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VALENCIA. La industria auxiliar de Ford está metida de lleno en la redimensión de su capacidad (ampliando plantillas y estructuras) para ser plenamente productivos y competitivos con la llegada de los nuevos modelos S-Max y Galaxy que comenzarán a salir de la factoría de Almussafes a partir de 2015, junto a los Mondeo (ya en pleno proceso de lanzamiento) y el Kuga y la Transit Connect (a pleno rendimiento).

Faurecia Automotive Exteriors, Tenneco, y Kamax son tres ejemplos de esos proveedores privilegiados de la planta valenciana. Tres firmas que al igual que la multinacional norteamericana se desviven por estas fechas con múltiples ajustes y detalles para que, llegado el momento del trabajo a pleno rendimiento, no haya el más mínimo error en sus procesos productivos.

Faurecia es una filial de la multinacional francesa especializada en la fabricación de paragolpes. Está instalada en el Polígono Juan Carlos I y trabaja en exclusiva para Ford (el 90% directamente para Almussafes y el 10% restante para plantas europeas de la marca del óvalo). En estos momentos, prácticamente ha duplicado la superficie de su factoría y ha capacitado su planta para una complejidad extrema del trabajo. Así lo explicó esta semana su máximo responsable de logística, David Arcas, en una jornada organizada en Valencia por el clúster de la automoción Avia y la Asociación para el Progreso de la Dirección (ADP).

Ocupa 33.000 metres cuadrados, da trabajo a 320 empleados y factura 60 millones de euros al año. Unas cifras que se quedarán cortas a partir de 2015, porque la producción de los nuevos modelos se espera que duplique la producción anual de vehículos hasta llegar a los 450.000 como señaló Antonio Machado, presidente de Ford España.

MULTIPLICAR POR DIEZ LAS VERSIONES

Arcas sorprendió a propios y extraños al anunciar que multiplicarán por diez su capacidad productiva respecto a los paragolpes que venían produciendo hasta ahora. Así, ha detallado que antes fabricaban estas piezas para cuatro modelos (Ka, Fiesta, Mazda y Focus) y tenían capacidad para realizar hasta 400 versiones del mismo producto. La previsión ahora es poder fabricar hasta 4.300 variaciones distintas.

En opinión de David Arcas, conseguirán cumplir el impresionante reto que les plantea Ford gracias a la "gran flexibilidad de nuestro equipo humano", dijo. Y como botón de muestra habló de la nueva sección de pinturas que han implantado en la que esperan "poder pintar en secuencia sin interrupción de la cadena; es decir, siempre habrá un operario trabajando en ella y el proceso no se detendrá". Una aspiración prevista pero hasta ahora nunca alcanzada, y que les permitirá reducir sus stocks de semielaborados y ganar en espacio.

KAMAX Y TENNECO

Juan Carlos Mena es el responsable de eficiencia en las operaciones de Kamax, filial de la multinacional alemana especializada en la producción de tornillos para automoción.

Tiene su fabrica en Museros y produce un millón de piezas al año. La clave para que la central haya seguido confiando en su filial valenciana para la nueva producción de Ford, en opinión de Mena, "más que de productividad, es por eficiencia" (ante la mayor capacidad tecnológica de las planta de Chequia). Y añadió que es fruto de "un trabajo de calidad sostenible que nos ha llevado a fabricar un millón de piezas bien hechas, de forma permanente".

Y para ser eficientes y prepararse ante la nueva producción el ejecutivo apuntó que atienden cuatro columnas: las máquinas e instalaciones, los recursos humanos, el producto y la organización. E hizo especial hincapié en este último apartado y sobre todo "en la flexibilidad" de que son capaces y que les permite acoplarse a "vaivenes de demanda de más 30% y menos 10%"; es decir, ajustar su producción y tener una "capacidad excedentaria".

Por su parte, Manuel Villena, director de mejora continua en Tenneco, filial de la multinacional norteamericana con planta en Beniparrell, fabricante de escapes, catalizadores y amortiguadores, señaló que para su empresa "mejorar no es una opción, sino una obligación. Si no se mejora, se empeora"

Y sin entrar en detalles de cómo se han preparado para la nueva producción sí desgranó la metodología (casi una filosofía de vida) que les permite mantener una competitividad continua. "Atendemos cuatro grandes capacidades que pasan por hacer procesos robustos, saber solucionar problemas, compartir conocimiento y hacer que los maestros sean formadores", explicó Villena. Además, resumió la flexibilidad y productividad de su empresa con su lema: "No es suficiente con solucionar el problema. Hay que visualizarlo y pensar por qué ha sucedido para que no se vuelva a repetir".