado y he reflexionado sobre ella todos los días desde entonces: eso es un éxito del cine", cuenta.

Para él uno de los méritos de la película es que "la cosmología y la astrofísica se entrelazan adecuadamente con la ficción". Así, enumera: "Las visualizaciones del espacio-tiempo curvo de la relatividad de Einstein o de los agujeros negros, incluso la geometría del teseracto (básicamente un cubo de cuatro dimensiones) son geniales y científicamente correctas". Para Martínez una de las claves de estos aciertos es la presencia del astrofísico Kip Thorne como asesor científico.

Igual que reconoce que "hay espacio para la especulación y la imaginación", destaca los planteamientos filosóficos o éticos "muy interesantes" que jalonan todo el largometraje. Entre otros, "la angustia vital del protagonista, magistralmente interpretado Matthew McConaughey, que abandona su vida, su espacio y su tiempo para adentrarse en dimensiones desconocidas,  la posibilidad real de no dejar un planeta habitable para las generaciones futuras, la responsabilidad de salvarse o preservar la  especie...".

Una idea que también comparte Gómez Cadenas. "Hay un mensaje de fondo muy bueno en la primera parte que es prácticamente una declaración de principios. La humanidad ha renunciado a viajar al espacio, y eso conduce a su desaparición. Viene a decir que las sociedades que no invierten en ciencia están condenadas. Es brillante. Igual que la idea de defender los viajes espaciales. Creo firmemente en la necesidad de la carrera espacial. Reanimaría la economía y a largo plazo es imprescindible porque la Tierra tiene los recursos limitados, puedo caernos un cometa...".

"NUESTRO FUTURO PUEDE QUE SEA EL MISMO"

Un astrofísico valenciano que sabe mucho de viajes espaciales es José Vicente Díaz, uno de los 700 candidatos a formar parte de un asentamiento humano permanente en Marte que promueve la fundación privada Mars One. Y es también un defensor del largometraje. "El futuro de la Tierra por desgracia puede que sea el mismo que el de la película y nos toque viajar a otros mundos, la lástima es que no podrán hacerlo todos y eso también te deja bastante impactado en Interstellar", dice.

Al igual que Gómez Cadenas, Díaz cita como inspiraciones evidentes de Nolan a Contact (1997), de Robert Zemeckis, y a 2001: Una odisea del espacio (1968) de Stanley Kubrick. Y su valoración no puede ser más alta. "Es la mejor película que he visto sobre el espacio en muchos años; tiene el fondo de Contact en la que se supone que una civilización está dando la posibilidad de viajar a otros mundos y eso engancha mucho", comenta.

Para el astrofísico valenciano "la ambientación es tremenda y utilizar la relatividad del tiempo es una idea formidable pues te deja realmente inquieto e impactado". "Por primera vez se usan términos como horizonte de sucesos y singularidad, algo impensable en una película comercial, pero creo que funciona, aunque sí que es cierto que alguien no haya leído algo sobre agujeros negros puede que se pierda un poco", admite.

Tanto Díaz como Gómez Cadenas coinciden también en destacar como único pero que "cuando entra en el agujero negro ya es ficción, pero eso ya es cosa del autor pensar lo que hay dentro", dice el primero. Y es que, como apunta el segundo: "De lo que ocurre en el agujero negro ya no podemos decir nada, porque ahí nadie lo sabe; a él se le ha ocurrido lo de la Librería de Babel, que me parece una genialidad". Todos tienen claro que, como señala Martínez, "a fin de cuentas es ficción". Licencias poéticas.

El largometraje se ha convertido en objeto de conversación en muchos laboratorios de Astrofísica. Así, el castellonense Josep Maria Trigo, doctor en Astrofísica y científico titular del Institut de Ciències de l'Espai (CSIC-IEEC) en Barcelona, explica como sus compañeros "hablan bien de ella". Se puede decir que para los científicos se ha convertido en una película a defender y en la red se pueden hallar blogs que elogian la verosimilitud del filme, y artículos tan extensos e interesantes como el de Daniel Marín Los aciertos y errores de Insterstellar, quien resaltaba: "No es nada habitual ver una producción de Hollywood con pizarras llenas de ecuaciones de relatividad general en la que los físicos teóricos son los héroes en vez de aparecer como tontos útiles o supervillanos, un cambio más que bienvenido".

"MI PULGAR APUNTA CLARAMENTE HACIA ARRIBA"

Otro firme defensor de la película ha sido Arturo Quirantes, quien en un artículo titulado Luces y sombras de ‘Interstellar' hacía una defensa firme del film. "Tomando todo en su conjunto, y puesto que hay que tomar una decisión, mi pulgar apunta claramente hacia arriba", escribe el profesor titular de Física de la Universidad de Granada. "El director ha hecho grandes esfuerzos por hacer una película creíble, emotiva, con carga científica fuerte. Sinceramente creo que pueden declarar misión cumplida". Y añade: "Sí, tiene fallos, pero también los tiene Gravity, y muchas otras películas, y no las consideramos malas por ello".

Todos pues coinciden en alabarla. Para Gómez Cadenas toda esta verosimilitud, que se hayan dedicado tantos esfuerzos en pos de realizar una película lo más realista posible, es una tendencia que se viene dando en el cine de los últimos años. Y para él, vendría a demostrar que la sociedad actual es más culta, más preparada, más científica, y más exigente a la hora de ver una película. "Está resurgiendo la ciencia ficción gracias a argumentos que tienen más ciencia que ficción. Y eso me gusta", concluye.

Hasta el exigente Neil deGrasse Tyson, presentador del nuevo Cosmos, que el año pasado desnudó en Twitter a Gravity (aunque admitiera que le había gustado), ha sido benévolo en su juicio a Interstellar y la ha elogiado, con sus peros, pero elogiado al fin y al cabo a través de su cuenta.

Para el astrofísico la cinta de Nolan recrea "la experiencia de la relatividad del tiempo de Einstein como ninguna otra película la ha mostrado". Así, afirma que hay elementos fundamentados como las olas gigantes en el planeta de agua "de una magnitud que un agujero negro podría crear".

Igualmente destaca la presentación de los agujeros de gusano como portales tridimensionales o la incidencia que los fuertes campos gravitatorios tendrían en la relatividad del tiempo. "En Interstellar, y en el universo real, los fuertes campos gravitatorios originan que el tiempo pase más lento en relación a los demás", escribe DeGrasse Tyson. Y apunta que los responsables de la cinta "saben exactamente cómo, cuándo y por qué puedes alcanzar la gravedad cero en el espacio".

Por el contrario, DeGrasse Tyson critica irónicamente el hecho de que vayan a explorar un planeta cercano a un Agujero Negro. "Personalmente, me quedaría lo más lejos que pudiera de los agujeros negros", apunta. Y también pone el acento en ciertos aspectos que le han llamado la atención de Interstellar como que dos tipos se líen a puñetazos en un planeta situado en mitad de otra galaxia, una parte de la película que también desconcertó a Gómez Cadenas: "la podrían suprimir, no aporta nada", dice el físico español.

Su análisis concluye con ‘Misterios de #Interstellar', nueve apuntes sobre los fallos de guión de la película y similares. "¿Quién en todo el universo puede conocer los títulos de sus libros, desde la parte de atrás, en una estantería", dice en uno de ellos. "No puedo imaginarme un futuro donde escapar de la Tierra por un agujero de gusano sea mejor plan que simplemente arreglar la Tierra", comenta en otro. Y en el último, bromea con un dardo dirigido a los creacionistas. "En este futuro irreal enseñan cosas acientíficas en clase de ciencias. Oh, espera. Esto es real".